1. La bitácora del científico.

2.8K 189 147
                                    

Perdón por tardar una semana :c la universidad me atacó con todo lo que tenía.

Gracias por seguir leyendo <3

Recomiendo leer con música :3 dejo sugerencias beshas pero al final ustedes deciden.



- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -


1.1: El sueño.


Los sueños todavía formaban parte del pequeño mundo que le quedaba de ese enorme universo que alguna vez tuvo cuando era un niño.

Cuando el bullicio de afuera desapareció y la ciudad durmió hasta dejar el ruido de la gotera en el protagonismo de la noche, él pudo quedarse dormido, pensando en el día de mañana.

El nuevo palacio de su ciencia era algo frío, pero no lo suficiente como para que fuera una molestia. Quitó de su mente todas las cosas que durante el día lo perseguían como bestias y se acomodó en su nueva cama.

Entonces, soñó.



Soñó con el ambiente fresco de su casa, con una corta escena oyendo las voces de sus padres. Soñó que se levantaba una mañana de un día común y corriente; de la cama de su hermano, donde solía buscar refugio cuando creía en los monstruos y el mundo no tenía por qué ser racional del todo. Podía recordar todavía algo de eso. Las reacciones químicas y las luces de los pequeños aparatejos eran cosas más valiosas por lo que parecían y no por lo que eran.

Se escuchó jugando a las escondidas y aprendiendo sus primeras clases de matemáticas. Había hoyos en su memoria, pero podía escuchar claramente a Tadashi, su hermano mayor emocionado de que le mostrara ese primer pequeño robot funcional, porque él mismo aprendió a hacer eso a una edad más grande y los demás niños apenas comenzaban a dividir y multiplicar. Y el mayor ventilaba la hazaña del menor al mundo como la cosa más extraordinaria (que lo era), siempre orgulloso de ese pequeño niño. Él siempre celebró los logros de su hermanito mucho más que los propios.

Se acordaba que de niño tocaba el piano un poco y buscaba su pasión en varias cosas, pero en cuanto tomó los libros de física y química, supo que se había enamorado para siempre. Y allí también estuvo su familia, viéndolo crecer y convertirse en un pequeño chico testarudo pero lleno de sueños.

Todo había salido tan bien ése día. Había impresionado a todos los académicos y la universidad lo estaba recibiendo con los brazos abiertos a unos bellos 14 años. La alegría de la celebración, las bromas del hermano acerca de la vida en el campus y las alitas de pollo picante en la mesa. Los amigos, las demostraciones científicas, las risas y las cosas buenas. Su primer día, su primer semestre como estudiante de una ingeniería. Y todos estaban allí.

Todos siempre estuvieron allí.

Hasta que un día, volviendo de la universidad, sonaron las sirenas y su cielo se apagó como la luz de una cerilla.

Con la facilidad de un soplido.

Porque las guerras se ven tan pequeñas desde arriba. Los hormigueros se ven tan insignificantes cuando se experimenta con ellos. Las pestes y la tristeza no importan cuando lo más importante se vuelve el poder.

SILICIUM. (Sci-Fi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora