Eun Ah estaba feliz. Relajada y feliz.
Ambos comieron con lentitud disfrutando la comida que el mismo Taecyeon había preparado. El vino estaba delicioso y pronto ella se dio cuenta de que había más de una botella.
-No sabía que cocinabas- dijo la chica- se te da mejor que a mí.
-Sólo lo hago para personas especiales.- contestó él
Platicaban y reían. Él le contaba historias cómicas sobre ser modelo, ella le escuchaba con atención. Había momentos en que ambos se quedaban en silencio, mirando el paisaje y ninguno se sentía incómodo, les gustaba el silencio conjunto.
El tiempo se les había ido volando. El tiempo... siempre pasa demasiado rápido.
Pronto la tarde había caído. Justo cuando el vino se había terminado, Taecyeon tomó el cojín en el que estaba sentado y sin decir una palabra, apoyó su cabeza en las piernas de la chica que le robaba el sueño noche tras noche. Ella se sorprendió un poco, pero se sentía bien al mismo tiempo. Él se abrazó al cojín.
-¿Sabes porque te pedí que fueras conmigo a la librería hoy?- preguntó con la mirada en el lago- Porque yo casi no tengo tiempo para leer y se me ocurrió que tú podrías ayudarme con eso. De ahora en adelante leerás para mí. Justamente el libro que te gustó. Lo he comprado para ti, porque me di cuenta de cuánto te había gustado. Pero también lo compré para mí, para escuchar tu voz mientras me lees. ¿Te parece bien?- entonces si la miraba a ella.
Como respuesta, Eu Ah tomó el libro y comenzó a leer desde la primera página.
"Te quitabas la faja de tu cintura, te arrancabas las sandalias, tirabas a un rincón tu amplia falda, de algodón , me parece y te soltabas el nudo que te retenía el pelo en una cola... Así te recuerdo, en calma."
Taecyeon sonrió y cerró los ojos. Le gustaba escuchar su voz, le gustaba escucharla leer para él. Lentamente ella tomó su mano y siguió leyendo. Las cosas iban bien.
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Se les había hecho tarde. El vino se les había terminado y el segundo capítulo esperaba a ser leído por ella.
El auto de él se detuvo a unas cuantas calles de la casa de Eun Ah. Él le abrió la puerta y la ayudó a salir. Sus manos iban entrelazadas mientras caminaban sin decir una palabra. De pronto, ella soltó su mano y se quedó unos pasos atrás.
-No te recuerdo. Yo... no sé... no sé quien fuiste en mi pasado. Pero si sé que en algún momento, antes, nos conocimos. Perdón, yo no sé quien fui y no sé quién eres.-
Taec se detuvo, algo en la voz de ella, quizás ese pequeño temblor mientras hablaba le hizo volverse y mirarla. Su rostro lo miraba fijamente, y unas lágrimas amenazaban con salir y correr libremente por su hermoso rostro. Le dolió. Muy hondamente.
Cuadró los hombros y se acercó lentamente a ella. Tomó su mano en la suya y con la otra le acarició la mejilla.
-Lo sé, pero yo si te recuerdo. Eso es suficiente. Sé que hay una razón dentro de esa hermosa cabecita tuya que no te permite recordar. Pero eso no importa. Aún si nunca puedes recordar quienes fuimos, yo estoy aquí y si tengo que enamorarte de nuevo; es un deleite que estoy dispuesto a correr. Así que no llores. Estoy aquí.- la voz de Taec era suave, llena de sentimiento. Profunda como la verdad que albergaba en sus ojos.
Eun Ah se arrojó a sus brazos intentando desterrar las lágrimas. Lo abrazó fuertemente y sintió los brazos de él alrededor de su cuerpo. Lentamente él bajó su rostro hasta el de ella. Su intención había sido darle un beso en la sien para reconfortarla, sólo eso. Pero ella había levantado el rostro hacia el suyo y al ver sus labios húmedos y sentir las curvas femeninas en sus brazos, se olvidó de su idea original y puso sus labios sobre los de la chica, quien los abrió sin dudar permitiendo la invasión de la lengua de Taec, lenta y cadenciosamente, al tiempo que sus dedos se enterraban en su cabello. Eso era algo que había cambiado, años atrás, su pelo tenía un ligero aroma a cítricos pero ahora despedía un aroma a flores que llenaba sus sentidos.
Las lágrimas desaparecieron y fueron sustituidas por un sentimiento de júbilo y sensualidad. Sentir los fuertes brazos de ese hombre a su alrededor, protegiéndola de sus propios sentimientos y con sus labios recorriendo los suyos suavemente, la hizo soltar un pequeño suspiro. Ese chico era peligroso para ella.
Eun Ah se estaba enamorando.

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Enamorándote nuevamente
RomanceADVERTENCIA: La siguiente historia contiene escenas para adultos, contenido sexual y vocabulario explícito. Apto sólo para mayores de edad. Cinco años atrás Lee Eun Ah y Taecyeon comparte...