· ¿Quieres algo Justin?- Le pregunté mientras seguía bebiendo agua.
· Pues la verdad es que quiero varias cosas.-Dijo sonriendo de forma picara, mientras poco a poco se iba acercando a mí.
· Pues ya sabes se lo dices a tu novia que seguro que te lo da.-Dicho esto deje el vaso y me dirigí a la puerta que ya estaba libre.
Cuando fui a abrir la puerta, puso su mano en mi hombro y me dio la vuelta.
· Lo que yo quiero no me lo puede dar mi novia.-Dijo con la voz ronca y acercándose demasiado a mí.
· ¿Y qué es lo que quieres exactamente?
· Pues quiero tocar los labios de la persona que me enamoró al primer instante que la vi.-Dijo acercándose más a mí, cuando era imposible.
Podía sentir la respiración de Justin entrecortada y como su corazón latía demasiado rápido. Yo estaba más o menos igual que él. Pero aunque lo quisiera no podía hacerlo. Yo no quiero que me besara y que después me dejara tirada, como un juguete usado.
· Pues ve y dile a Miriam que te bese.- Le espeté intentando escapar de su agarre.
· No seas niña y dame un beso.- Odiaba esa sonrisa.
· Y tú no seas un cabrón, como la última vez y olvídate de mí.
· ¿La niña esta juguetona?-Dijo sonriendo.-Pues juguemos.
Dicho esto me cogió en peso y yo por no caerme enrede mis piernas en su cintura. Le decía a Justin que me bajara, pero él lo único que hacía era reírse. Me puso encima de la mesa y acto seguido empezó a besarme el cuello, intentaba alejarme, pero no me dejaba no había forma.
· Justin para tienes novia.- Le recordé mientras le daba en el hombro. Justin por un momento paró y me miró. Tenía los ojos llenos de una chispa de lujuria, se lo notaba que era lo que buscaba.
· ¡Quieres dejar de ser ya una niña! No te das cuenta que no quiero a Miriam.- Chillo cabreado.
· Pues si no la quieres no estés con ella. Si solo la quieres para follar, pues aprovéchala. Porque conmigo no va a ocurrir nada.
Pues claro que quería que me besara, como no lo voy a querer, hace más o menos un mes que Justin me besó mientras yo estaba con Chaz. Un mes desde que dejé a Chaz y este inútil empezó con Miriam.
Estaba como cuando un fumador intenta dejar de fumar, pero lo único que quiere es volver a hacerlo.
· Disfrútalo.-Y dicho esto me beso.
Al principio me resistí, juro que lo hice. Pero después no pude, al principio me besaba con mucha lujuria y sin control. Cuando vio que no puse más pegas, me empezó a besar como siempre. Con amor, dulzura y su toque de lujuria. Dios otra vez esa sensación de sentir sentimientos inexplicables. Otra vez la sensación de estar tocando las nubes. ¿Por qué solo me pasaba con él? Él no estaba hecho para mí, nunca iba a poder estar con él tranquila. Pero como dijo él iba a disfrutar el momento. Ya que quizás nunca podría volver a suceder.
Justin me tumbo en la mesa y se puso encima de mí. Era un sitio demasiado incomodo pero con él me daba igual. Mientras me besaba Justin gemía y eso hacía que no quisiera parar. Justin poco a poco metió su mano por debajo de mi camiseta y yo hice lo mismo con él. Mientras me besaba decía algunas cosas que no llegaba a entender, lo que hacía que me volviera más loca. Pero de pronto escuchamos la puerta abrirse, seguidamente a alguien diciendo lo siento y volvió a cerrar.