La persona correcta - Malec

2.- Alec

La forma en la que me comía con la mirada era sumamente adorable, su piel morena contrastaba ah la perfección con esos ojos verde/dorado, su sonrisa me tenia encantado y el rubor que adornaban sus mejillas cuando lo atrape observándome era excitante.

Había estado con una infinidad de personas ah lo largo de mi vida, pero ninguna logro fascinarme en solo unos segundos. Había algo en él... no sabia realmente que era, aunque, iba ah descubrirlo. Tendí mi mano devolviendo le un par de libros con una sonrisa mientras se limitaba ah bajar la mirada algo avergonzado por su conducta anterior.

- Ven conmigo, cariño - tome su mano guiándolo hacia la salida.

Afloje un poco mi agarre dándole opción ah retractarse si así lo deseaba. No lo hizo. Dejo que lo guiara ah mi merced preguntándome si alguien de verdad podía ser tan inocente en esto. Mi completa atención estaba centrada en ese pequeño chico de lindos ojos. Si tuviera una preferencia, definitivamente serian los hombres pequeños, me gustaba poder tenerlo entre mis brazos, me gustaba ese instinto de protección que generaban en mi, me gustaba su ternura eh inocencia, su sensualidad lo volvía fascinante.

Tomamos camino hacia la biblioteca en la segunda planta, el área aun no era usada por nadie debido ah los pocos libros que había pero era perfecta para pasar un buen rato en paz. Coloque nuestras pertenencias en uno de los gabinetes frente ah nosotros para después tomar asiento en el único sillón que se encontraba ahí. Sujete ah la persona frente ah mi dejándolo caer con suavidad sobre mi regazo.

- Soy Alexander Lightwood - sonreí de lado

- Magnus Bane - su voz era dulce, encantadora. Ah mis ojos, el chico era tierno.

- Eres hermoso - dije en un suspiro mirándolo lentamente de abajo hacia arriba. Sus mejillas se tornaron rojas moviendo tortuosamente sus labios tratando de decir algo coherente sin existo alguno.

Moría por chocar mis labios con los suyos, lo deseaba. Sabia que podía permitirme eso, sin embargo, sentía que justo ahora no era el momento, quizás debía conocerlo un poco mejor y finalmente lanzarme. Podía hacer eso, pero, ¡Diablos!. Tenerlo tan cerca era realmente provocador, estaba perdiendo la poca cordura que me quedaba y no quería causar una mala impresión, lo mas sensato era que se alejara al instante, seria lógico. Solo recordar que me acompaño hasta aquí me hacia ver que era realmente ingenuo con respecto ah los riesgos que existen cuando te dejas guiar por un completo desconocido.

- Encantado de conocerte - le sonreí posando una de mis manos en su cintura procurando no dejarlo caer - ¿En que año estas? - cuestione sorprendido de no haber notado tan lindo ser antes.

- Segundo - responde con su vista baja jugueteando con sus manos - pero tomo ultimo año de psicología - en el instituto solo había dos clases con esa materia y tercero tenia que cursarla si oh si.

Tome su barbilla girando su cabeza en mi dirección - Tu vista en mi, bebe -los ojos de Magnus brillaron por unos instantes antes de sonreírme - ¿Sabes en que clase lo tomaras? - niega - bueno, lo averiguaremos después -

- ¿Ambos? - cuestiona ladeando su cabeza ah lo cual asiento - ¿Porque? - frunce el ceño.

- Estoy verdaderamente interesado en ti - admito mientras el chico me mira sorprendido - me gustaría mucho conocerte - no mentía, él era interesante, lindo, crédulo, simple ah primera vista, dulce al sonreír y ardiente como el infierno. Estaba muy interesado. - ¿Tu quieres? - sonríe asintiendo repetidas veces - Bien - sonreí de igual forma.

Magnus ah pesar de conocerme hace apenas unos minutos parecía feliz por mi propuesta y eso me agradaba, el chico era ardiente, si... pero, era adorable en su mayoría. Sus ojos eran únicos, me habían cautivado en el mismo segundo en que se posaron en los míos. La forma en la que lo tome no era mucho de mi agrado porque estábamos perdiéndonos el primer día de clases, no era un buen inicio, aunque de otra forma quizás no abríamos coincidió.