Una fuerte luz blanca penetraba en sus pupilas mientras el fio recorría su cuerpo desnudo, no estaba cansado. Se sentía lleno de energía, pero con hambre, se intentó levantar y en ese momento sintió un fuerte dolor en todo el cuerpo y se volvió a acostar.
–Espero que este sea el infierno. –Dijo Lio viendo el techo.
–No lo es, al menos no gracias a ti. –Comento una joven hermosa que entro, era pelirroja. Vestía un traje militar verde ajustado que resaltaba su figura esbelta y bien dotada con una cara perfilada y joven, sin arrugas ni desperfectos. Lio no pudo evitar sonrojarse.
–¿Dónde estoy? –Pregunto Lio tratando de sentarse.
La muchacha lo ayudo a sentarse mientras le daba unas pastillas. –Tienes suerte de no estar en la morgue he visto cadáveres en mejor estado que el tuyo. –La muchacha le puso ropa aun lado de todo.
–¿Que tenía? –Pregunto Lio viendo gran parte de su cuerpo vendado. –Pues tienes 3 fracturas de costillas, 3 dedos esquinzados, muchas fisuras, una herida de bala en la pierna. Tu herida del hombro se volvió a abrir por el sobreesfuerzo, perdiste mucha sangre, muchas cortadas que casi se infectan y estas infectado con el virus. –Lio se asustó y empezó a hacer muchas preguntas.
–¿Qué? ¿Infectado? ¿Porque sigo vivo? ¿Porque no me mataron? –La muchacha salió de la habitación.
–Estaremos en la cubierta ahí te explico todo, por cierto, me llamo Claire.
Al abandonar la habitación Lio se dispuso a vestirse mientras veía la herida de su pie. Noto su anillo de tela, seguía siendo rojo. –Supongo que se quedara así siempre. –Se levantó y una vez vestido marcho a un paso increíblemente lento hasta la cubierta.
Le dolía todo de forma casi literal. –Supongo que no mentía con respecto a mis heridas. –Dijo Lio animándose. Al llegar a la cubierta Vio a Jolyne sentada junto a Jonathan en sillas plegables tomando el sol. Claire estaba junto a un hombre fornido y alto. Muy musculoso, este también vestía ropas militares. Jolyne al ver a Lio se levanta alegre y lo abraza. –Jolyne más cuidado, tengo los pulmones quebrados. –Jolyne ignoro este comentario y lo siguió abrazando.
–Cállate maldito, me asustaste. –Lio comenzó a reír mientras Jonathan le daba la mano con una gran sonrisa. –Ya me había preocupado por quedarme sin princesa que rescatar. –Lio le saco el dedo con una sonrisa notando su hombro vendado y se voltearon frente a los soldados.
–Es un placer verte vivo Lio, me llamo Christofer, pero puedes decirme Chris. –Dijo estirando su mano para estrecharla.
–Un placer, gracias por salvarme la vida. –Respondió Lio con pena.
–Agradécele a mi hermana, ella hizo un milagro operándote. –Lio apenado le estrecho la mano a Claire y con una sonrisa pícara se la dio.
–¿Pueden ponerme al día? –Pregunto Lio mientras se sentaba y recibía un gran emparedado de Claire.
–Bueno, encontramos a tus amigos en un bote horriblemente viejo y los montamos en el nuestro, ellos estaban perdidos en el mar. Tenían a un pequeño cachorro. –Al momento de decir eso Lio escucho un pequeño ladrido y vio al pequeño Sif caminar hacia ellos, era pequeño pero lo suficientemente grande para correr con energía. –Te vimos con el suéter de Terense y pensábamos que había pasado algo mal y fue cuando Jonathan nos contó toda la historia y nos enseñó tus grabaciones. Nos tomó días revisar todo el material, pero todo coincidía bien, los acogimos en el barco mientras sanabas.
Lio con la boca llena de comida interrumpió. –¿Días? ¿Cuántos? –pregunto Lio asombrado.
–Cuatro días, con este son cinco. Me sorprende que despertaras tan temprano. –
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El Camino de Redeem. (Old Version)
De TodoNota: Este libro esta siendo reescrito a su versión final y pronto lo subiré. Lio vive la típica vida de un adolescente quejumbroso en la secundaria. Su mayor problema no pasa de un simple engaño amoroso y de vez en cuando problemas con sus amigos...