Narra Calle
Hay momentos en la vida que son inevitables. Y este era uno de ellos. Todos las cosas que había vivido este año me habían traído a este lugar. Nunca imaginé que pasaría para ser sincera. Porque hasta hace poco tenía un novio y creía amarlo. Pero luego de luchar con eso, y hasta tratar de ocultarlo incluso a mí, me había dado cuenta de que amaba locamente a una mujer. Si alguien me lo hubiera dicho antes, me hubiera reído en su cara. Pero así es la vida. Y ahora estaba manejando de camino a mi casa, luego de despedirme de Poché, que estaba en la misma situación que yo seguramente.
Estacioné a dos cuadras y respiré profundo. Recosté mi cabeza en el volante y cerré los ojos. ¿En qué me estaba metiendo? Para ser honesta, ese día que cogí el micrófono para confesar mi amor por aquella chica de puntas azules, no dimensioné todo lo que traerían consigo aquellas palabras. ¿Me arrepentía? Levanté rápido la cabeza del volante y me miré en el espejo retrovisor. Pensé en los días maravillosos que habíamos vivido, a la luz, sin escondernos, solo las dos con nuestro amor y nuestros amigos. La respuesta era que no me arrepentía. Calle, no puedes dudar. Joder. Era esta maldita situación la que me tenía los pelos de punta y estaba haciendo que dudara de cosas que eran ciertas para mí.
El problema, es que ya sabía que significaría cuando entrara por la puerta de mi casa y le dijera a mis papas que amaba a Poché. Después de todo, por eso hicimos un montón de ridiculeces, como el hecho de mentir y decir que salía con Felipe. Gruñí por lo bajo. Estaba dando muchas vueltas. Tenía que tener decisión y entrar por esa puerta sin una pizca de dudas. Ellos tratarían de derribar mis argumentos, y yo tenía que estar preparada para enfrentarlo y salir victoriosa. Resoplé. Al menos una victoria personal. Puse la mano en la puerta del carro para salir, pero en vez de eso, encendí el carro y aceleré. ¿A dónde iba? Por un trago. Simple. Quizás así tuviera más coraje.
Conduje hasta un mercado y bajé en busca de algo para tomar y suavizar el asunto. Fui hasta el refrigerador y cogí dos cervezas corona. Una para el antes y otra para el después. Eso era. Mientras iba de camino a la caja para pagar mi pedido, vi a una pareja de enamorados sonreír y besarse en medio del pasillo, mientras trataban de elegir que llevarían para comer. Sonreí. por eso valía la pena. Todo esto que estaba haciendo, era para poder estar con Poché así. Llegué al cajero, pague mis cosas y me subí al carro. De camino de nuevo a mi casa. Ya no podía huir más. Cogí las dos cervezas, una de ellas la guardé en mi bolsa y bajé del auto.
Saqué las llaves y antes de abrir, cogí la cerveza y la acerqué a mi boca.
- Papá, todo va bien en mi trabajo. Solo decidí tomar un avión y venir de sorpresa donde mi familia. ¿Tan malo es eso? - la cerveza se derramó en el suelo y me ensució un poco la camisa.
Dejé la botella a un lado del portón y metí las llaves. Y sí. En la sala, junto a mis padres, estaba Juliana, mi hermana mayor. ¿Qué hacía acá? Por primera vez en muchos años, no me alegraba de verla. Significaba una persona más a la que decirle sobre mis sentimientos. Me acerqué lentamente hasta donde estaban ellos y compuse la mejor cara que pude.
- ¿Juli? - dije y ella alzó los ojos hacia mí, se paró de la silla y corrió a abrazarme. Sí. Teníamos una relación muy cercana. Sin embargo, no lo suficiente como para que le hubiera dicho antes sobre mi sexualidad.
- ¡Dani! Te estaba esperando. No te dije nada sobre mi llegada porque quería sorprenderte - se apartó de mí y vio mi cara, un poco descompuesta- pero... ¡Vaya! si pareces muy sosprendida ¿no te alegras de verme?- dijo un poco preocupada.
- ¡No! no es eso. Lo que pasa es que... hoy tuve un día pesado - sonreí. Ella movió un poco su nariz y sonrió. Era de esas sonrisas de complicidad que me regalaba cada vez que creía estar ayudándome en alguna travesura.
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Mi decisión - Caché
FanfictionMaría José Garzón y Daniela Calle eran dos chicas muy diferentes. Una de ellas muy segura de sí misma, popular y con novio. La otra con poca confianza en sí misma se había negado al amor. Pero al encontrarse, se conocerán mucho y se complementarán d...