Capítulo 31. ...Tarde de tríos.

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AVISO IMPORTANTE: Este capitulo contiene escenas e imágenes de sexo en algunos casos muy explícitos que pueden no ser apto para todo el público o herir la sensibilidad del lector.

Trio - Conjunto de tres personas o cosas  


Un beso, una caricia, una mirada, una sonrisa, todo antes de prometernos estar en contacto durante la tarde noche aunque tenga un evento familiar. Un nuevo beso, un abrazo, una nueva caricia, otro beso... todo antes de despedirnos mientras la contemplo como las escaleras mecánicas la van engullendo al interior del metro, para poco después y ya fuera de mi vista darme la vuelta con idea de volver a casa. Y es que tras la comida Lydia me da la noticia de que tiene una reunión familiar. 

«Una de las pocas cosas que no estoy dispuesta a renunciar» me dice ante mi sorpresa por el comentario, si bien le hago ver que me parece muy bien que continúe ahora y en el futuro con ello, y es que me da la impresión que Lydia tiene muchas inseguridades, que espero poco a poco vayan desapareciendo según se consolide nuestra relación.

Pero si en un principio le doy vueltas al asunto, poco tarda en pasar a un segundo plano tras de nuevo recordar la conversación mantenida con ella al respecto de Pedro, una persona a la que considero más que un amigo, del cual necesito tantas cosas que sería una lista muy grande de numerar, pero que en un momento dado ha desaparecido sin más, le he escrito en varias ocasiones sin contestación por su parte, así que prefería no pensarlo hasta que en la comida Lydia ha hecho mención a los mensajes recibidos, y en estas estoy pensando cuando a mi espalda alguien me llama, si bien no hago caso hasta que siento una mano en mi hombro.

Sobresaltado me giro para darme cuenta de que frente a mi se encuentra Alex, que cargado con algunas bolsas se dirige de regreso a casa.

—¡Te he sorprendido!— me dice antes de que asienta .

—Vas para casa?— pregunta a la que contesto afirmativamente, antes de de ofrecerme a ayudarle con las bolsas.

«Al menos el regreso se me hará más ameno» pienso antes de ponernos en marcha, comenzando una animada conversación que gira hacia la fiesta pasada, momento que aprovecho para preguntarle por su ausencia, como quien no quiere la cosa.

—Pensaba que vendrías?— le pregunto antes de callar a la espera de respuesta por su parte, si bien no me dice nada en un principio, hasta que pasado un rato y tras perder la esperanza me contesta.

—Pensaba que vendrías?— le pregunto antes de callar a la espera de respuesta por su parte, si bien no me dice nada en un principio, hasta que pasado un rato y tras perder la esperanza me contesta

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—No suelo pisar El Satiricon...— empieza a decirme —...no me malinterpretes, me encanta el sexo pero siempre a mi ritmo, cuando y donde yo quiera sin tener que estar sujeto en ocasiones a estúpidas normas no escritas...— continua diciéndome, —...además, así le doy más espacio a Patricia, al final cada uno hemos de enfrentarnos a nuestros lados oscuros de forma personal— termina por contarme mientras asiento en silencio, como si supiera de que me habla cuando dice lo de lados oscuros, y aunque no le pregunto, me quedo con las ganas al tiempo que pienso que para otra ocasión. 

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