Invitación

4.4K 310 27
                                    

Narra Calle

Había pasado 3 meses y estábamos a punto de graduarnos. Las cosas no habían cambiado mucho, a excepción de que mis padres toleraban más a Poché. Por lo demás, seguíamos teniendo algo en secreto y yo seguía con Santiago. Es verdad, habíamos discutido en ciertas ocasiones por mi relación con él, pero era por ambas que seguía allí. Sin embargo, no encontraba la manera de hacérselo entender. Una semana después de la cena con mis padres, empezó a pedirme que terminara todo. Y lo entiendo, pero sería demasiado raro que luego de aquella velada, simplemente terminara todo. ¿Cómo lo explicaría a mis padres? Ellos empezarían a sospechar de que todo era falso y solo nos alejarían a ambas.  Pero discutíamos cada vez que tenía que salir con él a algún lugar y a veces, no quería salir conmigo.

A pesar de todo, podría decir que todo estaba mejor. El grupo de baile había ganado la reputación que siempre habíamos querido y el concurso para el cual nos preparábamos desde casi el principio, iba a ser en una semana, específicamente el domingo luego del baile de graduación del viernes. Por esto último, todos estaban locos  y Santiago ya había comprado las entradas para ambos y mi madre había ayudado a escoger qué usaría en aquella ocasión, porque quería que fuera importante para mí, y de hecho, lo estaba siendo desde ya. Ana y Sara estaban emocionadas y yo compartía su emoción. Solo Poché parecía seria e indiferente con respecto al baile, pero no quería indagar las razones, porque habíamos peleado un día antes porque Santiago había ido a cenar a mi casa con mis padres. 

Ahora estábamos en el salón de ensayos, luego de practicar y perfeccionar la coreografía con la cual nos presentaríamos en las eliminatorias. Si ganábamos o por lo menos quedábamos entre los tres mejores grupos, esto ayudaría mucho a nuestra puntuación en la hoja de vida y existiría la posibilidad de entrar a una buena universidad que ofreciera programas artísticos. Sara estaba ayudando a Ana con un paso que no sabía muy bien, y yo solo miraba a Poché sentada escuchando música con sus audífonos y haciendo tachones a una hoja que tenía entre sus manos. El ensayo había terminado hacía 5 minutos, pero decidimos quedarnos un poco más para hablar sobre el vestuario que utilizaríamos. Pero ver a Poché siendo indiferente conmigo me hacía sentir triste y ansiosa. ¿Tendría que ir yo a disculparme? Ambas habíamos estado de acuerdo en llevar las cosas de la manera en la que estábamos ahora ¿por qué el cambio? Sacudí la cabeza y desvié la mirada de ella. Estaba perdida en mis pensamientos, cuando escuché la voz de Sara llamándome

- Calle, por fin perfeccione aquel giro -hizo el paso de baile, y efectivamente ya no se tambaleaba al final de este- todo está quedando mejor cada vez -le sonreí y instantes después, Sara y Ana se sentaron a mi lado.

- Sí, unos cuantos ensayos más y estaremos preparadas para la presentación final - les sonreí y un nudo se hizo en mi estómago. Tenía mucha fe puesta en aquel concurso.

- ¡Poché! -Ana estaba llamándola. En los últimos meses, ambas se habían unido mucho y salían juntas a sitios cuando ambas peleábamos. Poché se quitó un audífono y miro hacia nosotras- ven, ya terminamos la práctica por hoy, ahora vamos a discutir sobre el vestuario -Ella se paró dejando las hojas en la silla en la que estaba sentada antes y se unió a nosotras.

- Perdón, no había notado que la música ya había parado -dijo sonriendo levemente.

- No me sorprende, ¿cómo te ibas a enterar si tenías los audífonos a mil? -le preguntó Sara- a fin de cuentas, ¿qué es lo que tanto haces Poché?

- Terminó el escrito final para literatura, voy a concursar y tengo que enviarlo mañana para la revisión final.

- Con razón estás como loca tachando cosas -respondió Sara- bueno, al grano chicas. Mañana se confeccionan los vestuarios y los entregan el lunes. Ese día los revisaremos y todo estará listo para el domingo. 

- Bueno, esperemos que todo esté bien, no podemos tener contratiempos.

- Tu tranquila Calle, Ana y yo nos encargamos de supervisar todo el proceso, vas a ver que va a resultar perfecto.

- Bueno -Ana se paró- luego de esta información tan valiosa e importante, me voy. Mi novio me espera -Poché rodó los ojos y yo sonreí. La relación de Ana y Camilo llevaba más de lo que esperábamos. Es decir, inició el día en que Poché y yo nos besamos por primera vez y de eso hacía mucho.

- Ve tórtola, igual no hay nada más por decir- Sara respondió y se paró junto con ella. Poché siguió el ejemplo de ambas y se fue a recoger sus cosas. En todo el rato, no me había mirado ni una vez.

Empaqué mis cosas luego de cambiarme y esperé pacientemente a que Sara y Ana salieran, necesitaba un momento a solas con María José, y este era el mejor momento. Ella estaba en un rincón guardando con cuidado el escrito en una carpeta y estaba a punto de pararse, cuando me senté a su lado. Su expresión fue de sorpresa y yo le sonreí amablemente. Odiaba que estuviéramos tan alejadas últimamente. Yo solo la quería a ella, nada amaba más que compartir cosas y tiempo a su lado, extrañaba sus besos y su cuerpo. No soportaba su indiferencia, y esperaba que en mi expresión ella pudiera descifrar todo esto. Sin embargo, el silencio se prolongó y supe que si yo no hablaba, ella seguramente no lo haría.

- Poché, ¿podríamos dejar de pelear? Ya no lo soporto más, no me gusta estar lejos de ti- le dije y ella me miró fijamente a los ojos.

- Calle... -suspiró- yo también odio estar separada de ti, pero tienes que entender que... -hizo una pausa y me miró fijamente. Estaba estudiando mi cara y yo la suya. Su mirada expresaba duda. Al cabo de unos segundos, continuó- está bien, dejemos de pelear -Mi corazón se aceleró al escuchar estas palabras y me acerqué a ella rápidamente para plantar un beso en sus labios, el cual ella correspondió.

- No vale perder nuestro tiempo juntas por bobadas Poché, solo tú me importas -ella me sonrió y dijo.

- Si Dani. Tú sabes que odio los eventos grandes y preferiría estar en mi casa, pero un baile hizo que nos uniéramos y quisiera que este hiciera que nos acercáramos otra vez- me tomó la mano y me puse ansiosa. Ya sabía qué quería decir con esto- vayamos juntas al baile, ¿sí? Podríamos pasarla muy bien, Ana y Sara van a ir con sus novios. Podríamos estar los 6, reírnos, bailar, incluso estoy dispuesta a tomar un poco... -me sonrió y yo solo pude dibujar una pequeña sonrisa en mi rostro.

- Me encantaría Poché, pero...

- ¿Pero qué? ¿No vas a ir?

- Si voy a ir, pero no podemos ir juntas.

- ¿Entonces qué pasa?¿Por qué no podemos... -su mirada se ensombreció y se quedó callada unos instantes- ¡ah! Vas a ir con Santiago -se alejó un poco de mí y rompió el contacto visual conmigo.

- Poché... no es lo que piensas.

- ¿Qué pienso Daniela? ¿Que otra vez tengo que entender que prefieres estar con tu otro novio, el "falso", a ir conmigo a un baile? -su voz estaba llena de rabia y sabía que esto lo empeoraba todo, otra vez.

- No lo prefiero Poché, no es así. Lo que pasa es que él me invitó hace dos días, llevó las boletas y...

- Cenó con tus padres. Ya. Entiendo. Él llegó primero y por lo tanto, para ser justa, vas a ir con él.

- No se trata de justicia Poché, ya mis padres saben que voy a ir con él, no puedo cancelar a último minuto, sería muy raro y...

- Y pensarían que todo es mentira, y sabrían que les has estado ocultando algo todo el tiempo -volvió a mirarme y sonrió levemente- ya sé Daniela. Es tu excusa siempre que haces algo con él. ¿Es raro terminar con él luego de tres meses? Porque antes no era suficiente una semana, eso lo entendí. ¿Pero ahora?

- No seas injusta Poché, hago todo esto para poder estar juntas... -me interrumpió y me miró fijamente.

- ¿Injusta Daniela? Pff. ¿De qué vale que hagas supuestamente todo esto para estar juntas, si no podemos compartir momentos especiales las dos? Ya no más Calle, ya estoy cansada de esto -se paró de la silla y yo agarré su mano.

- Espera Poché, hablemos...

- No hay más de qué hablar Daniela, espero que disfrutes el baile.

Después de decir esto, cogió su bolso y salió del salón rápidamente. Cogí mis cosas y salí del salón luego de apagar la luz. Al final de cuentas, no todo estaba saliendo a la perfección.

Mi decisión - CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora