Los susurros apagados de la gente a mi alrededor comenzaban a marearme. Las luces brillantes y el blanco ascético se veían borrosos como si hubiera dado miles de vueltas a mi alrededor. El latido de mi corazón resonaba en mis oídos y mi mano estaba sudada. Sentía que en cualquier momento podría morir de la ansiedad.
- ¿Te encuentras bien, Josh?- me pregunta mi hermano Connor que me da un suave apretón de hombros. Lo miro desorientado y niego lentamente.
- -¿Debería estar con ella?- Pregunto un poco consternado. Connor se encoje de hombros y vuelve a darme un suave apretón de apoyo en el hombro.
- No lo sé, hermano- me dice y vuelve a sentarse en su asiento.
Las personas pasan de un lado a otro, algunas con batas blancas, otras con ropas normales y rostros de angustia y felicidad. El aroma a hospital, esa mezcla de tristeza y desesperanza, me perfora la cabeza y me levanto de mi asiento para poder dejar de pensar.
Miro a un costado y los hermanos de Jennifer también tienen cara de preocupación. Ben me mira, pero al notar que lo estoy observando aparta la mirada. Siento un dolor en el pecho, pero entiendo su reacción.
-Debes tranquilizarte- me dice de repente mi madre que ha aparecido a mi lado. La miro con tristeza, pero ella me da una sonrisa de apoyo.
-Todo saldrá bien- me vuelve a decir, pero siento un poco de duda en su voz. Cuando estoy a punto de sentarme nuevamente, una mujer de tez morena, cabello rizado y una bata blanca se acerca a nosotros.
-¿Familia de la paciente Jennifer Lawrence?- pregunta con voz firme. Los hermanos de Jennifer y yo saltamos al escucharla.
-Somos sus hermanos- dice Blaine y señala a Ben. La doctora me mira al ver que también me he acercado y mueve las cejas como preguntando que era yo de Jennifer. ¿Que era para Jennifer? También quería saberlo.
-Él no es nadie- dice de forma brusca Ben y no puedo evitar fruncir el ceño. ¿Desde cuándo nos llevábamos así? Su tono de desprecio me golpeó en el estómago, pero no permití que eso me alejara de Jen.
-Soy el novio- dije con voz firme, pero la doctora pudo notar mi duda. Ben soltó un bufido y Blaine me fulminó con la mirada, pero no les hice caso.
-Bien, como sea.- dijo la doctora y bajó su mirada a unos papeles que traía en las manos.
-La paciente se encuentra bien. Fue una falsa alarma, pero me preocupa cómo va su evolución- dijo sin apartar la mirada de los papeles.
-¿Qué quiere decir con eso?- pregunto preocupado.
-Su embarazo tiene ligeras complicaciones porque la paciente desarrolló la presión alta. Si ella se cuida en las comidas y deja de tener reacciones fuertes, estará perfectamente- me responde con una sonrisa.
-¿Entonces no tendrá al bebé?- pregunta Ben. La doctora suelta una pequeña sonrisa y niega con la cabeza.
-Apenas va de 6 meses. No lo creo- vuelve a decir y acomoda su bata.
-¿Y esos dolores entonces porque fueron?- pregunta Blaine y me mira de reojo.
-Solo fue una reacción a un acontecimiento fuerte, pero no fue nada de gravedad- vuelve a decir.
- Ella está bien. Le daré el alta en unas horas.
-Gracias – decimos al unísono y nos volvemos a mirar. La doctora me mira y hace una seña para que la siga.
-¿No quiere ver a su novia?- me pregunta y se me corta la respiración. Ben y Blaine están a punto de protestar, pero me adelanto y camino hacia la habitación de Jennifer.
