[̲̅$̲̅(̲̅13)̲̅$̲̅]

64.6K 4K 475
                                    

Tomo la ropa interior del suelo volviendo a colocarla sobre mi cuerpo mientras Roman permanece aún sobre la cama observándome. Quiero golpearme a mí misma por lo que he permitido y peor aún, lo que he disfrutado.

¿Por qué dejé que pasara? Sabía que iba a arrepentirme, detesto a este idiota pero a la vez, algo en mi interior me atrae a el y no puedo evitar sentir. ¿Que se supone que siento?

Y aquí estoy yo, confundida y encamándome con el enemigo después de amenazarme tanto a mí como a mamá y Dallas.

Roman se levanta de la cama aun desnudo sin pudor caminando al armario y abriendo este. Comienza a revolver entre su ropa hasta encontrar lo que buscaba y tirarlo hacia mi. Una camiseta negra, suya por supuesto.

Sin pensarlo tapo mi cuerpo al colocármela, demasiado grande pero agradezco que al menos tape mis nalgas. Mierda, huele a el, me gusta.

¡No! No debe gustarme, joder, tengo la cabeza hecha un lío.

"Y el corazón, estúpida."

-Podrías, ya sabes, vestirte. -digo señalándolo con el dedo de pies a la cabeza.

-¿Cuál es el problema? Si te gusta lo que ves.

Quiso acercarse pero retrocedo con una sonrisa. No necesito más de Roman caliente Graves por esta noche.

-A Cristina también le gusta. -ataco observando como la comisura de sus labios tira hacia una sonrisa.

-¿Otra vez con eso? ¿Qué me crees Mabel? Me gusta el sexo pero contigo, eres mi nueva adicción. Cristina puede satisfacerse sola.

-Espera, me volviste a engañar. -afirmo frunciendo el ceño mientras el desquiciado ríe.

-Me gusta sacarte de tus casillas, que puedo decir. Te ves muy linda celosa. -dice encogiéndose de hombros.

-Mira, voy a terminar con esta conversación de mierda porque realmente estoy cansada y...

-¿Satisfecha? ¿Dolorida?

¡Hijo de puta!

Gruño antes de ignorarlo y caminar a paso rápido enfadada hacia la puerta y abandono su habitación con un fuerte portazo. ¿Estoy enfadad? Más bien aliviada por que no ha hecho nada con esa tipa. Pero eso si me enfada, lo hace el hecho de que me sienta aliviada por quererlo solo para mi.

Una de las demás puertas se abre dejándome ver la cabeza de mi amiga espiando lo que fuese que la haya molestado. Al verme se para firme señalándome su cuarto con el dedo para que pase sin rechistar.

Rio caminando hacia ella y me adentro en este. Vaya, es bonito, las paredes son de color crema mientras los muebles un color marrón oscuro y las cortinas moradas.

-Qué raro, faltan los peluches. -me burlo cuando ella cierra la puerta.

-Muy graciosa Mabel, me parto contigo. Y ya que tanto humor tienes vamos a hablar.

-¿Hablar?

-Sabias que esto iba a pasar. ¿No pensaste quizás en una excusa de porque te acuestas con mi hermano? Porque creo que ya no es por la deuda.

-¿Qué? Claro que es por eso, siento que sea tu hermano pero detesto a Roman.

-¿Ah sí? ¿Te suena de algo quizás esto? ¡Aaah Roman! -finge mis gemidos haciéndome saltar hacia ella y taparle la boca alarmada.

-Maldita sea Claire, cállate.

-Oh vamos, ¿A que ha venido eso? Quiero decir, si te está obligando no lo disfrutas Mabel.

-No, no me ha obligado pero me paga como si fuese una prostituta. ¿Estas contenta?

-¿Te está pagando para que te acuestes con el?

-Y yo estoy de acuerdo. No puedo hacer nada Claire, nunca conseguiré tanto dinero para pagarle.

-No sé cómo ayudarte, solo dímelo y haré lo que haga falta. Lo sabes.

-Quiero saber cosas sobre Roman. -digo caminando hacia la cama y sentándome sobre esta esperando mientras Claire sigue mis pasos.

Ella debe ser la persona que mas sabe sobre el pasado de Roman, quizás no conozca del todo en lo que su hermano se ha convertido pero si al antiguo. Es mi única fuente de información, todo lo que necesito para encontrar algún punto débil en Roman.

¿Porque sigo intentando engañarme?

"El acabó con tu familia."

-No hay mucho que contar, no recuerdo del todo como era Roman cuando era pequeña. Sé que nuestros padres murieron en un accidente, Roman tenía 16 años así que se hizo cargo de mí. No teníamos más familia así que de alguna manera se las arregló para que no acabáramos en un orfanato.

-¿Tus padres fueron también prestamistas?

-No, claro que no, ellos tenían dinero pero debido a que fueron dueños de varias empresas. Roman usó ese dinero para convertirse en lo que es hoy día. La gente que lo rodea ahora es la que nos ayudó a permanecer juntos. Sabes, aunque hay cosas de Roman que no me gustan el me ha sacado adelante, a su manera pero cuidó de mi. Aun así sigo sin estar de acuerdo con lo que hace o en lo que se ha convertido.

-Creo que Roman tuvo que convertirse en adulto demasiado pronto.

No quiero sacar la cara por él, pero solo puedo imaginar a un chico en plena adolescencia teniendo que hacerse cargo de su hermana pequeña. Luchando para que no los separen, saliendo adelante por sus medios. Quizás no los más limpios y legales pero ha conseguido proteger a la única familia que le queda.

-¿Le odias?

-Claro que no, son solo peleas entre hermanos. -dice con una pequeña risa. -A veces es insoportable, quiere controlarlo todo y saberlo todo. Él nunca me había levantado la mano, excepto ese día. ¿Crees que no me gustaría recibir muestras de afecto por su parte? Claro que si pero Roman es así, se preocupa por mí a su manera.

-El te quiere Claire, si tiene sentimientos.

...

Viernes 23 de Marzo

Despierto cuando Claire comienza a tirar de mi brazo para hacerme levantar de la cómoda cama. Entre quejas y gritos por parte de mi amiga me dejo arrastras fuera de esta ya que como siempre llegamos tarde a clase.

Tomo ropa prestada de Claire para después mirarme al espejo y suspirar al ver las ojeras bajo mis ojos. Me veo horrible, más teniendo en cuenta que su ropa no me queda.

¿Porque tengo que ser tan delgada?

Me ato el pelo en una cola alta y corro junto a Claire fuera de la casa para subir a su auto y marcharnos sin perder mas tiempo. Siempre somos las únicas en llegar tarde. Menuda imagen damos representando al grupo de animadoras.

Ops, vaya, se me olvidó pasar por la habitación de Roman, fallo mío. Sonrío con malicia pensando en el mal humor que tendrá al notar que me he ido sin cumplir lo hablado la noche anterior. Más bien él lo propuso pero yo no acepté, aunque tampoco me negué.

Disfruta el día Mabel que el señor Graves se encargará de estropearlo.

Russian Roulette © +18 | Libro #1| Bill SkarsgårdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora