Capítulo 13 | Maratón 3/3

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Un frío por su espalda recorrió y entumeció a Yaoyorozu, la chica, confundida, se levantó, buscando orientarse, o por lo menos saber en dónde estaba, ya fuese un almacén, dormitorio, bodega, entre otros. La habitación era algo lúgubre, no parecía haber entrada de luz alguna, ni ventanas o siquiera algo que le permitiese tener mejor visión de la zona.

Se intentó levantar, pero algo pesado y grueso le impedía avanzar, sin saber exactamente qué era, zarandeó múltiples veces, tal acción le permitió escuchar un ruido metálico, como el de cadenas. Entonces, lo tocó, por la textura algo rugosa y el frío que el mismo emanaba, supuso que también estaba con grilletes, tiró con fuerza de él, mas fue inútil y comenzó a pensar en otra manera de liberarse.

-Debería crear algo que pueda cortar esta cadena... -pensó, sin embargo, unos pasos resonaron a lo lejos, alertándola. Dejó de intentar escapar y se quedó callada, acostándose en la misma posición cuando despertó. Su corazón palpitaba con fuerza.

-No te hagas la dormida, Momo-chan.

Sus ojos se abrieron de golpe, reconociendo ese mote que tanto odiaba. No se movió, tenía que mantenerse serena, o al menos eso intentaba: sus manos temblaban y se veía incapaz de seguir en aquella posición que la hacía ver tan indefensa. Tragó asustada.

-Escucha, que cuestas una fortuna y por ello no te estoy tratando con brusquedad. -comentó irritado-. ¡Vamos, levántate!

Ante tal orden, la azabache se levantó, temblando. No sabía dónde estaba ni mucho quién era esa persona o el por qué de estar allí; pero era consiente de una cosa: aquel hombre no tenia buenas intenciones.

-¿Lo ves? Obediente estás más bonita, ahora, tendrás que comenzar a trabajar.

-¿Trabajar...? -susurró, aferrándose a su propio cuerpo.

-Claro que sí, mira que tu kosei es bastante útil. -el mayor se acercó a Momo, tomó su cuello y le colocó una especie de collar, una delgada cadena unía esta con los grilletes de sus manos. Tenía la perfecta apariencia de una esclava.

Sus pies fueron liberados, pero aún así no estaba libre. Bajó su mirada en un intento de conservar la calma. Suspiró.

Caminaron por largos pasillos con paredes desgastadas, múltiples agujeros y grietas le otorgaban un aspecto tétrico, como si de una película de terror se tratase. La luz era tenue, las ampolletas colgaban y brillaban muy poco, además, parecían haber algunos cables sobresaliendo de los muros, claramente ese no era un lugar habitado.

Pasaron así los minutos, Yaoyorozu observó sus ropajes, ya que no lo había hecho debido al temor que sentía. Tenía un vestido blanco, su cabello estaba suelto y tanto sus pies como manos estaban bastante sucias. Le dolían algo la planta de los pies, pero prefirió mantenerse callada, sin rechistar.

Finalmente llegaron a una habitación, esta, a diferencia del aspecto del resto del "edificio", tenía una iluminación y cuidado excelentes, las paredes eran blancas con cerámica y el suelo era de un tono marrón castaño. No parecían haber más personas en ese lugar, aunque eso sí, varias herramientas quirúrgicas como bísturis, agujas, estetoscopio, entre otros.

-Jefe, ya la he traído. -dijo el hombre mirando hacia un espejo. Un parlante al costado de este comenzó a sonar.

-Muy bien, ahora, procedan con las pruebas, que esta niña nos puede sacar de la ruina. -habló. De una puerta secreta, varios hombres similares, todos con batas color azul entraron.

Sujetaron la cadena del cuello de Yaoyorozu, la guiaron hasta una camilla y la sentaron. Su cadena nuevamente fue atada, y la recostaron.

-Experimento número 1, Fase Beta: Sangre.

Money Generator [TodoMomo / BNHA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora