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Tanto Claire como yo permanecemos sentadas en los asientos traseros del coche mientras Roman conduce el auto con Aaron a su lado.

Al fin y al cabo mi amiga y yo somos iguales, siempre metiéndonos en problemas. Tengo mucha curiosidad de cómo va a decirle al pobre chico que ya no quiere estar con él. No me gusta lo que hace, debió dejar la relación antes de irse con Holden.

Pero algo que si no quiero ver es la reacción de Roman al enterarse que su hermana estuvo enredada con Aaron. Y peor aun que lo está otra vez con Holden, persona que Roman detesta.

El auto se estaciona frente a la casa de Jeffrey y los cuatro abandonamos este. Los chicos caminan frente a nosotras mientras mi codo golpea con suavidad el costado de Claire llamando su atención.

-¿Qué ocurre?

-¿Se lo dirás?

-Sí, pero necesitamos estar a solas más tiempo, no se lo iba a decir en el coche.

-Por favor que Roman no esté cerca.

-No claro, encontraré mejor ocasión. Además prefiero no darte otro problema con el que lidiar, ya tienes suficiente con lo tuyo.

-Gracias amiga. -digo con sarcasmo.

Las puerta de la mansión es abierta para nosotros y uno de los empleados nos indica el camino una vez entramos hacia el comedor.

Siempre lo diré, esta casa es enorme, quiero decir mansión, su nombre le hace justicia.

Mi cuerpo se detiene con brusquedad y me atraganto con mi propia saliva al ver sentados en aquella mesa a Jeffrey, la perra de Cristina y... Holden.

Puedo observar como los músculos de Roman se tensan al verlo pero el capullo frente a nosotros solo sonríe. El siempre de tan buen humor pase lo que pase.

-Roman, te voy a pedir que sujetes el nervio y no te pongas hecho una furia. -dice Jeffrey levantándose de su asiento.

-Oh no, estoy perfectamente. Pero, ¿Qué hace este hijo de puta aquí?

-Relájate hermano yo no te he faltado, psicópata.-habla Holden con humor en su voz comiendo una aceituna sin preocupación alguna.

¿Acaba de llamarlo psicópata? Esto no va ir bien.

-Mejor psicópata que meter la polla en agujero que se me ponga por delante.

¡Oh por dios! Cállate Roman, maldita sea, si el supiera.

-Roman. -suspiro posando la mano sobre su hombro.

Puedo escuchar su respiración acelerada y como cada fibra de su cuerpo emana peligro.

"Aléjate de el ahora mismo."

-Chicos basta por favor, quería reunirlos a los dos porque juntos hacemos los mejores negocios y lo saben. Dejen de comportarse como niños, esto es trabajo. -dice Jeffrey intentando calmar realmente más a Roman ya que Holden está de lo más relajado riendo y comiendo como si nada estuviese pasando.

Qué decir de las miradas de Claire hacia el chico que permanece sentado al lado de Cristina que no para de sobarlo.

-No pienso hacer ningún negocio con esa miseria.

-Roman hijo, de verdad eres como una patada en el trasero.

-Si Roman, deja de ser tan rencoroso, no tengo culpa de que todas las mujeres quieran abandonarte por mí. Ni siquiera Mabel te aguantó más, pero siempre haces de las tuyas hombre. Disfrutaré el día en el que ella huya de ti.

¿No puede acaso mantener su boca cerrada?

Pero sin tiempo a asimilarlo Roman se abalanza sobre la mesa alcanzando a Holden y propina un puñetazo contra su mejilla haciéndolo caer con la silla.

Russian Roulette © +18 | Libro #1| Bill SkarsgårdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora