-¿En que piensas? - me pregunta Jennifer con una voz adormilada y los ojos cerrados.
-En nosotros- le respondo y aparto un mechón rubio de su cabello que cubre su hermoso rostro.
-mmm...Nosotros- repite en un susurro y apoya su frente con la mía. Acerca su mano a mi rostro y me da suaves caricias, pero no vuelve a hablar más.
El barullo del tránsito se puede escuchar tenuemente y algunas sombras extrañas bailan en la habitación de este hotel en Londres. Vuelvo a mirar a la mujer que tengo a mi lado y no puedo evitar caer rendido nuevamente a ella. Ambos estamos totalmente desnudos y cubiertos solo con una suave sábana. Escucho la respiración tranquila de Jennifer y me doy cuenta que se ha quedado dormida.
Me acerco más a ella y la atraigo a mi cuerpo, colocando su cabeza encima de mi pecho. Ella aún dormida enreda sus piernas con las mías y me abraza. Sonrío y le beso la frente. Se ve tan vulnerable y hermosa.
La sesión de sexo que hemos tenido la han dejado agotada. Después de semanas sin vernos, era inevitable que sucumbiéramos al deseo. La deseaba siempre y ella a mí, pero aun así no tenía sueño.
La palabra "nosotros" seguía rondando en mi cabeza. Nosotros, ¿qué significaba esa palabra en nuestras vidas? Últimamente ser solo "Nosotros" era todo un reto. Vivíamos una vida donde los contratos, la presión y los agentes de publicidad decidían que teníamos o no que hacer y eso me estaba volviendo loco. Pretender vivir una vida de mentira y esconder lo nuestro como si fuera un delito a veces me costaba digerirlo. Nos amábamos y es verdad que queríamos tener privacidad para poder vivir tranquilamente nuestro amor, pero verla con otro hombre que no sea yo, dolía y mucho, joder.
Sabía que Jennifer también la pasaba realmente mal cuando yo hacía lo mismo y odiaba hacerle eso. No merecía todo este sufrimiento y vaivenes de nuestra complicada relación. A veces me preguntaba si alguna vez podríamos ser solo nosotros, sin dar explicaciones a nadie y sin tener que escondernos; y obtenía mi respuesta cuando la veía reír o hablar sin parar, sabía que llegaría ese día y por fin seríamos solo nosotros.
Vuelvo a acariciar el cabello de Jennifer y bajo mi mano despacio a su espalda desnuda y la acaricio haciendo pequeños círculos. Jennifer gime al sentir mi tacto y lentamente vuelve del país de los sueños. Levanta la cabeza y me mira con una sonrisa dormilona.
-Hola- dice con voz ronca y vuelve a apoyar su cabeza en mi pecho. Toma mi mano libre y entrelaza nuestros dedos.
-Hola- le respondo con una sonrisa y vuelvo a seguir con las caricias en su espalda.
-¿Cuánto tiempo dormí?
-Como 10 minutos- Le respondo y ella suelta un bufido. Vuelve a levantar su cabeza y su mirada adormilada me estremece de ternura y no puedo evitar besar su frente.
-¿Aún sigues pensando en nosotros?- me pregunta soltando nuestras manos entrelazadas para acariciar mi pecho.
-Sí, un poco- le respondo con una sonrisa tímida.
-¿y es bueno o malo? Me refiero a lo que tenemos, ¿tendremos futuro?- me vuelve a preguntar.
-Claro que si- le respondo acomodando su cabello atrás de su oreja- Un grandioso futuro para nosotros, con muchos niños, una casa en Kentucky y mucho sexo.
Jennifer suelta una carcajada y se levanta un poco más para observarme. Acerca su rostro y acaricia su nariz con la mía.
-Eso suena bien- dice con la mirada brillosa y me besa. Giramos en la cama y la dejo bajo mi cuerpo sin dejar de besarla. Jennifer enreda sus dedos en mi cabello cuando nuestro beso se hace cada vez más profundo. La agarro de las caderas y suavemente vuelvo a entrar en ella. En el lugar donde siempre quiero estar.
-Josh, te amo- me dice Jennifer en el oído mientras seguimos en el vaivén de caderas.
-También te amo- le digo jadeando. Beso su cuello y bajo a sus pechos sin dejar de embestirla. Sus gemidos se hacen cada vez más fuertes y acelero mis embestidas, agarrándola de su tobillo para abrirla más y entrar más profundamente.
-Quédate conmigo, nunca me dejes- me dice entre gemidos. No entiendo porque me dice eso, nunca la dejaría, pero aun así le contesto que nunca podría vivir sin ella y la vuelvo a besar. Siento como su cuerpo se tensa y grita mi nombre al llegar al climax. Su placer recae en el mío y llego al climax unos segundos después. Caigo exhausto en su pecho y puedo sentir el rápido latir de su corazón.
Ambos seguimos jadeando y perezosamente Jennifer peina con sus dedos mis cabellos húmedos por el sudor.
- Te amo - me vuelve a decir con voz adormilada minutos después de recuperarnos. Salgo de ella y me acuesto a su lado atrayéndola nuevamente a mi pecho. Ella vuelve a enredar sus piernas con las mías y me deja suaves caricias en mi pecho.
- -Yo también te amo- le respondo.- ¿Te encuentras bien?- le vuelvo a preguntar y peino con mis dedos su cabello alborotado.
- Si, solo no pienses mucho, Josh. No importa lo que pase siempre seremos nosotros. Siempre te querré.- me dice y vuelve a cerrar los ojos y cae rendida a Morfeo.
Un pequeño silencio se instala en la habitación y solo es interrumpida por la respiración tranquila de Jennifer.
Vuelvo a mirar a la mujer de mi vida y decido dejar de pensar. El pensar en el futuro y en los acontecimientos que pasan me está volviendo loco. Resuelvo solo vivir el momento, porque lo más importante es que estamos juntos. Que solo la necesito a ella y sé que todo estará bien.
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Hola! les traigo un pequeño OS. Espero les guste. Es muy cortito , pero igual espero la disfruten. Arriba los ánimos joshifer shippers.
Saludos !