Un sueño increíble. © (En Edición)

Capítulo 29

Estaba mirando las transmisiones en vivo sobre Marshmello, aquellas entrevistas previo al evento de Mello por la compu y no había novedad alguna. Hasta el momento Chris no había salido a ofrecer alguna entrevista y yo estaba más que nerviosa, sin embargo al tratar de encender la televisión por quinta ocasión, mi teléfono comenzó a resonar por toda la habitación.

- ¡Evelyn! ¡Evelyn!

- Hola Shalizi, no seas paranoico estoy por encender el televisor para ver a Chris...

- Chris ya sabe toda la verdad, creo que esta en camino a verte. Por favor comunícate conmigo si sabes algo de el. Nos peleamos, me golpeó y terminé diciéndole toda la verdad; el ya sabe toda esta mentira..

Sentí mi respiración casi inexistente, no podía responder, no sabia que decir..., joder sabia que este momento tenia que llegar, pero¿porqué ahora? ¿porqué cuando todo parecia ir tan bien?
Jadee al teléfono.

- ¡TODO ES TU CULPA! ¿PORQUÉ INVENTAR UNA MENTIRA ASÍ? ¡PORQUE LASTIMARLO DE ESTA MANERA! ¡YA SABE TODO Y AHORA PENSARÁ QUE MI EMBARAZO TAMBIÉN ES UNA MENTIRA!

- Evelyn... hay que mantener la calma, no olvidemos que ambos seguimos la mentira..., además no. Mierda, Christopher jamás olvidaría algo así, además jamas dudaría del bebé que es completamente suyo. Manten la calma, todo va a salir bien. Tarde o temprano él irá a buscarte. Sólo tranquila. 

- Trataré de estar tranquila, por nadie más que por mi bien y el de mi hijo.

Colgué el teléfono con decisión aunque también con algo de miedo. Christopher... estaba perdiendo el gran amor de mi vida. A aquel maravilloso chico que ahora más que nunca me hacia sentir suya. Estaba cada vez más cerca de tener a mi hijo y el miedo cada vez era más constante y profundo, ¿que ocurriría cuando Chris se entere de absolutamente todo? No era feliz, menos cuando le estaba ocultando algo asi a mi pareja. Era un maldito dolor tan constante y tan punzante en mi pecho, cada vez haciendose mas y mas grande.

Ya tenia cinco meses de embarazo. Aquellos meses habian transcurrido muy rápido, ni siquiera habia disfrutado cada pequeño momento que esta parte de mi vida me brindaba. Aunque con el tiempo aprendí a aceptar mi embarazo y mejor aun comencé a amar a mi bebé. Aún no sabía su sexo, pero yo sentia que él sería un niño, mi sexto sentido casi inexistente me lo aseguraba, que mi hijo es un precioso niño; sin embargo sea lo que sea, mi amor; ya lo tiene.
Acaricié sutilmente mi barriga, suspiré imaginando a mi hijo (a) a mi edad, ¿Como será?

- No te preocupes mi amor... papá estará con nosotros.

Susurré con miedo, admitía que tenía tanto temor de que Chris se alejara de mi por esta mentira, sin embargo. Si decidía dejarme, ¿qué cara tenía yo para pedirle una oportunidad más? Si había cometido una gran estupidez aquella noche que nunca he olvidado. Y sin embargo ahí me encontraba, viajando al pasado, recordando todo aquello que al día de hoy ya estaba lamentando.
Sin embargo debía aceptar mis errores, no era fácil de olvidar, he de admitir que cada noche lo recordaba con mayor frecuencia, no lo había vuelto a ver desde aquel día. Uno de los más intensos que he vivido al lado de Chris y Essau durante mi embarazo.

Les contaré un poco de lo ocurrido aquel día.
Habíamos salido del hospital, había tenido mi primera cita con mi bebé, Chris acariciaba mi barriga en circulos; a lo lejos escuché mi nombre, así que voltee con algo de torpeza, me giré al rostro del chico con el cual había pasado la noche días antes.
Susurre su nombre sin embargo traté de seguir con mi camino al lado de Chris, pero los gritos..., la voz se acercó más a mi cuerpo. Tenía tanto miedo.
Nos preguntó, que como habíamos estado; su actitud me sorprendió puesto que supo como dominar todos aquellos sentimientos que zurcaron su mente cuando se enteró de mi embarazo. Lo lamente, odié tanto el hecho de ver que el no era el que compartía a mi lado una de las etapas más emocionantes de mi vida.

Continué con mi camino pero día con día recordaba las palabras que me dijo hace unos dos meses que fué la última vez que había venido a buscarme. Me daba escalofríos cada vez que las recordaba.

- Traté de no sentir nada pero, el hecho de ver que serán padres me rompió el corazón, lo admito. Y precisamente por la intensidad con la que te amo, te prometo que lamentaras haberte embarazado de tu "novio"... conmigo, nadie juega.

Sus palabras día con día las recordaba, él me había perdido y no comprendía aquello, que jamás volvería a ser suya como aquella noche.

(***)

He dormido horas, no entiendo qué ocurrió, sólo sé que estoy dormida en mi antigüa cama, en casa de mis padres. Frunzo el ceño antes de voltear a mi pequeño escritorio para encender la luz de noche.

- No enciendas la luz. No quiero verte, quiero apagar la llama del intenso amor que me une a ti. Si quieres puedes llorar en mi hombro, no te juzgare, yo. He hecho lo mismo, te amé de una manera tan enferma y única, quizá aun te amo. Por supuesto que lo hago, pero ¿porqué engañarme? ¿porqué?

Las lágrimas salen de mis ojos sin aviso, es un llanto sordo, no jadee mi mucho menos hablé, sólo cubri mi rostro con las sábanas. ¿Qué podía decirle? Sin embargo, me levanté de la cama, me acerqué a aquel gran ventanal, respire aquel aire que tanta falta me hacia. Dejé la ventana abierta, para acercarme a el. A mi amado Chris.

- Perdóname. No sabía como terminar esto, y cada vez que trataba tu atención y tu cariño me hacia cambiar de opinión, está mentira me esta matando, me mató cuando me enteré de mi embarazo y sin embargo aprendí de ella, me acostumbré a ti, a tu amor, a tu compañía. Sabía que tarde o temprano sabrías la verdad, pero no pensé que tan pronto. Perdóname.

- Y ¿porque me ilusionaste? Me habría dolido, me habrías lastimado, pero era mejor, mucho mejor que inventarme una vida a tu lado. Sólo respondeme algo..., dime la verdad.

- Lo que sea... -susurré con miedo.

- Ese bebé que esperas es... ¿mi hijo?

Abrí mis ojos, encontrandome con los suyos por un efímero momento, un dolor punzante me hizo llorar y gritar de dolor. Pero no era por sus palabras.

- ¡No! ¡No! ¡No! ¡Mierda No! -jadeó Chris, sentí mi cuerpo desvanecerse en sus brazos.

- Chris... el bebé, salva al bebé, es tú hijo. -Concluí para finalmente terminar en el suelo.
El estruendo de una bala, fué lo que terminó con mi mayor ilusión.