075 | Taehyung

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Cassie


Mi vida es normal... ¿no es cierto? 


Siempre he creído que no hay nada extraordinario en cómo vivo. Y si alguna vez pensé en que debería llevar una vida más misteriosa y emocionante... no me refería a esto en absoluto. 


Se me revuelve el estómago y siento un dolor punzante en las sienes. Cierro los ojos con fuerza y me llevo una mano a la frente, apoyando el codo en el soporte del auto de mi tío. Mi pelo está alzado en una coleta desenfadada y mi rostro va hecho un desastre. Tengo el beret rojo y la cartera en las piernas descubiertas y me clavo las uñas en las palmas ansiosamente de vez en cuando, observando por la ventana. 


Mi tío no dice nada y tampoco quiero que lo haga. ¿Le dirá a mis padres?


Suspiro por primera vez desde que me sacaron de la fiesta. Mi cabeza y párpados se sienten pesados, y el aire que expulso no podría estar más caliente. Me aferro a la idea de que mi madre me apoyará con... lo que sea que esté ocurriéndome. Ella es teóloga y asiste a la Iglesia más de lo que yo lo hago... hacía. ¿Mi padre? Se preocuparía. Esto no es normal y... y yo no sabría qué decirle cuando estoy más asustada que nunca.


Apoyo la frente en la ventana, alejando todos esos pensamientos dolorosos de mí y con la mirada inquisitiva de mi tío sobre mí, vuelvo a suspirar.









— Cuídate.


Su voz nerviosa oculta bajo la preocupación me roba una sonrisa. ¿Por qué me duele incluso hasta sonreír?


Los ojos de mi tío se mueven inquietos sobre mi rostro y no le doy un abrazo de despedida porque sé que inmediatamente me echaré a llorar. Agradezco que no haga preguntas y agradezco aún más que me haya invitado a la fiesta, a pesar de que lo he arruinado todo. Le doy las gracias tan animada como mi cuerpo y mente me lo permiten y agito la mano hasta que su auto desaparece de enfrente de mi edificio. 


Entonces me llevo ambas manos a la cara, sintiendo una opresión en mi corazón. ¿Cómo se supone que lidie con esto? Mi rostro se calienta y me queman los párpados. ¿Qué se supone que haga? ¿Cada cuánto va a seguir ocurriendo? ¿Por qué en vez de acostumbrarme siento más miedo?


Me siento perdida de pie en la vereda. Asustada. No quiero estar sola y tal vez es por eso que no levanto la cara de entre mis manos. No quiero ver nada. Me rehúso a pensar en lo que he visto y siento ganas de vomitar cuando involuntariamente lo recuerdo. Un escalofrío helado me hace estremecer y me siento tan incómoda en mi propio cuerpo que quiero gritar. 


— Esto es tan molesto... — ahogo la queja entre mis manos, y un nudo se me forma en la garganta. 


Todo es tan frustrante. ¿Por qué de repente ya no tengo paz? La impotencia circula lentamente por mis venas y se arraiga en mi sistema. No llores. No llores

All you had to do was stay ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora