Capítulo 16: Detalles Que Se Escapan.

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Jonathan y Terense habían pasado la noche anterior entrenando, Terense le enseño a Jonathan las técnicas más básicas para el uso y manejo debido del arma junto a técnicas de cuerpo a cuerpo, lo preparo para lo peor a sabiendas de que el lugar al que irían no sería seguro. Pero era donde más pistas encontrarían. Durante todo el camino Jonathan no paraba de repasar uno a uno las técnicas que aprendió, su mente estaba inquieta mientras a su lado estaba Terense, relajado y calmado. Todo un veterano con años de experiencia sobre sus hombros. Al momento de llegar ven la casa, imponente y misteriosa. A pesar de ser la segunda vez a la que van, se sentía la intensidad en el aura negativa, malas experiencias junto al clima nublado y el frio acogedor del ambiente. Ambos se internaron en la misma. La puerta permanecía cerrada con un candado, ambos se vieron a los ojos.

–Relájate, te enseñe o mejor que pude y también te enseñe que estar tenso no ayuda. Entre los 2 tenemos 30 tiros, 15 y 15. No creo que pueda haber 30 personas adentro, en todo caso tienes tu cuchillo y técnicas para defenderte. –Con una mirada llena de esperanza Terense sonríe mientras saca su pistola y se pone en posición. Derrumbando la puerta de un golpe.

Terense tomo ventaja y se adelantó revisando todo el panorama, todo seguía igual a la última vez. Solo que, en la mesa del comedor, había platos con comida servida. Jonathan miraba los alrededores de forma torpe intentando de que la pistola no se interpusiera en sus pasos. El peso de la misma era una leve distracción. Pero continuaron, la comida estaba podrida pero todavía dejaba escapar leves retazos de humo, había sido preparada recientemente. Así que ambos subieron por las escaleras con cuidado mientras el crujir de las mismas los delataban. El sonido del aire entrando por las aberturas y paredes rotas dejaba sentir el frio ambiente, que evoco un escalofrió en Jonathan. La primera habitación estaba vacía, exceptuando las cosas de la última vez que fueron. Después de eso escucharon un crujir en la habitación del fondo. Se miraron y entre los dos, caminaron lentamente, con el crujir de los escombros a sus pies y su leve respiración. Ambos se pusieron al lado de la puerta y Terense asomo la mirada, mientras rápidamente asomaba su arma y se paraba firme. Después bajo el arma y apretó los ojos con fuerza mientras se daba la vuelta asqueado.

–Despejado. –Susurro mientras Jonathan se acercaba.

Al asomarse se repudia y comienza a vomitar a un lado. Era una escena desagradable, en la cama yacía dos cadáveres el de una mujer amarrada a la cama, totalmente desnudo y el de un hombre encima del mismo modo. El hombre estaba amarrado con cuerdas clavadas a las paredes asiendo que la escena se asemejara a una violación. En las paredes se podía leer; "No lo olvides, ella no lo hará" escrito con sangre. Después de eso se devolvieron asqueados. Terense reviso a Jonathan, pero este le aparto y continuaron.

–Fernando se está burlando de nosotros. –Susurro Jonathan mientras apretaba el mango de la pistola con rabia. –Ya está involucrando gente inocente. Inculpando a Vidick y quien sabe que más.

–Calma, revisemos el sótano y quememos el lugar.

–¿Quemarlo?

–Sí, es un lugar peligroso como para dejar que más gente entre por curiosidad.

–¿Qué pasara con los cadáveres? Sus familias tienen derecho a reclamarlos.

–No sabemos que puedan tener, es mejor quemarlos...

Continuaron bajando, la puerta estaba cerrada. Y la mesa del comedor estaba desordenada. Ellos no habían escuchado nada, pero el rastro de comida llevaba al sótano. Continuaron caminado, Terense al frente mientras Jonathan permanecía detrás de él, guardándole la espalda. Mientras bajaban un escalón se rompe y el pie de Jonathan queda atascado mientras Terense lo ayuda escuchan como al fondo rebota como un eco el rechinido de un metal siendo arrastrado. Eco que desespero a Jonathan y lo hizo alarmarse. Terense le ayudo a sacar el pie mientras mantenía la compostura, ambos siguieron caminando hasta el cuarto oscuro donde encendieron sus linternas. No podían ver nada más que polvo y pelusa revoloteando ante las luces. Caminaron cuidándose las espaldas mientras que detrás de los pilares emergía una figura esbelta, encorvada y ensangrentada. Con unas uñas largas hechas de metal y un pelo largo, pero totalmente descuidado. Jonathan en ese momento alzo su pistola temblorosa mientras Terense se erguía confiado dando pasos lentos hacia el frente, buscando proteger a Jonathan.

El Camino de Redeem. (Old Version) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora