"En busca del sumiso perfecto" Larry Stylinson

Capítulo veintiséis.

-Maldita puta-gruñó Harry, Louis lo observaba divertido. -Arg, te odio.

-¿Qué mierda sucede contigo mi amor? -pregunta Louis acariciándole su mejilla.

-Siri es una inservible perra virtual.

Louis tuvo un "face palm" mental al darse cuenta lo imbécil e infantil que puede llegar a ser su novio. Cerró sus ojos y contó hasta diez, lo último que oyó

-Lamento no poder ayudarte Harry-. Dijo la voz robótica incluida en el iPhone, luego un estruendo y vidrios rotos.

Abrió sus ojos y vio el iPhone de su novio hecho trizas en el suelo. -¿Es que acaso eres retrasado? Dime, ¿quién en su sano juicio rompe un iPhone por enojarse con 'Siri'.

-Tú no comprendes Lou... Eres un enano hippie, cero tecnología. -Hizo una rara mueca con los labios-; la tecnología no es mala, ¿puedo regalarte un lindo vibrador rosa para que la pruebes?

Louis volvió a respirar hondo -muy hondo-, para poder relajarse. -Aún no me explico porqué mi novio es el más imbécil de todos. ¿Por qué terminé eligiendo al ninfomano?

-Por que me amas a mí, y a mi polla.

Louis dejó de abrazarlo y salió de la sala de estar hacia la cocina, estando con Harry su apetito ha mejorado enormemente, y ahora se da cuenta que comer es lo mejor de la vida.

En conjunto con los besos de Harry. Pero no le diría, claro que no.

Se preparó un sándwich de pavo y mayonesa, con una hoja de lechuga. Seguía siendo tremendamente sano, no como su novio. Su novio era un cerdo.

-Amor, yo quiero uno. -Louis volteó al oír a su novio hablarle. El rizado tenía un hermoso y tierno puchero en sus labios y lo observaba con ojitos brillantes.

-Claro amor, enseguida te llevo uno. -Harry avanzó hasta donde su pequeño novio se encontraba y rodeó su estrecha cintura con sus brazos, besó su cuello, mandíbula y posteriormente sus delgados labios.

-Gracias enano, sabes que te amo.

-No más que yo, yeti.
✖️

Comieron sus sándwiches y se dieron mimos en el sofá. Harry quería que Louis lo acompañase a la tienda Apple a comprar un nuevo aparato. Louis se negaba argumentando que tenía sueño y que Harry no cuidaría su nuevo teléfono, ya que "pelearía" nuevamente con 'Siri'.

Así que fueron al mall y el rizado compró un nuevo teléfono. Luego invitó a Louis a comer, unos deliciosos tacos. Louis hizo una mueca al ver el restaurant Mexicano ambientado con sombreros y mariachis de cera en la entrada. Debió suponerlo desde el principio.

Sólo pidió unas fajitas con pollo, palta (aguacate), y tomate. Como era de suponerse, Harry se burló de su comida. En cambio él, pidió la promoción de 3 personas. La cual consistía: en tres tacos grandes con mucho picante, queso, frijoles y dos ingredientes a elección, el eligió uno con pollo y los otros con carne. Y guacamole, mucho guacamole. La promoción incluía una ración gigante de nachos con cheedar y jalapeño. Y unas quesadillas pequeñas. Ambos pidieron una coca-cola grande.

- Luego dormirás en la habitación de invitados, ¿me oíste? -gruñó Louis robándole un nacho a su novio, recibiendo una palmada en su mano-. ¡Oye, sólo uno!

-Es tu maldita elección pedir comida de niña, son míos. -Le gruñó.

-A mi luego no me toques, cuando tengas una indigestión de las mil putas.

-Debes acostumbrarte-respondió Harry con desdén-, cuando nos casemos deberás soportar mis olores.

-Eres tan romántico. -Replicó Louis con ironía-. Tú no soportas mi humor en la mañana, yo no debo soportar tus olores de mierda.

-Enano reprochón. Ni tu mismo te soportas.

-Gigante bonachón, lo mismo digo.

-Touché, pequeño francés.

Continuaron comiendo con risas y mimos, al final de todo, Harry sí compartió de su comida con su novio. Cuando terminaron, botaron sus desechos y se fueron del local tomados de la mano. Recibiendo miradas de reproche.

Louis se sentía incómodo con tal situación. Harry en cambio les daba una severa mirada de advertencia y se retiraban de prisa. Nadie hace sentir mal a su 'enano'.

Fueron a un parque luego de eso, muchas chicas chillaban al ver una pareja gay tan tierna comp lo eran ellos. Posaron para muchas fotos en los celulares de las féminas y se sentaron bajo un gran árbol.

Harry sintió un déjà vu cuando una fuerte y helada brisa se levantó, haciendo que Louis se acurruque en su cuerpo buscando su calor.

-Aún no se, ¿por qué compro sudaderas sí tengo tus brazos? -Susurró Louis contra su cuello.

Harry sonrió, dos tiernos hoyuelos marcándose en sus pulcras mejillas. -Te amo, bebito.

Louis alzó su cabeza de su escondite y le sonrió, pequeñas arruguitas formándose bajos sus azules ojos. -También te amo, gigantón.

Se unieron en un tierno beso, tan sólo demostrándose su pulcro amor. Louis profundizó el beso enrollando sus dedos en los largos rizos de Harry.

-Nunca cortes tu cabello. -Le susurró- Lo amo demasiado.

Y volvió a juntar sus delgados labios color chicle con los gruesos color sandía de Harry, el rizado quitó cada idea acerca de un próximo corte de cabello. Sí a Louis le gustaba largo, que se joda el mundo y sus esquemas, el lo dejaría largo. Sólo por él, por su enano.

¡Hola! Bueno, no es muy largo -sé que dije que subiría en semana santa, pero muchas pruebas, ya saben- creo que he vomitado unicornios y arco iris con esta mierda alhajajaisj.

Ah y, les tengo una sorpresa ya cuando acabe esto. Sí, pronto termina. Un fic corto. Se llama «Flowers before Tattoos».

Les dejo el prólogo para que se enganchen, ¿dale?

Eran dos amigos que conocieron el significado de la felicidad juntos.

Ambos odiaban los autos de juguetes de niños, no les agradaba disfrazarse de piratas ni mucho menos jugar un partido de fútbol un día sábado en el parque. Ambos influenciados por sus hermanas, jugueteaban con los tacones de sus madres o de sus hermanas mayores, tomaban de contrabando el maquillaje y lo utilizaban sin presición en sus rostros.

Pero, eran felices.

Sus nombres dignos de unos príncipes del palacio de Buckingham. Sólo uno de ellos siguió con tales características, Louis.

Harry al ingresar en la tan temida preparatoria -en una ciudad distinta-, cambió totalmente. Los femeninos disfraces que utilizaba con Louis fueron reemplazados por fuertes prendas de colores oscuros. El maquillaje fue fieramente descartado por piercings y tatuajes. Las coronas que Louis solía crearle, de flores... rompió cada una de ellas dejándo su cabellera al viento.

Louis es un chico tímido con miedo a la sociedad, viste de súeteres demasiado grandes para su delgado cuerpecito y jeans gastados negros, y unas vans cubriéndole sus pies pequeños.

Camina siempre con la mirada gacha mordisqueando una de sus -demasiado- largas mangas que apenas dejan ver sus deditos flacuchos.

«-¡Quitate de mi maldito camino maricón! -grita el rizado con su impotente voz atemorizando al pequeño castaño»

«El castaño fue empujado a una habitación demasiado oscura -el siempre temió a la oscuridad-, sus ojitos se aguaron volteándose al ver a su víctimario.

-¿H-Harry?

-El mismo... y lamentarás haberte cruzado por mi maldito camino, LouLou.»

Una historia diferente, donde el amor... no reinará.