Capítulo uno.

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Otro día en el calendario, un hermoso día soleado en Inglaterra, el clima totalmente agradable, ni frío ni caluroso, perfecto.

Harold se despertó tarde ese día, debía asistir al instituto, su madre le rogó que fuera al día siguiente —esa misma mañana—, la noche anterior. No podía negársele a la mirada agotada de su progenitora.

A regañadientes se levantó de aquel nido, se encaminó hasta la ducha, puede que sea tarde, pero Harry Styles, siempre, debe estar fabuloso. Se ducho rápidamente, nada más era para despabilar.  Se acercó al gran espejo de cuerpo entero que decoraba el centro de su habitación recargado en la pared, apreció su bien fornido cuerpo, sus tatuajes que decoraban sus brazos y su alborotado cabello —con el que nada puede hacer—, sin duda, le da un toque rudo y sexy. Aquel toque que tanto amaban chicos y chicas de todas las edades.

Se vistió con unos skinny jeans negros y una camiseta de Pink Floyd, arremangó sus mangas a las alturas de los hombros y se puso sus tan infaltables botas gastadas, tomó su mochila, sus Ray Ban y una chaqueta, nunca se sabe cuanto puede variar la temperatura en Londres.

Bajó, saludo a su madre y hermana, pronunció unas palabras entre dientes a lo que Gemma rió. — ¡Joder Gemma! ¿Es que acaso te parezco un jodido payaso? —Refunfuño mirando a la chica de cabellos morados.

— Hijo… —pronunció Anne, observando atenta su taza de té, como si de oro tratase—. No trates así a tu hermana, y Gemma —volteó hacia la chica—, no molestes a tu hermano.

— Si mama— respondieron a coro los hermanos.

Se despidió de ellas, tomando sus llaves y corriendo hacia su deportivo, regalo de papá.

Media hora, ¡jodidos treinta minutos de atraso! Aparcó lo más rápido que pudo enfrente del establecimiento educacional. Encendió la alarma, y se alejó corriendo de su bebé, a su suerte, los pasillos estaban vacíos, o eso creía el…

Choca con algo, mejor dicho, alguien. Haciendo que todos sus papeles, cuadernos, chaqueta y gafas se regasen por todo el pasillo, Harry gruñó entre dientes alzando su vista, quería matar al idiota con quien había chocado, hasta que observó de quien trataba. —Lo lamento mucho— sonrió en dirección al chico de ojos azules, era nuevo, no llevaba más de un mes en el instituto, y Harry, lo quería todo para el.

— No… n-no t-te pre-preocupes… —Tartamudeó aquel chico, solo sabía su nombre, está en su clase de artes, al escuchar su voz tímida, y ver como bajaba su mirada intentando ocultar su vergüenza.

Notó como Louis recogía todas sus cosas, incluidas las de Harry, se las entregó tembloroso, las recibió en sus manos con una gran sonrisa seductora, pero, Louis ni se inmutó, eso desconcertó a Harry. Antes de que el ojiazul se retirara, Harry habló.

— ¡Hey…! ¿No querrás irte a clase, o sí? —Inquirió el ruloso, tenía grandes planes con Tomlinson, lo observó con una mirada seductora y de soslayo, la tierna mirada de Louis hacía que el ojiverde sintiera unas inmensas ganas de enterrarse en ese gran culo de burbuja que Tomlinson poseía.

— ¿Y por qué no iría, según tú? —Alzó la vista dejando ver una mirada retadora y valiente, no muchos retan a Styles y viven para contarlo.

Sin embargo, que Louis fuera el que lo enfrentara lo divertía, Harry le sacaba por lo menos una cabeza completa de estatura, es mucho más ancho y fornido que Louis, cualquiera que lo viera en la calle diría que es un niño de no más catorce años totalmente indefenso, pero tiene casi dieciocho, y aunque no lo parezca es bastante fuerte —no más que Harry—, pero es fuerte.

­­— Poooor que… —alargó apoyando todo su peso en su pie izquierdo—, de todos modos te echarán, son casi cincuenta minutos tarde…

— Pero, pero… a mi nunca me han echado de una clase… menos de la clase de literatura, ¡no pueden echarme por ir a dejar a mis hermanas al pre-escolar! —Harold, lo sabía. Louis era uno de los mejores estudiantes de ¡todo el instituto! Era imposible que lo echaran, menos por la razón por la cuál llegaba tarde, pero las ideas se le acababan, Tomlinson se la pasaba TODO el jodido día estudiando en la biblioteca, lugar que a Styles le produce urticaria.

"En busca del sumiso perfecto" Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora