Russian Roulette © +18 | Libro #1| Bill Skarsgård

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Jueves 3 de Mayo

Permanezco sentada frente a aquella puerta blanca mientras Claire deja leves caricias sobre mi pierna sin atreverse a decir palabra.

¿Qué puede decir? He pensado en que ella es una estúpida por embarazarse y me está pasando a mí. Pero tiene que ser un error, yo no puedo tener hijos, tuve que vivir con ese diagnóstico parte de mi vida y aceptarlo.

Debe ser un error, no hay otra explicación.

La puerta frente a nosotras se abre y el doctor Torres sonríe al verme. Hace tiempo que no lo veo ya que me negué a cualquier revisión. ¿Cómo fui tan estúpida?

-Vaya Mabel cuanto tiempo, no sabía que teníamos cita.

-Si, pedí una urgencia y me la concedieron al ser paciente suya de hace años aunque haya dejado de acudir a su consulta.

-Bien, ven pasa dentro.

Tomo la mano de Claire y tiro de ella adentrándonos en la consulta. Con los nervios a flor de piel me siento en una de las dos sillas frente a su escritorio al igual que mi amiga fiel. No quería arrastrarla a eso, pero necesito su apoyo, ahora más que nunca.

-Y dime, que ha pasado. -dice el doctor una vez cierra la puerta y se acerca a nosotras.

-Estoy embarazada. -digo sin rodeos. -Al menos eso creo, pero usted me dijo que no podía tener hijos.

-Oh vaya, pero no querida, te dije que sería difícil pero no imposible. Muy pocas mujeres se quedan embarazadas con tu enfermedad sin acudir a una clínica especializada. Solo uno de tus ovarios esta obstruido Mabel, el otro cumple su función. Al parecer seguiste el tratamiento que te di años atrás así que debió dar sus frutos.

-Entonces...

-Mira, túmbate sobre la camilla a tu espalda y vamos a ver cómo va todo y si realmente estas embarazada. Los test de farmacia a veces fallan. -dice señalando la camilla.

Me levanto de la silla y me encamino a esta para después tumbarme sin apartar mis ojos de Claire. Ella asiente siguiendo mis pasos y toma mi mano.

El doctor Torres se sienta sobre una silla de ruedines y se acerca a mi encendiendo una maquina situado a mi costado. Se lo que es y no sé cómo sentirme en este momento. ¿Voy a verlo?

-Levanta un poco tu camiseta y desabrocha tu pantalón Mabel.

Sigo su indicaciones y me sonríe al tener acceso a mi piel. Toma el tubo de gel y coloca una pequeña cantidad sobre mi vientre bajo. Estoy tremendamente nerviosa y tiemblo cuando coloca el aparato sobre mi vientre mientras la pantalla es solo oscuridad.

Pero esta cambia y ahora puedo verlo, dentro de una mancha más grande grisácea, un pequeño guisante negro.

-Mira, ahí está, ese test no se equivocó. Estas embarazada.

-Oh dios, de verdad voy a tener un sobrino.

-O una. -dice el medico con una sonrisa.

Y yo no sé cómo reaccionar. Me quedo ahí, inmóvil mirando la pantalla embobada por esa pequeña mancha que es mi bebé, mi futuro bebé.

-¿Vas a tenerlo Mabel? -pregunta Claire algo temerosa por mi respuesta.

-No sé, supongo que sí.

¿Voy a hacerlo? ¿De verdad voy a traer una criatura indefensa a este mundo y a ponerla en las manos de Roman?

Y ahora es cuando realmente lo asimilo, es hijo de Roman. Dios mío, el no puede saberlo, se volvería loco. No puedo dejar que me haga más daño, menos al pequeño o pequeña que crece dentro de mí.