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Mi mirada permanece sobre el cuerpo de Axel caminando hacia la salida de la casa tirando de su maleta más que cabreado. Lo comprendo, claro que lo hago, este no fue el plan pero aquí estoy.

Viéndolo irse mientras les dedica a Claire y Roman una mirada fugaz antes de abandonar la casa dando un portazo.

Maldita sea, lo he jodido todo, he jodido a este hombre que ha permanecido a mi lado un año cuidándome sin pedirme nada a cambio. Bueno, más bien el si quiso algo. ¿Me siento mal? Más que eso pero no puedo hacer nada.

El es un chico maravilloso, de los que ya casi no quedan y debe tener a su lado una mujer que de verdad le ame.

¿Y que se supone que debo hacer ahora? Mi vida ha cambiado en estos dos años. Empecé mis estudios de medicina en Australia después de que la nena naciera. Mi madre y hermano se encuentran ahí.

Dios, ellos se pondrán como locos cuando se enteren de mi decisión. Si, ambos saben que Roman es el padre de Aurora, pero no que sigo enamorada de él.

Maldita sea, las cosas se complican y no sé cómo voy a llevar todo esto. Mucho menos como hacer a Roman entrar en razón y que me acompañe a Australia.

¿Y cómo hacer que mamá y Dallas lo acepten? Será misión imposible.

Suspiro decidiendo dejar de pensar en ello de momento y disfrutar de la que ahora también es mi otra familia. Ya habrá tiempo para todo.

Comienzo a caminar hacia Roman pero freno mis pasos al ver como este abraza a su hermana con Aurora en brazos. ¿Pero qué es esto? ¿El mundo al revés quizás y no me he enterado?

Mentiría si dijera que esto no hace que mi corazón de un vuelco de la ternura. ¿Quién es él y que hizo con Roman?

Pero sigue siendo el mismo, sigue siendo Roman, con su parte buena y parte mala y aun así ambas me enamoraron, bueno, la mala no tanto.

-¿¡Has visto eso!? -grita Claire corriendo hacia mí para abrazarme. -¡Mi hermano me abrazó por primera vez en su maldita vida!

Rio viendo a Roman rodando sus ojos a la espalda de Claire mientras mece a su hija que se ha quedado dormida entre sus brazos. Una imagen digna de enmarcar.

-Que exagerada es. -se queja Roman acercándose a ambas. -La nena se ha dormido. La llevo a su cuna. -dice para después dejar un beso sobre mis labios y caminar lejos de nosotras.

Joder, adoro a este hombre. No puedo evitar mirarle embobada mientras camina hacia las habitaciones abrazando a su hija dormida. Quizás si hubiese sabido que mi marcha ocasionaría esto en Roman me hubiese ido antes.

-Así que han vuelto. -realmente nunca salimos. -No puedo creer que ese sea Roman. -dijo Claire mirando como Roman desaparece ante nuestra mirada. -Sabía que le faltabas. Cuando te fuiste Holden me contó que Roman estuvo en la mierda. Quise más de una vez acercarme a el pero por lo que le oculté no quiso ni verme. Hasta juró pegarme un tiro.

-Roman lo único que necesitó fue amor y lo tuvo siempre pero no estaba dispuesto a aceptarlo. Quizás ahora más que nunca el va a cambiar, porque jamás he visto esa mirada en él como cuando le dije que Aurora es hija. Si, el puede mirarme a mí con amor, ahora lo veo, pero su mirada hacia Aurora es distinta. Es como si supiera que ahora tiene una oportunidad, la oportunidad para hacer las cosas bien.

-Eh chicas, ¿Qué le pasa a Roman? Creo que está drogado o algo parecido. - dice Holden apareciendo por el mismo camino por donde Roman ha marchado.

-¿Cómo que está drogado? -pregunto alarmada sin esperar su respuesta caminando con rapidez hasta que Holden me frena.

-Es una forma de hablar Mabel. Me refiero que me ha detenido para darme las gracias por cuidaros y que quiere empezar de cero. ¿Pero qué has hecho con el imparable Roman, criminal de los criminales, al que la muerte no le teme?

