Él sin duda alguna ahora sonaba igual a mi Essau, el que creí el gran amor de mi vida. Sin embargo, no podía pensar en un "nosotros"; aquel término no existía. Debía comprender que jamás existió. Simplemente fué una fantasía que disfrutaría revivir una y otra vez.
- ¿Cómo supiste que era yo? -pregunté deseando evadir el tema.
- Es fácil, yo jamás te olvidaría. Nunca me olvidé de la forma de tu espalda, tu cintura tan bien formada, tu silueta, además del color y la forma de tu pelo, tu aroma; aquel que siempre... -se acercó peligrosamente a mi cuerpo.- Me encanta recordar. -concluyó.
Su aliento golpeó ligeramente mi rostro, haciendo que las ganas de besarlo por última vez llegarán, deseaba un beso suyo. Era tan dulce y tan malditamente deseable en este momento, sus labios se humedecieron y los míos por instinto hicieron lo mismo. Sentí sus manos bajando a mis caderas, mientras que un escalofrío me recorrió el cuerpo entero.
Con ímpetu paso las yemas de sus dedos por el contorno de mi rostro, mi garganta no podía pronunciar palabra alguna. ¿Que diría? ¿Como debía actuar?
Sin embargo cedí a su tan inocente caricia, recargue mis mejillas a sus dedos en busca de más caricias, sin pensarlo coloqué mis manos alrededor de su cintura ejerciendo presión para mantenerlo ahí, conmigo. Tan inocente y a la vez tan imponente, tan cerca y a la vez tan ajeno.- ¿Lo sientes? -preguntó, mientras escuchaba su errática respiración.
- ¿Qué? -pregunté en voz baja.
- Esa conexión que nos unía, nuestro amor... sigue vivo, sigue aquí, -sus finos y largos dedos apuntaban hacia mi corazón.- Quizá lo que tu sientes por mi, no es el mismo sentimiento que yo siento, pero... puedo arreglarlo. Perdóname, vuelve conmigo, mira el daño que nos hacemos, te amo; no imagino una vida sin ti.
Me apretó aún más fuerte contra su pecho, logré escuchar el escaso latido de su corazón. Quería llorar, quería sacar todos aquellos sentimientos que gritaban desde lo lejos los errores que había y seguía cometiendo. No había justificación alguna, ni mucho menos algo que justificara el porque estaba aquí, abrazada y deseando un beso de alguien a quien ya había olvidado.
..."No te engañes"...
Se burló mi subconsciente y sé que tenía razón, si estaba aquí era por un motivo, y aquel parecía ser el maldito impulso y la necesidad que sentí al mencionar aquellas palabras.
- ¿Crees que te he olvidado? ¡Ey! No olvidemos que terminamos esto por tus incontrolables celos... había muchísimo futuro para nosotros, podríamos haber conocido el mundo entero juntos.
- ¿Me amas? ¿Aún piensas en mi?
Sus palabras hicieron eco en mi cabeza. Qué podría responder en aquel momento, lo unico que pasaba por mi cabeza es que en ese momento hubiese dado todo por cambiar el rumbo de las cosas, habría dado todo por no haber cometido los errores que ya estaban hechos, quizá en aquel momento mis pensamientos eran estúpidos, pero sí. Deseaba comportarme como una niñita malcriada, sin preocuparme por mi futuro, por algo formal, sólo quería perderme entre sus brazos y su cama. Sentir su cuerpo cobijandome, compartiendo después de tanto un momento que nos volvería a hacer uno sólo.
Pasé mis dedos por su barba, era tan pequeña, casi no era visible. Era una sensación tan agradable respirar cerca de él.
- Por supuesto que pienso en ti.
- Pero..., ¿me amas?
Suspiré, hace mucho que no pensaba en aquello. ¿Lo hacía? ¿Lo amaba? Chris estaba conmigo desde que prácticamente Essau se había ido. Pero tampoco podía asegurar que todo aquel sentimiento que me unía a el, había muerto. No sabía que responder, así que sin más, aflojé aquel agarre que me mantenía unida a él.
Sin embargo aquello no funcionó, Essau presionó aún más sus manos en mis caderas.
- Mírame a los ojos y dime que ya no me amas. -No podía hacerlo, pero tampoco podía mentirle.- ¿Me dejas comprobarlo?
- ¿Cómo? -le pregunté.
Sentí su aliento golpear fuertemente mi labio inferior mientras este sólo temblaba, relamí mi labio en espera de algún contacto que me sacara de dudas. Y sin pedirlo, unió sus labios a los míos, me besó pausadamente, eran besos cortos, para después sujetarme la cabeza con ambas manos y meterme la lengua, uniendo nuestro sabor en uno sólo, aquel que por ese efímero momento me volvió loca. Coloqué mis manos en su nuca, para tirar de su cabello y acariciar su cuello.
- Mmm; -Jadeé en su boca cuando se separó a escasos centímetros de mi rostro a tratar de recuperar un poco de aire.
Essau recargó su frente con la mía, ambos aún deseosos de más. Con aquel viejo vínculo haciéndose presente.
- Quizá, yo... -murmuré haciendo que mi aliento rozara una vez más sus labios.- Aún te extraño.
Concluí con los labios temblando. No podía creer lo acontecido, me había besado una vez más con mi ex novio.
- ¿Tienes novio?
Oh no, por favor no. ¿Que podría responderle? Sea cual sea mi respuesta lo dañaría, y sin embargo después de todo, no quería lastimarlo.
- Sí. -respondí. Tenía miedo de su reacción, sin embargo, sentí sus manos pasando a mi espalda, me envolvió en su pecho, presionandome cada vez más fuerte.
- No me importa, tenía meses deseando otro beso, y después de esto. Cariño mío, no me importa ser la segunda opción si tan sólo así puedo tener un poco de tu atención, un poco de tu amor. Se que aún me quieres, se que tu corazón aún siente algo por el mío. Yo lo sé.
- Sí, tienes razón. Aún siento algo por ti, aunque no estoy segura de qué; Essau. Jamás serás la segunda opción, esto... sólo fué un impulso, no volverá a suceder.
- Tu también lo deseabas, te conozco perfectamente y no lo hubieses hecho esto si no fuera algo que desearas.
Tenía la jodida razón. Pero sus palabras me habian herido, como era capaz de pensar que yo lo aceptaría como mi amante. Maldita sea, era deseable, mi cuerpo, mi mente, mis labios. Lo deseaban.
Nuevamente lo besé, con pericia, con deseo. Con..., amor.Me aferre a su cuello, él pasó sus manos por mis muslos para cargarme sin separar nuestros labios.
Jadee en su boca. Subimos hasta su habitación, tenía el mismo estilo y el mismo olor.- Me. Vuelves. Tan. Malditamente. Loco. -Murmuró entre besos, desde el lóbulo de mi oreja hasta mis labios nuevamente.
Me colocó de nueva cuenta de pie, frente a el. Deseando cometer algo de lo que quizá después me arrepentiria. Tenía puesto un pantalón mezclilla, una chaqueta, y un hermoso conjunto café. ¿En verdad deseaba esto?
- Essau.
- ¿Mandé?
Respondió sin dejar de besarme.
- Hazlo. -Continué dejándolo con la boca abierta.
- ¿Qué?
- Hazme tuya, quiero que me hagas el amor. Pero..., utiliza condón. Por favor. -Le pedí murmurando. Essau no podía creerlo y honestamente yo tampoco. Ya está, una noche como cualquier otra mi destino, mi forma de ver la vida había cambiado, ahora sólo estaba en la habitación de alguien a quien había amado, deseando ser su mujer por una sola noche...

ESTÁS LEYENDO
Un sueño increíble. © (En Edición)
Novela JuvenilUna historia dedicada a mi hermana, mi impulso día a día. Marshmello es un Dj mundialmente famoso, que al conocer a la mujer de sus sueños, se ve tan vulnerable y enfermo de amor. Decidido a revelar su identidad frente al mundo, sólo por el amor de...