Vecinos de Comunidad

Capítulo 29. Pax Romana.

AVISO IMPORTANTE: Este capitulo contiene escenas e imágenes de sexo que pueden no ser apto para todo el público o herir la sensibilidad del lector.

Salimos de casa de Patricia, delante ellas hablando por los codos, detrás yo en completo silencio pensando en porque Alex no asiste a las fiestas, asunto que si bien un poco más tarde le menciono a Patricia ella le quita importancia, así que no me queda más remedio que aguantarme las ganas de saber. Pero si bien me dura un tiempo las conjeturas pronto pasa este periodo, lo que tardan en alcanzarnos por la calle perpendicular a casa los solteros de oro, junto a Elena e Irene del 5º D con la que apenas he coincido.

—HOLA CHICOS— se adelanta Silvia desde la distancia mientras a su espalda le sigue un gallinero que se alborota ya próximos a nosotros, donde los besos y abrazos se suceden. Todos con nuestras bolsas donde cada uno lleva una túnica, un regalo por parte de Patricia que ya nos dejo muy claros que socios y clientes han de traerse la suya, cosa que no es nuestro caso.

—GANAS DE FIESTA?— pregunta en alto un Arturo sobreexcitado si bien Patricia ya se encarga de bajarle los humos un poco más tarde en privado, lejos de miradas curiosas.

—Siii— respondemos todos al unísono a coro para después chocar nuestras manos, momento tras el cual continuamos andando.

En el trayecto vamos intercambiándonos de grupos, manteniendo conversaciones aquí o allí pese a la poca distancia que nos queda, si bien poco antes de torcer a derechas con lo que encaramos la calle donde esta el club y la discoteca nos encontramos con Daniel y Laura que van a su ritmo, agarrados de la mano hablando de sus cosas.

—Como esta mi dúo preferido— les dice Patricia antes de que estos se den la vuelta, recordando en ese momento las palabras que nos ha dicho sobre la pareja, «Laura y Daniel son  socios de hace años en el club, por lo que posen una taquilla en el vestuario de su propiedad».

—Hola chicos— nos saludan tras detenerse un instante —preparados para la fiesta?— nos preguntan, si bien poco después cuando ya nos ponemos en marcha de nuevo se acercan directamente hasta mi con idea de hablar conmigo.

—Que tal Agustín, me alegra mucho verte— me dice Daniel al tiempo que Laura me rodea con su brazo para darme un beso en la mejilla, tras lo cual me susurra unas palabras picantes por las que me ruborizo justo cuando Lydia me observa de forma curiosa, si bien no logra percatarse de que ocurre exactamente.

Poco tardamos en llegar a la puerta, momento en el que todos van preparando sus invitaciones al tiempo que Lydia y yo nos miramos como si estuviéramos fuera de lugar, no tenemos entrada ni nada que se le asemeje más allá de una chica a la que observo como queriendo llamar su atención, si bien en ese instante Patricia no se da cuenta o no lo quiere hacer hasta que llega nuestra sorpresa.

—Hola Robert, todos vienen conmigo excepto esos dos— le dice mientras nos señala para después pasar sin mirar atrás. De nuevo Lydia y yo nos miramos, ella se aproxima a mi que quieto soy incapaz de moverme mientras uno a uno todos van pasando, hasta que me decido a moverme tras Laura que me precede.