Capítulo 17

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Advierto que no he revisado la ortografía del capítulo. Disculpen la tardanza.


Nueve años atrás.

-¡Bienvenidas, Yaoyorozu Kiiro-san y Momo-san! -exclamó un hombre de unos aparentes cuarenta-. Me alegra que hayan venido, ¿sabe? Nuestra empresa le da la mayor prioridad a ambas, por favor, recorra el lugar para que así confirmemos su participación en el pro-

-Momo.

-¿Sí, madre? -la pequeña de seis años sujetaba la mano de su progenitora con fuerza.

-¿Qué piensas de este lugar?

-¡¿K-Kiiro-san?! D-Disculpe que me entrometa, pero la decisión deberia ser... -él deseaba continuar, mas calló sus palabras. La pálida mano de Yaoyorozu proclamaba silencio, y cual realeza de los siglos pasados, sus acciones dijeron más de mil palabras.

-Pues... no lo veo muy bonito. -se sinceró hechándole un vistazo rápido al edificio-. Se ve vacío, sin algo que llegue a llamar la atención; además de que el aura que transmite este lugar es de soledad, tristeza e interés monetario... e-eso es lo que yo veo, madre.

-Ya veo. -la mujer miró de forma tajante al empresario-. Rechazo su oferta, aunque agradezco el que me la haya ofrecido.

-¡¿Q-Qué?! -exclamó sorprendido e indignado-. ¡No puede dejar decisiones tan importantes a su hija, Yaoyorozu Kiiro-san!

-¡Silencio!

Un golpe en seco contra el suelo, resonando a causa del calzado que llevaba la azabache, provocó el temblar del hombre. Momo desvió su mirada, a sabiendas de que siempre ocurría lo mismo -pensando además de que era su culpa-.

¿Qué ocurría exactamente? Pues numerosas ofertas les eran propuestas a la familia Yaoyorozu, las cuales consistían en que ellos financiasen proyectos ambisiosos de los cuales las ganancias deberían multiplicarse varias veces, y un cierto porcentaje se le sería otorgado a la familia de renombre. Mas, para conseguir la aprobación de la misma, tenían que pasar por una prueba sumamente compleja: lograr convencer a la hija de la líder de los Yaoyorozu. Momo sabía la gran responsabilidad que su madre le estaba entregando, por lo que cada vez que juzgaba un negocio lo hacía con objetividad y sin dejarse llevar por sus gustos y/o preferencias. Ya llevaban más de 200 ofertas rechazadas, todas y cada una de ellas gracias al juicio de la heredera de la familia.

A pesar de ello, a Momo no le agradaba hacer tales cosas, pues creía que infravaloraba el esfuerzo de los adultos y las ambiciones que estos mismos poseían. Pero no podía dejarse llevar tampoco por sentimientos como aquellos. Su vida diaria era complicada, con estudios constantes respecto al manejo de dinero, finanzas, transacciones, entre muchas otras.

Aún con todo eso, Momo se esforzaba, ella quería ser una digna heredera, y el ablandarse ante alguien más vulnerable podría llevarte a la perdición. Con esa cruel mentalidad la habían criado.

[...]

-¿Momo-sama?

La nombrada estaba a las afueras de su casa bajo el frío de una tenue lluvia. Ella observaba como las gotas caían de forma constante contra el gran jardín de su hogar.

-No me gusta estar aquí. -confesó-. Quisiera salir más seguido, me gustaría estudiar al igual que los demás niños, ¿por qué no puedo hacer eso?

Money Generator [TodoMomo / BNHA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora