Capítulo 6: Techo desconocido.

15 8 0
                                    

Lio despierta al cabo de unas horas acostado en una habitación totalmente blanca, con una gran ventana a un lado tapada por una cortina. El ambiente estaba frio y calmado, el color de la habitación entraba en perfecta armonía con todo alrededor. Se hallaba en un hospital. Recordó de golpe todo lo que paso y se tocó el hombro. Estaba bien vendado y al moverlo le inundo el dolor por lo que se limitó en sentarse y reclinarse. En ese momento paso el doctor junto a su familia.

—¿Qué paso? —pregunto confundido y alterado.

—¡¿No sabes que paso?! ¡Casi te matas desangrado por andar dándotelas del héroe por una carajita cualquiera! —grito la mamá preocupada mientras lloraba—. Te he dicho que evites los problemas, ahora quien sabe si te llevaran preso —agrego con la voz triste y preocupada.

—¿¡Preso!?¿por qué? —respondió alterado mientras miraba a todos en la habitación.

—Cálmate está exagerando, tienes que descansar —dijo el papá mientras sonreía aliviado.

—Eres terco ¿sabías? ¿Se suponía que este hombre me cuidara? —dijo Alen mientras revisaba su teléfono tranquilo.

—Bueno, bueno déjenlo respirar —dijo el doctor mientras revisaba el hombro de Lio—. Debes estar confundido ¿no?

—Un poco si —respondió Lio—. Me quede en la parte donde me desmaye.

—Bueno en ese instante llego la policía y los encontraron —dijo el doctor—. Pero esto es algo que te tengo que contar alejado de tu familia y con un oficial para que hagas una declaración. Cuestiones legales más que todo.

—¿Y un abogado? —pregunto Alen.

El doctor soltó una leve carcajada —será que no —respondió desconcertando a Alen.

—Está bien, me pueden dejar con el doctor y que pase el que tomara la declaración.

—¿Me estas corriendo Lio? —pregunto su mamá en un tono agresivo.

—No mamá, estoy bien, no se preocupen más por mí. Solo déjenme acabar con todo esto para poder quedarme tranquilo.

Su mamá guarda silencio y pone su cara de desaprobación marchándose dejando a Lio solo con el doctor y un oficial que entro.

—Explíquenme que fue lo que paso después —dijo Lio mientras agarraba un poco de agua.

—Bueno ponte cómodo tardare un rato en ponerte al corriente —dijo el oficial mientras sacaba un pequeño cuaderno de notas.

—Está bien —respondió Lio.

—A la una cuarenta y cinco de la madrugada recibimos una llamada de tu amigo Jonathan, él nos dijo que había un intento de asesinato y violación, nos pasó la dirección, pensaron que era una llamada de broma así que tardaron en mandar un equipo, el cual apenas llego vio el cadáver del desafortunado joven. Pidieron refuerzos y llamaron una ambulancia que llego unos diez minutos después. El segundo equipo entro rápidamente a la casa. Encontrándolos cerca de la puerta. Tu amigo estaba tranquilo sentado mientras tu novia lloraba contigo entre sus brazos y la otra muchacha permanecía sentada, no se quiso ir con ningún hombre.

—No es mi novia —agrego interrumpiendo al policía.

—Ella fue la que nos dio esa información, pero está bien —respondió el oficial mientras escribía en el cuaderno—. Prosigo, La ambulancia llego a los cinco minutos y atendieron a José, a ti y por ultimo a Jonathan, en ese orden. Los policías interrogaron a Ange y a Jonathan. José llevaba quince minutos muerto, desangrado. No encontramos rastro de Vidick más allá de su sangre y menos de Fernando. Además de que la historia gira entorno a adolecentes alcohólicos. Ange no les adjudico ningún cargo, ni intento de violación, ni el asesinato

El Camino de Redeem. (Old Version) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora