Ya sabéis quien narra... PUIGDEMON! Nah. Yo:
- Margaritas... - Annie estornudaba y tosía - tengo alergia a su polen.
Stan quitó las margaritas del ramo tan rápido como flash, y las tiró a la basura. Annie dejó de estornudar y de ponerse roja poco a poco, pero con todo eso había cagado el maquillaje que se había currado.
- Gracias Stan. Pasa. - se giró con las muletas, hacia la cocina, cogió un jarrón de agua y lo lleno, puso las flores ahí y las acomodó para que se vieran todas, sonriendo.
Stan, viendo que iba a apoyar el pié, la cogió como princesa, ambos se sonrojaron, obviamente.
- Vale vale, levantaré el pie como un flamenco. - dijo ella, abrazando el cuello de Stan, aunque él no le hizo mi el más mínimo caso.
Fue al sofá y se sentó con ella encima, sin soltarla, la apoyó en su pecho y se quedaron así un buen rato.
- ¿Hoy no era tu Bar Mitzbah? - preguntó algo sonrojada separando su cara de su pecho, aunque antes estaba muy relajada oyendo el latir de su corazón.
- Si. ¿Vienes? - le preguntó esperanzado. - durará poco. Es a la 1.
- Si tú me cuidas bobo. - sonrió ella, obvio - Y déjame cambiarme entonces, no iré en camiseta y vaqueros, y tengo que volver a maquillarme.
- Vas hermosa te vistas como te vistas y te maquilles como te maquilles - ambos se sonrojaron - Pero como quiera mi princesa guerrera. - y subió las escaleras sujetando a Annie.
Ella se sonrojó, Stan lo recordaba. Recordaba ese día. Y eso la alegraba, acababa de saber quién era aquel niño.
Tanto Stan como Annie habían decidido dar el paso ese día. Pero no sabían como.
Annie podía ser muy inteligente con su memoria fotográfica, pero no sabía como hacer ese tipo de cosas.
- ¿Piensas ver cómo me cambio? - dijo en el suelo de su cuarto. Stan se giró con timidez - Eh... Stan. Sal.
- No me Arriesgaré a que te caigas. Prometo no mirar. - sonrió el chico.
- Si ya me has visto en ropa interior. - rió, causando que el judío volviese a sonrojarse, girándose a mirar a la chica que se había quitado la camiseta. Pero no conseguía desabotonar el vaquero, se había enganchado. - ¿Me ayudas? Eres más hábil con los dedos a la hora de desenganchar cosas. Yo me pongo de los nervios.
Stan se acercó y con unos movimientos, desabrochó el vaquero de Annie, y se lo bajó lentamente por las piernas, mirándola fijamente a los ojos.
Ambos sonrieron algo nerviosos, estaban a milimetros de besarse. Pero Annie recordó el reloj y giró a Stan, se cambió el conjunto de ropa interior a uno más arreglado, no por Stan, sino porque el vestido que iba a usar transparentaba un poco la parte de arriba.
Se colocó un vestido negro, para la tarde se pondría uno en el que su madre había insistido, y se hizo un eyeliner solamente, dejando el resto al natural, no le daba tiempo para más.
Stan, al verla, se sonrojó.
- E-Estas hermos-sa... - tartamudeó.
- Creía que el tartamudo era mi hermano. - susurró Annie, acercando a Stan por la camisa a si misma, sonriendo.
- B-bu-bueno yo... Eh... - Stan miró la hora rápidamente, con muchos nervios - ¡UF! ¡Qué tarde! Vamos, tenemos que ir yendo ya. - se dirigieron al lugar. Al llegar, Annie se sentó junto a Richie, y le preguntó que narices era esa pelea con Billy de la que se había enterado.
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La perdedora (Stan Uris)
FanfictionDonde Annie Dembrough, hermana melliza de nuestro querido (y amado por las fans :v) Bill, tras haberse ido a un colegio internado desde los 7 años casi (pasando allí todas las festividades y careciendo totalmente de figuras paternas), vuelve tras la...