Me encojo de hombros sin saber que contestarle ya que eso a mí también me toma por sorpresa. Si que está empeñado en hacer las cosas bien. Y para que mentir, estoy encantada con eso.

El móvil vibra dentro de mi bolsillo y saco este para ver el número de mamá en la pantalla. Mierda, se me ha olvidado llamarla para avisar que todo está bien. Bueno, bien para mí porque el pobre Axel...

Cuando deslizo el dedo sobre el botón verde la voz de mi madre entre gritos invade mis oídos haciendo poner una mueca de disgusto. ¿Qué mierda? Tanto Holden como Claire me miran ya que ambos pueden escuchar la voz histeria de la mujer.

Axel la ha llamado.

-No estoy entendiendo nada madre. ¿Puedes relajarte?

-¿¡Que me relaje!? ¿¡A que fuiste ahí Mabel!? No puedo creer que sigas enamorada de ese tipo, no puedo creer que no quieras tener a un hombre como Axel a tu lado y si a esa otra escoria. Pensé que fue un tontería, que estabas confundida, pero no, tu realmente amas al asesino de tu padre.

-¡Basta! -mi grito es más fuerte que los suyos consiguiendo que deje de hablar. -El no mató a papá y lo sabes muy bien. Todo lo que hemos sufrido empezó gracias a tu marido así que todo hasta este instante es gracias a él. ¿Y sabes que más? Gracias papá, tu idiotez, tu falta de cuidado y haber jugado con tu familia ha traído algo bueno, a mi hija.

-Todos amamos a Aurora pero no vamos a aceptar a ese criminal Mabel.

-No hace falta que vosotros lo aceptéis, porque es mi novio, no el tuyo mamá, ni tampoco de Dallas. La persona que debe aceptarlo soy yo y mi hija que es su padre.

-Vas a perder otra vez todo por su culpa.

-¿Sabes qué? Iba a proponerle ir a Australia, empezar de cero ahí, para estar cerca de ti pero gracias mamá. Me has ahorrado una discusión porque eso ya no va a pasar. Hablaré con la universidad y haré los cambios pertinentes. Cuando se te quite la tontería y quieras saber de tu hija, tu nieta y... tu futuro yerno quizás, hablaremos. Pero esta es mi familia también, él lo es, por separado no sabrás nada.

Sin pensarlo dos veces cuelgo la llamada para después dirigir mi mirada a Holden y Claire que me miran con sus bocas abiertas. A sus espaldas, Roman permanece de pie igual de sorprendido hasta que una sonrisa se dibuja sobre sus labios.

-Entonces es oficial, te quedas. -dice caminando hacia mí con las manos en sus bolsillos mientras muerde su labio inferior.

-Te dije que si pero solo si algunas cosas cambian.

-¿Como cuáles? -pregunta llegando frente a mí para rodear mi cintura con sus brazos.

Claire hace una seña hacia su novio para que nos dejen solos pero los freno ya que esto también lo incumbe.

-Se acabó la ruleta rusa Roman. Y no es solo porque puedo quedarme sin novio y mi hija sin padre. Es también porque no quiero ese mundo cerca de ella, de muerte, trapicheos y tampoco drogas. -digo esta vez mirando a Holden. -Quiero que ambos se busquen un trabajo normal, algo serio o de lo contrario no se acercaran a Aurora.

Roman asiente sin dudarlo, es obvio que él puede dejarlo cuando le dé la gana. Es su propio jefe, es su dinero y tiene el suficiente para toda la vida. Le importa una mierda dejarlo todo.

En cambio Holden parece pensárselo y sé que el debe rendir cuentas a alguien superior. No es lo mismo traficar con drogas que ser prestamista.

-Lo intentaré. -dice después de unos largos segundos mientras Claire besa su mejilla repetidas veces enganchándose a su cuello.

-Roman, intenta ayudarle por favor. -le susurro viendo como el asiente para después dejar un suave beso sobre mis labios.

Y aunque quiero que todo sea color de rosa, aún quedan asuntos por zanjar. Pero no como los de la gente normal, claro que no.

Los nuestros son ilegales.

Russian Roulette © +18 | Libro #1| Bill SkarsgårdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora