Las 9:30 a.m. Los débiles rayos del sol atravesaban las cortinas traslúcidas y se posaban sobre los cuerpos desnudos de los amantes anunciando la llegada del día. El cuerpo femenino se movió ligeramente, acercándose más al hombre que la abrazaba delicadamente. Sin abrir los ojos, él sonrió ligeramente, saboreando el momento. Deseando quedarse así por siempre, en ese divino letargo sensual.
Poco a poco fue abriendo los ojos. Ella había pasado un brazo por su cintura en modo posesivo como si no quisiera compartirlo con nadie. Su cabello castaño esparcido sobre la almohada y algunos mechones rebeldes cubrían su rostro, sus pestañas largas y sus labios con un ligero tono rosado entreabiertos e hinchados aún evidenciaban la tormenta apasionada que había sucedido entre ellos horas antes. Esos labios dulces le decían de modo invitador la inmensa cantidad de besos compartidos, robados, exigidos, entregados.
Con mucho cuidado, Taecyeon le tomó la mano y depositó un beso en su palma, luego se movió un poco más y besó su frente. El último beso fue a parar en su hombro, siempre sin dejar de observarla.
-Tengo hambre... aliméntame.- ronroneó ella enterrando el rostro en el hueco de su cuello al tiempo que lo abrazaba con más fuerza. El rió con gusto y volvió a besarla.
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Taecyeon cerró la puerta del auto y atravesó el estacionamiento. Llevaba el saco colgado sobre un hombro y los primeros botones de la camisa abiertos, dejando ver parte de sus clavículas. Tomó el ascensor. Le había sido en extremo difícil dejar a Eun Ah y su pequeño mundo de placer y lluvia. Incluso había apagado el celular al salir de la fiesta pero en algún momento tenía que regresar al mundo bullicioso, a la realidad; y fue justamente Nichkhun quien se encargó de romper el hechizo. En cuanto había encendido el teléfono, en la pantalla apareció un mensaje de su amigo diciendo que tenía que verlo urgentemente. Pero ver a Eun Ah con el cabello revuelto, las piernas desnudas y el trasero apenas cubierto por una blusa suelta, se lo pusieron en extremo complicado.
Aún podía sentir el sabor de su piel en sus labios, su aroma en su cuerpo.
Sabía que su amigo no lo hubiera contactado si no fuera algo realmente importante y justamente por eso había acudido a su llamado lo más rápido que había podido. Lo encontró con el traje aún puesto, lo que evidenciaba que él también había pasado la noche fuera.
La gran urgencia resultó ser el inminente pero nada sorpresivo fin de su relación con la chica que hasta la noche anterior había sido su novia. Sin embargo lejos de encontrarlo molesto, triste o en crisis por ello, el rostro de su amigo se encontraba radiante. Y por lo que le comentó de modo bastante atropellado, al parecer una de las amigas de Eun Ah tenía mucho que ver con su estado de ánimo.
Pero aunque se sentía contento por su amigo, una parte de él prefería pasar el tiempo con Eun Ah. Después de prometerle que lo ayudaría, se dio una ducha para refrescarse. Había decidido contarle a Eun Ah sobre su relación pasada, lo que había acontecido en su vida durante esos 5 años. Nichkhun entró con el teléfono en la mano justo cuando él estaba saliendo de la ducha.
-Llamó la agencia. Tenemos que salir hoy del país para una sesión. Pensé que tal vez quisieras decírselo a tu novia.- y le guiñó el ojo.
-¿Hoy? ¿A qué hora, donde?- preguntó Taecyeon.
- Salimos en el vuelo de las 10 de la noche, según entiendo iremos a Japón.- contestó entregándole el teléfono.
¡Maldición! Eso significaba que tendría que apresurarse para verla antes de irse y contarle todo. La llamó. Eun Ah contestó el cuarto timbrazo.
-¿Diga?- contestó jadeante
-¿Qué te parece si te invito a una cita en el parque, hermosa?- dijo intentado controlar la reacción de su cuerpo al escuchar su voz jadeante.
-Suena genial. ¿Está todo bien con Nichkhun? Me quedé preocupada.-
-Oh si. Él está condenadamente bien.- sonrió- ¿Te hice correr? ¿Estabas en el jardín?- preguntó
-En realidad estaba por entrar a la ducha, cuando entró la llamada. Te veré en el parque a las 2, ¿te parece bien?-
-C... cla.. claro. Si, suena bien.- él hombre se había quedado en el comentario de la ducha.
-De acuerdo. Te veré en un rato.- y colgó sin más.
Si Eun Ah había hecho el comentario con el mero propósito de desarmarlo, lo había logrado perfectamente. En cuestión de segundos él ya estaba fabricando una imagen mental por demás atractiva para cierta parte de su perfecta anatomía.
Imaginó el cabello húmedo de sobre su delicado rostro, con las mejillas sonrosadas, el agua caliente cayendo sobre sus cuerpos, el vapor de la ducha envolviéndolos suavemente, empañando el espejo y la mampara de la regadera, el vaivén de sus senos amortiguado por sus manos, sus caderas perfectamente esculpidas moviéndose suavemente mientras entraba en ella una y otra vez, lentamente, perfectamente. Sus respiraciones agitadas, intentando controlarse, intentado tomar un poco de aire para sobrevivir al momento...
Taecyeon se dio la vuelta y se quitó la toalla de la cintura con un gemido de frustración...De regreso a la ducha.

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Enamorándote nuevamente
RomantikaADVERTENCIA: La siguiente historia contiene escenas para adultos, contenido sexual y vocabulario explícito. Apto sólo para mayores de edad. Cinco años atrás Lee Eun Ah y Taecyeon comparte...