Lio respiró hondo y exhalo, la gruesa puerta no podría ser penetrada por el Cazador, comenzó a caminar lentamente por el pasillo, se acercó al primer ventanal.
Era una especie de salón o guardería llena de juguetes y cuadernos para dibujar. Dentro de ellas había un total de seis cadáveres que caminaban y rondaban sin expresión alguna o mueca de preocupación, tenían sangre en la ropa y en la boca. —Son de esas cosas... —Pensó Lio.
Continuo hasta el segundo, donde había 6 niños más y un adulto, el cuarto era una réplica exacta al anterior este estaba desnudo y al igual que los niños era una de esas cosas. Lio asqueado continuaba lentamente.
En la tercera apareció la misma cantidad de antes en una habitación exactamente igual. Más un niño mayor con cerca de 14 años. Este estaba igualmente desnudo, pero con una gran cortada por las caderas y sin pene, había sido amputado y sus heridas seguían sangrando. Lio no podía evitar ver la escena y sentir pena, tristeza y una gran rabia. Al fijarse detalladamente al adulto con un cuchillo amarrado a la mano con cinta, el cuchillo seguía goteando sangre.
Ya en el cuarto vidrio aparecen los niños desnudos junto al tipo. En este punto Lio se preguntaba cuántos niños asesino solo para hacer esa macabra secuencia de teatro. La única diferencia en esta era que el adulto estaba desnudo. Podía escuchar niños llorar al final del pasillo, estaba aterrado de continuar.
Siguió al quinto vidrio donde vio a un adolescente en una esquina, en posición fetal. No hacía nada, este si era un cadáver definitivamente. El cuarto estaba vacío y solo estaba él adolecente. El sonido de los niños llorando se hizo más prominente. Lio sentía como le temblaban las manos y los labios, su cabeza daba vueltas mientras su estómago rugía de hambre. Su cabeza le dolía y sentía todos los malestares posibles.
Al llegar al sexto vidrio se alteró. Varios niños llorando, parecían estar bien, su comportamiento era natural y no parecían heridos. Luego se abrió una puerta y se hizo el silencio total. Un hombre delgado y raquítico, parecía un drogadicto. Totalmente desnudo, parecía estar normal también. A diferencia de los otros este no parecía estar herido y hasta comenzó a hablar. –Disfruta del show. –Dijo sonriendo y volteando a ver al vidrio. Lio se sobresaltó de muerte y noto como el tipo tuvo una erección. Se acercó a los niños, ellos no sabían que pasaba.
Había 3 niños y dos niñas. El tipo agarro a una niña y le arranco la ropa de un tajo, esta lloraba mientras el tipo la manoseaba y metía su mano en sitios que alteraron a la niña. Los demás se arrinconaron a llorar, Lio se paralizo del miedo. Intento hacer algo. El vidrio era anti balas. El solo podía contemplar la escena, los niños lloraban mientras Lio veía sangre escurrir de la niña, mientras lloraba el tipo la puso contra el piso mientras abusaba de ella, la ahorcaba con fuerza. Nadie podía hacer nada mientras la niña perdía su vitalidad poco a poco. Su cabeza se tornaba azul mientras lentamente dejaba de resistirse. Lio sentía un mar de prepotencia con asco, intento gritar e impedirlo, pero fue en vano. Al morir el tipo le escupe a la niña encima varias veces y la tira contra la pared, agarrando a la última niña. Con ella probo otro lado, casi podía sentir el sonido del desgarre que provoco aquel acto. La niña suplicaba llorando del dolor mientras Lio lloraba golpeando el vidrio, la escena duro un largo tiempo. Donde el tipo dejaba brotar una escena psicótica de violación tan explícita y pausada que hizo vomitar a Lio mientras lloraba.
El tipo se tomó su tiempo para disfrutarlo, cumpliendo deseos sadomasoquistas con aquellas pobres almas. Después del tercer niño, Lio solo podía agradecer no sentir ni una pizca de placer ante tal acto. Deseando que el tipo tuviera el mismo sentimiento, Lio dejo de llorar y solo miro. Se obligó a hacerlo, cada niño era una forma más enferma de abuso sexual y psicológico hacia ambas partes. Al llegar a los dos últimos Lio noto a un niño con pijama azul y perros rojos. Esta tenía una "D" en su pecho y el otro niño una camisa de pizzas con una "W" en grande en su espalda. Lio volvió a llorar mientras recordaba todos sus sueños y golpeaba el vidrio aterrado maldiciendo.
–Los muertos no hablan, los muertos no reviven, el pasado se queda en el pasado. –Se repetía Lio a sí mismo. La puerta se había abierto después de la muerte de la primera niña. Sentía que verlo todo era su responsabilidad.
De un momento a otro el tipo con un cuchillo rebano el cuello del niño con la "D" en su camisa. Lio entro en un fuerte shock paralizándose y entrando en una especie de transe, perdiéndose en su mundo mientras todo continuaba.
Cuando todo termino, el tipo comenzó a reírse. Lio vio los 6 cadáveres sin ningún tipo de emoción tenían semen repartido por todos lados y en todos sus orificios, grabo la expresión de satisfacción del tipo, respiro hondo y continuo. Llego justamente a las escaleras. Escucho aquel sonido de ronquido y volteo asustado solo para ver al cadáver del tipo romper el vidrio blindado mientras esa vestía derrumbaba todo. El monstruo lo levanto por encima de su cabeza y le exprimió la de él, deleitándose con su sangre de forma sádica mientras lentamente lo trituraba con esas fauces. Lio aterrado corrió.
No sabía a donde iba ni donde terminaría, pero corrió. Su cuerpo estaba tan maltrecho que cada paso se sentía una victoria por sí misma. Tantas heridas y cansancio le golpeaban psicológicamente, podía escuchar a los niños llorar, a Ange reír, Elisabeth suplicar y a su madre gritarle. Al agotarse simplemente se detuvo, escuchaba al monstruo correr detrás de él. Cuando empezó a ver a un grupo de soldados armados correr hacia el apuntando. No dijeron nada, tampoco necesitaban, pues Lio comenzó a huir de ellos a través de los pasillos. Al llegar a una puerta, sintió como los disparos le rozaban la nuca.
Asustado se tiro contra el piso y gateo por el piso yendo hacia una esquina a cubrirse. Al percatarse que una bala le había rozado el muslo del pie derecho. Sentía como le ardía y con lágrimas en los ojos apretaba los dientes. Delante de él se materializo de la nada Ange, junto a aquel niño que le perseguía. Ambos le miraban con decepción.
–Lo lamento, no soy lo suficientemente fuerte. –Dijo Lio mientras veía su dedo y su anillo de hilo rojo.
Él se sentía tan culpable por todo y no podía evitar el querer levantarse. Lo hizo a cuentas gotas y respirando hondo intento cruzar. Escucho el mismo sonido de motor seguido de disparos, su corazón se detuvo mientras corría hasta la puerta. Vio a los soldados ser atacados por el monstruo mientras este mataba uno, Lio no contuvo una sonrisa mientras cerraba la puerta y pensaba. –Eso fue por lo del supermercado malditos.
El cuarto estaba totalmente oscuro. Lio no veía nada, levanto su cámara y la encendió. Viendo de inmediato a 5 personas dentro mirándole fijamente, todos sin pupilas, estaban sentados viendo una Tv apagada. Lio cerro los ojos mientras su corazón y un fuerte escalofrió le golpeaban con fuerza. Se acercó lentamente mientras los tipos le seguían la mirada. Camino hasta la puerta del otro lado. Al intentarla abrir uno de ellos se levantó y comenzó a caminar hasta él. Lio abandono el lugar rápidamente cerrando la puerta de golpe y dejando atrás a todo lo que le seguía.
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El Camino de Redeem. (Old Version)
AléatoireNota: Este libro esta siendo reescrito a su versión final y pronto lo subiré. Lio vive la típica vida de un adolescente quejumbroso en la secundaria. Su mayor problema no pasa de un simple engaño amoroso y de vez en cuando problemas con sus amigos...