"En busca del sumiso perfecto" Larry Stylinson

Capítulo quince.

Final 1ra parte.

Louis corrió por los pasillos de la escuela bajo la mirada intrigante de sus compañeros, los cotilleos se hacían cada vez más notorios.

«Pobre, nadie debe pasar por eso»
«Que agradezca que por lo menos tuvo el agrado de ser novio de Harry por un tiempo, ¡siempre quise serlo!»
«Harry es un hijo de puta, Tomlinson no merecía esto».

Siguió corriendo, las lágrimas descendían por sus mejillas como ríos desbocados, su visión comenzó a volvérsele borrosa, no sabía muy bien donde se dirigía: «De Louis sólo quiero sexo, quiero su inocencia».

Aquella frase salida de los labios de Harry le rompió su corazón en miles de pequeños pedazos, que nadie podrá alguna vez recoger.

Mientras se escabullía por los pasillos de Whiteshire, pensaba: A pesar del pronóstico siguió creyendo en Harry, a pesar de las advertencias, siguió con él, ¡cómo fue tan estúpido!

— Ey, ¿qué ocurre? —Esa voz, Louis no dudó ni dos segundos en arrojarse a los brazos de Steve—. Lou, ¿qué pasa pequeño? —El ojiazul acunó el rostro del más bajito entre sus manos, grandes y suaves.

El rostro de Louis reflejaba incontable sufrimiento, un corazón recientemente roto. Un ángel como él no merece llorar, por nada ni nadie, el llanto de un ángel es aún más perturbador que la risa de un demonio. Pensaba Steve.

— St-Steve...—sollozó Louis—. Y-yo, fui t-tan to-tonto... —se atragantó con su propio llanto, para Steve, ver llorar a Louis fue su propia kriptonita—: no debí creer en él, y-yo l-lo sabía, pe-pero...

— Shhh...—emitió Steve aquel sonidito con los labios fruncidos.

Él sabía de la grabación, claro que sí, pero luego de la fuerte discusión que tuvo con Chloé hace un par de meses atrás, llegaron a una especie de “acuerdo", los dejarían vivir en paz, que disfruten de su amor. Pero los resultados fueron todo lo que Steve quiso evitar, a un Louis con el corazón roto.

— ¡Ya te lo he dicho Chloé! —Gritó Steve—: ¡Sí para que yo esté con Louis, primero debes romperle el corazón, desisto a él! Le quiero demasiado como para ello...

— ¡Imbécil, eso es lo que eres! ¿Lo quieres? —Pregunta Chloé altanera—: Uno no desiste de algo que quiere, lucha por ello.

— ¡Los estás tratando como unos putos objetos, como sí Louis y Harry fueran un trofeo que es posible exhibir!

— Estas entendiendo todo mal... —murmuró la pelirroja.

— No, porque... ‘sí amas algo déjalo libre, si vuelve a tí, es tuyo, si no vuelve, nunca fue tuyo y nunca lo será'.

Chloé soltó una que otra lágrima—: Okay, desistiré. Dejaré a Harry tranquilo, que sea feliz junto a Louis.

Steve la estrechó entre sus brazos—. Me alegra que hallas recapacitado.

HARRY.
Sentía la mirada de todo el instituto posada con rabia en mí. Los entiendo, me odio en este minuto. Las palabras de Louis calaron hondo en mí interior, pero no solo eso, su expresión, a pesar del enojo. Su voz quebrada y las lágrimas opacando sus ojos zafiros.

Que alguien venga y me dé una patada en los huevos, ni eso se comparará con el dolor que siento ahora.

Soy un imbécil, un hijo de puta. No merezco siquiera respirar su mismo aire, me odio, soy lo peor. —Pensé.