Mi decisión - Caché

Conociendonos

Narra poché

Luego de aquel fiasco, no habíamos vuelto a tener un ensayo. Trataba de evitar el contacto con Daniela o estar muy cerca en la misma habitación. Con las otras dos chicas no hubo nunca problema, pero sé que estaban de parte de Calle. Quizá había hablado mucho y estaba consciente de que tenía que pedir disculpas. Después de todo, era su vida privada. Pero cada vez que intentaba acercarme luego de reunir valor, nuestras miradas se encontraban y ella se dirigía hacia otro lugar diferente al mío. Por lo cual, seguía en la incómoda situación de haber explotado sin aún poder reparar los daños.

Casi dos semanas después, teníamos ensayo de nuevo. Me despedí antes de lo usual de Camilo, y me dirigí al salón con la esperanza de que ella estuviera allí. Cuando entré, Vi que estaba recogiendo todo el desorden que había quedado luego de aquella tarde. Descargué mis cosas en una mesa y me acerqué lentamente a ella:

- Calle - apenas escuchó que había alguien más, se giró rápidamente y me miró con curiosidad- yo... Bueno, quería disculparme. No debí meterme en tu vida, no te conozco y no debería haber emitido un juicio así sobre ti - me sonrió y sentí como un peso se había quitado de mi.

- Yo creo que todo inicio por haber Sido tan grosera contigo. Discúlpame a mi. Ese día nos comportamos como dos niñas que solo quieren ofenderse. - le dediqué una sonrisa.

-  Entonces, ¿empezamos de cero? -extendi mi mano y calle la apretó.

Giré para ir a sentarme, pero escuché como calle aún seguía hablando, así que me detuve:

- Yo... Estuve pensando en eso que me dijiste aquel día...

- En serio lo siento, yo no quería...

- Espera. El caso es que creo que es verdad. Mi vida ha girado tanto en torno a él, que ahora me cuesta reconocer quién soy - estaba haciéndome una confesión. Era más de lo que esperaba lograr con mi disculpa- mi opción inicial para el taller cultural fue porrismo -sonrió- hasta consideré entrar en fútbol femenino y créeme que soy un desastre en los deportes. Todo por estar junto a él. Mis amigos son amigos de él o chicas que aman acercarse a la novia del futbolista estrella de la escuela. - no sabía que decirle. Me miró fijamente- pero tú me abriste los ojos y ahora veo qué es lo que pasa a mi alrededor.

Hubo un silencio de algunos minutos. En serio no sabía que responder. La verdad nunca pensé que fuera a reflexionar acerca de eso que dije en mis momentos de ira incontrolable.

- Oye, pero cuando se está en una relación, es normal que a veces la vida giré en torno a los dos. Solo tienes que tener espacio para ti y descubrir que es lo que quieres.

- Pero no sé hacer eso... Mis amigos no son de gran ayuda y yo solo conozco los sitios a los cuales voy con él.

- Yo conozco un sitio... - ¿Qué haces poché? - es un buen lugar, calmado, hay paz y sirven comida deliciosa. A veces, voy allí para olvidar todo. - Calle me miraba atentamente y supe que ya no había vuelta atrás- si quieres, podemos ir allá hoy en la noche

Narra Calle

- Yo conozco un sitio... es un buen lugar, calmado, hay paz y sirven comida deliciosa. A veces, voy allí para olvidar todo. Si quieres, podemos ir allá hoy en la noche.

¿Cómo había terminado contándole a ella sobre mis sentimientos? Y, para completar, estaba invitándome a salir.  La miré unos instantes y comprendí que si quería ser independiente y volver a encontrarme, tenía que alejarme de todo lo relacionado con Santiago aunque no hubiéramos terminado. Y esta propuesta, no estaba mal.

- ¿En serio? Pues vaya, muchas gracias, me encantaría ir - noté como María José se sonrojó.

- Bueno, pero no pienses que es el mejor lugar. Es muy sencillo y...

- No importa. Seguramente será un buen lugar.

Después de esto, ella se paró de la silla en la que nos habíamos sentado para hablar y se fue a cambiar. Ana y Sara llegaron unos pocos minutos más tarde y el ensayo terminó sin un mayor contratiempo. Al salir de allí, me dirigí a mi casa y encontré a Santiago parado en la puerta esperándome

- No soporto estar así contigo. ¿Puedes perdonarme? Ya sé que estos días he estado alejado, pero créeme que odio eso. Deja que compense el tiempo ¿Vale? Traje comida y una película para ver contigo - lo miré y no pude negarme, así que pasamos a mi habitación.

Y allí estuvimos juntos por unas horas. Vimos una película, que en realidad yo ya había visto y comimos pizza. Estar con él era divertido y agradable. Sabía cómo pasar las horas y sus comentarios en momentos inoportunos hacían de la película algo nuevo. Cuando la película terminó, comenzamos a besarnos y sentí como su mano iba bajando de mi brazo hacia mi abdomen. Abrí los ojos y pude ver una gran erección asormarse por su pantalón. Él esperaba algo más aquella tarde y yo...

- Santiago - pude decir en medio de aquel beso- Santiago- no quería detenerse- oye - me separé de él.

- ¿Qué pasa amor? - su mirada estaba nublada por el deseo.

- Tengo que irme - su mirada cambió a una de asombro.

- ¿Qué? ¿Por qué? - me miraba incrédulo - es nuestra tarde, se suponía que...

- Tengo planes con una amiga y no puedo quedarle mal - lo miré y, desde ese momento amé a María José. Ahora era turno de encontrarme yo.