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La redacción era un caos. Parecía que el mundo se había puesto al revés esa mañana.

Una de las modelos había no había llegado y todo el mundo estaba frenético pues eso había retrasado bastante la sesión, lo que significaba que cada segundo esperándola era dinero perdido para la revista. El fotógrafo estaba gritando por todas partes,  los modelos masculinos estaban hambrientos y hartos de esperar, la jefa de Eun Ah se la pasaba gritando en el teléfono, posiblemente a la modelo desaparecida. Incluso Sun Mi estaba algo irritada ese día. No sólo le habían hecho esperar durante una hora, sino que alguien había traspapelado su cheque y había tenido que correr al banco y tras una larga fila y una sola caja, había terminado por perder la cabeza.

Eun Ah se había pasado la última hora llamando a varias agencias de modelaje y no había tenido suerte. Algunas chicas ya tenían trabajos agendados para ese día, otras sólo podían llegar hasta  horas más tarde, otras aún estaban en entrenamiento y no tenían lo necesario para lo que FASHION-ISTA necesitaba.

Al final y como último recurso, había decidido llamar a  unas cuantas modelos que trabajaban freelance, obteniendo el mismo resultado. Después de varias llamadas, alguien le arrebató el celular de la mano.

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-Dime, ¿qué tan lejos han ido ustedes dos?- preguntó Nichkhun a Taecyeon sin rodeos, mientras jugaba en su Smartphone.

-¡Ya! Acaso quieres morir? No preguntes esas cosas.- contestó su amigo tirándole un cojín del set.

-Entiendo... entonces; nada de nada, ¿cierto? – Nichkhun rió pero enseguida se puso serio- ¿Sigue sin recordar nada? -

-Si.- respondió Taec con la mirada fija en el. Había tristeza y soledad en sus ojos.

-¿Sabes qué? Necesitas ayuda. Y yo, te la voy a dar.- dijo el chico.

Nichkhun se levantó y en voz alta dijo a todo el mundo.

-Oigan, no puedo seguir esperando hasta que la modelo decida aparecer. Y a como yo lo veo hemos estado perdiendo el tiempo. En realidad no la necesitamos. Tenemos justo lo que necesitamos... aquí.- y justo en ese instante le quitó a Eun Ah el celular de la mano.

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Todo el mundo la miraba, esperando su respuesta. Tal vez si seguía la técnica de las zarigüeyas, se tiraba al piso y se quedaba muy quietecita, se olvidaran de ella.

Pero por otro lado, la vanidad no le permitía ser cobarde. Aceptó. Todos se pusieron a trabajar. Incluso Sun Mi se veía emocionada mientras maquillaba a su amiga y la ayudaba con los diversos cambios de vestuario.

Aunque ambos, Taecyeon y Eun Ah aparecían en las mismas tomas en ninguna estaban juntos. A veces tenía que posar con otros chicos  y en un momento en particular Nichkhun fungió como su pareja. Juntos trabajaron en una toma en la que ambos estaban sentados frente a frente en un café francés, con un arreglo floral pequeñito y sofisticado en la mesa. Los dos se miraban a los ojos y sonreían mientras él le daba a probar un pequeño trozo de chocolate y entrelazaba una de sus manos con la de ella por encima de la mesa. Taecyeon no se veía muy feliz. Su amigó lo notó y decidió jugarle una broma.

Sin soltar la mano de la chica, se incorporó a medias y tomó su barbilla en ademán de besarla. Eun Ah no era tonta. Sabía que Taec no estaba bien. Una mirada traviesa se asomó a sus ojos. Justo cuando Nichkhun estaba a unos centímetros, ella se tiró hacia atrás en la silla sin soltar su mano y miró directamente a la cámara.

-¡Muy bien! ¡Una rompecorazones! Genial, Eun Ah-shi.- gritó el fotógrafo.

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Después de un rato, vino el verdadero desafío.

Taecyeon vestía de frac con el cabello elegantemente peinado hacia atrás, su mano izquierda  en la cintura de ella, en un baile imaginario. Al fondo se veía una calle  con el pavimento mojado y una luminaria que aportaba luz al encuentro.

Posar con Nichkhun había sido divertido, posar con Taecyeon era una historia bien diferente. Él estaba molesto y ella lo sabía. La miraba de forma peligrosa.

Taec por su parte, la tenía difícil. La visión de ella enfundada en ese vestido verde que dejaba al descubierto su cuello y sus hombros y se pegaba a sus curvas para llegar a su cintura y caer en una amplia falda, le estaba subiendo la sangre a la cabeza.

La bromita de su amigo no le había gustado nada y ver que ella se había sentido tan a gusto con él no mejoraba su ánimo. La situación no había pasado desapercibida para el fotógrafo, para Nichkhun ni para Sun Mi.

-Eun Ah-shi, quiero algo diferente.-dijo el fotógrafo- Son una pareja joven y divertida que está de viaje. Él no puede resistirse a ti, sorpréndelo, sedúcelo.- le indicó a la chica- Y tú Taecyeon, quiero ver esa fuerza en tus ojos. Sabes de lo que hablo.-

Taecyeon se colocó a una altura un poco más baja que la de ella. Si se había a atrevido a hacer una foto romántica con su amigo, él le iba a enseñar lo que era una foto candente.

Eun Ah, al ser mas bajita que él, había tenido que usar un pequeño banco para hacer la sesión. Ella había inclinado su cuerpo hacia el rostro de él, mirando directamente a la cámara; sus labios estaban muy cerca. Su cabello caía suavemente sobre su rostro, el ventilador daba vuelo a su vestido. La mirada de él era tensa, pero a Eun Ah se le ocurrió la mejor manera de quitar se su cabeza el enojo.

A punto de tomar la foto, Eun Ah tomó su mano y la puso sobre su cintura y sin decir más, juntó sus labios con los del hombre.

Enamorándote nuevamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora