Un sueño increíble. © (En Edición)

MARSHMELLO

Las ganas ni siquiera aparecen para ir a ofrecer el cierre a Tomorrowland.
Me siento decepcionado, triste, incompleto.
No he querido salir de la cama, enormes ojeras aparecen en mis ojos. No quiero ni mirarme al espejo. He perdido un poco de peso, también he cancelado shows y todo por ella, sólo por ella.
Hanna Stocking. Maldita sea que esto parecía una tortura, un maldito castigo de algo que parecía ir tan bien.
¿En donde estaba la falla?

El teléfono no ha parado de sonar desde que desaparecí de L.A.
Estoy cerca, muy cerca del Tomorrowland. Hay algo en mi interior que me está tentando a ir al festival, pero ¿Qué?

Monótono, todo esto y desde hace tres semanas era tan monótono y lo odiaba.
No era fan de la soledad, ni siquiera de la infinita compañía, lo único que que la y parecía tener era amor. El amor de alguien con quien compartiría mi vida entera.

Maldito seas Sonny. Maldito por haberme quitado lo que más amaba.

El teléfono sigue sonando, el sonido es parecido una alarma. Aquella que consecutivamente hace su mención y toma el receptivo lugar del silencio.

-¿Qué?- grito de mala gana.

-Hey, ¿donde has estado?-

-Sonny. ¡maldito seas! ¡déjame en paz! Muy, muy lejos de ti, de ella. Lejos de todo...-

-Necesito verte, explicarte cómo ocurrieron las cosas-

-No me importa lo que haya pasado entre Hanna y tu, quedatela., ¡te la regalo! Pero a mi. Déjame en paz. Y ojalá, ojalá tu fama siga creciendo por que eso, es lo único por lo que ella está a tu lado, tu peor castigo es estar con alguien que no te ama. Apuesto cualquier cosa, a que no puede besarte sin recordar mis labios, ni siquiera se ha acostado contigo, porque aún no está lista para sentir otra piel brindandole calor. Ella es y siempre va a ser mía. ¡Vive con eso Sonny! - dije terminando la llamada, dejando que la furia saliera de mi.

Le tenía una sorpresa preparada, Hanna durante ocho años fué mi motor, mi luz. Mi alegría.
Hace dos meses, me había llegado un premio Billboard. La carta decía lo siguiente.

Querido Marshmello.
Tú música ha hecho que no sólo la generación menor cambie, tú música ha hecho que millones de personas amen la electrónica tanto como tú.
Es un honor para el equipo de Billboard.
Reconocer qué tu esfuerzo, trabajo y dedicación. Merecen respeto y reconocimiento a lo que nosotros junto a la RAM te calificamos como el Dj número 1 en el mundo.
Sigue creando fusiones musicales de las cuales no sólo millones de personas amen, si no todo el mundo.
¡Felicidades!

La noticia explotó en redes sociales, el haberle quitado el primer lugar a Martín Garrix fué un logro. Algo que me hacía sentir orgulloso, quería compartirlo, festejar mi triunfo con ella, con Hanna. Sin embargo las ganas se esfumaron a los pocos dias, aquel maldito día.

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Estoy por llegar a casa, finalmente la veré, la besare, la haré mía.
Bajo del auto, escuchando nada más que silencio en el departamento, me quito el casco que ya comenzaba a ser estorboso.
Subo sigilosamente a nuestra habitación, se escucha el baño.
Mmm. Un baño ahora. ¡Perfecto!
Me quito los pantalones, la camisa, quedando semidesnudo. Entro cuidadosamente al baño.

Mi corazón se rompe en mil pedazos, las piezas son casi visibles para mis ojos.
En mi baño, con mi mujer, en mi casa. El que creía mi mejor amigo, está arrebatandome lo que más amo.
Salgo del baño con las lágrimas bañando mi rostro.
Me visto lo más rápido posible. Mientras me quedo en la cama, sentado esperando a que salgan del baño y me den una maldita explicación.

Al pasar casi 30 minutos, salen del baño besándose. No me resisto, separando a Sonny de Hanna de un golpe.

-¡Ustedes no tienen perdón! ¡Malditos hipócritas!- los labios me tiemblan uno sobre el otro, mientras qué Hanna me detiene colocandose frente a mi.