No he podido dejar de llorar, la idea de alejarme de Chris me dolía, me hacía sentir débil y expuesta. Había dejado a mi familia sin brindarles explicación alguna, ahora sólo me encontraba en el aeropuerto esperando a que mi vuelo saliera para encontrarme con Chris. El tiempo ahora parecía avanzar lento, muy lento. La sensación que inundaba mi ser era muy parecida a la de una maldita tortura.
Mi vuelo se anunció y agradecí porque fuese tan pronto como se pudiese. Subiendo al avión con sólo una pequeña maleta con algo de ropa y documentos.
(***)
Han pasado horas, casi próximas a llegar a las 9 horas sin llegar a su lado. El apetito no aparece, sin embargo el dolor siempre permanece ahí. Tan presente y encendido como siempre.
- Se puede apresurar, por favor. -Le digo al taxista inundando el auto con mi llanto silencioso, al que el chofer sólo asiente con la cabeza.
Siento como si el tiempo aquí pasara tan lento, acariciandome como las olas del mar, simplemente acariciando mi dolor.
El taxi frenó en seco, mientras mi frágil y delgado cuerpo se sacudió al ver al hospital en el que mi novio estaba internado. Tomé unos billetes y le pague al señor, saliendo del auto en camino a la entrada del lugar que sin conocerme más daño me ha hecho.
El olor a desinfectante fué lo primero representativo del hospital, seguido de los doctores y enfermeras corriendo de un lado a otro, mientras qué el dolor en mi pecho comenzó a frustrarme. Decidí llamar a Shalizi, puesto que el debe de saber en donde está Mello.
- Shalizi. -
- Hola, habla Evelyn. Emmm, estoy en la entrada del hospital pero no sé en donde esté Mello. -
- En unos minutos bajo por ti, permíteme. -
- Claro. - no quedaba más que esperar a que viniera por mi, mientras más el tiempo pasaba juré sentir mis piernas a punto de flaquear, para dejarme en el suelo y poco a poco el dolor me hundiria.
Observé todo el hospital con atención, mirando cada fino detalle, sin embargo no había nada que lo hiciera distinto de los otros salvo el dolor insoportable que me estaba provocando a mi.
- ¡¿Evelyz?! - gritó una voz a lo lejos, ese era el sobrenombre que tenía en el canal.
- ¿Eh? - voltee en dirección a la voz, encontrandome con una pequeña niña sonriente, estaba en una silla de ruedas, noté emoción en su mirada. - Hola pequeña, ¿tu me llamaste? -
- Eres Evelyz, ¿cierto? -
- Sí, pequeña. ¡Vaya! - Me había reconocido y honestamente no eran las mejores circunstancias, pero juro que la sonrisa de esta pequeña niña levantó un poco mis ánimos.
- Me llamo Mariana. Yo, yo soy tu fan... ¿Nos podemos tomar una foto? - detrás de su pequeña silla de ruedas estaba una enfermera con un celular en las manos, apreciando el momento.
- Por supuesto Mariana. - me acerqué a ella, mientras sus brazos se abrieron invitandome a un abrazo al que sin duda alguna correspondi.
Era satisfactorio ver que uno de mis sueños estaba cumplido y sin duda alguna el ser la ilusión de unos pocos me hace feliz. Era satisfactorio ver como sus rostros radiaban emoción y felicidad.
Nos tomamos la foto, nos despedimos y le deseé suerte. Era una niña encantadora. Sin embargo eso no me hacía olvidar el jodido motivo por el cual estaba aquí. Al paso de unos minutos un hombre con barba, traje y cabello negro alborotado se acercó a mi.
- ¿Evelyn? -
- ¿Shalizi? -
- Sí. Hola. Un gusto, mira, subamos y te explico como estuvo todo. -
- Por supuesto - y los jodidos nervios no desaparecían.
Llegamos a unas bancas de un largo pasillo. Tomamos asiento, mientras Shalizi volteo a mi.
- No he tenido suficientes informes de Chris, está grave es lo único que me pudieron informar. Pero el piloto que estaba con el, me platico lo que ocurrió. Estaban por llegar al punto de reunión, pero..., una pequeña bomba de gas explotó en los motores, el piloto perdió el completo control del avión, se desequilibró, no pudo controlarlo.
Se estrellaron muy cerca del mar, gracias al cielo Marck, no estuvo tan grave, Chris... fué el que sufrió las consecuencias. - mientras mi corazón dió una punzada intensa de dolor, Shalizi pasó su mano suavemente por mi hombro, - Entró en pánico, sufrió muchos golpes, aún no nos pueden dar un diagnóstico acertado, pero en cuanto terminen de hacerle estudios nos dirán que tiene y cuanto tiempo tendrá que estar aquí.- estaba confusa, la sensación era parecido a una masacre. Aquella de la cual no sabía cual era su final.No pregunté nada, las palabras me eran casi imposible de pronunciar. Mi mente, mi corazón ahora sólo estaba con él.
(***)
Segundos, minutos, horas. Estaba sentada en el mismo lugar, las lágrimas ya casi no eran notorias, pero el dolor seguía, punzando lo más profundo de mi corazón.
Shalizi me regaló un café, sin embargo mi estómago no soportaba alimento o bebida alguna. Me senria débil.
- Familiares de Christopher Comstok. - de inmediato tanto Shalizi como yo, nos levantamos de nuestro lugar, para acercarnos al doctor, que había mencionado el nombre de Mello.
- ¿Que noticias tiene de él? - mencionó Shalizi.
- Bien, tienen que ser fuertes. La situación es complicada, por el momento logramos estabilizar sus signos vitales pero aún no despierta y no lo hará. -
- ¡¿Qué?! - grito con las lágrimas picando mis ojos.
- Me refiero a que, los golpes que recibió fueron muy graves. Tiene un grave derrame cerebral, múltiples fracturas en la columna, tiene dos costillas rotas..., le estamos transfiriendo sangre, mientras lo transportaban aquí, perdió muchísima sangre y nos importa recuperarla, de eso depende si el podría mejorar o evitar otros tipos de daños. Hay que pensar positivo y simplemente esperar a que despierte del coma. - sentía mis piernas fallarme, podría decir que no comprendía nada. Mi corazón dolió de una manera inexplicable. El piso comenzó a dar vueltas, antes de caer al suelo, Shalizi me sostuvo.
- ¿A que se refiere con otro tipo de daño? -
- Debido a las fracturas en su columna... Christopher podría quedar paralítico. - la noticia es aún más fuerte y dolorosa de lo que podría soportar.
Mientras qué todo a mi alrededor da vueltas, mis piernas flaquean para terminar en el suelo. Quedando en oscuridad, paz y soledad.
ESTÁS LEYENDO
Un sueño increíble. © (En Edición)
Novela JuvenilUna historia dedicada a mi hermana, mi impulso día a día. Marshmello es un Dj mundialmente famoso, que al conocer a la mujer de sus sueños, se ve tan vulnerable y enfermo de amor. Decidido a revelar su identidad frente al mundo, sólo por el amor de...