¿Qué pasa después que el sol se oculta a través del horizonte? ¿Qué, cuando entre la oscuridad no puedes discernir entre tus pensamientos y la voz que se va apagando al final del pasillo?
¿Qué pasa cuando ningún ser a tu alrededor logra satisfacer tus deseos pecaminosos? ¿Qué sucede cuando, después de tanto fallar, ya no quieres seguir intentádolo?
¿Qué ocurre en los corazones valientes que han sido fragmentados? ¿Qué, cuando el deseo es una carga, llena de amargos sorbos de dolor?
¿Por qué el susurro del viento se va tornando en un profundo sinsabor? ¿Por qué la vida es la carga onerosa que nunca pensaste llevar a cuestas?
¿Dónde se esconde la sonrisa en momentos de dificultad? ¿A dónde va el grito jubiloso, que desgañita como estruendo, antes de derrumbarse?
¿Qué ocurre cuando él, ella, nosotros, ellos, ellas, no compaginan, compaginamos, con lo que creemos, creímos, creíamos? ¿Qué, cuando mis teorías, tus teorías, nuestras teorías, caen al suelo y son pisoteadas, asaeteadas?
¿Qué pasa cuando vienes y vas, y no encuentras la puerta, el camino, el sendero, el río, el mar? ¿Qué, cuando el viento no halla velas que soplar?
¿Por qué mientras te hundes piensas en volar? ¿Por qué se pierde el tiempo huyendo de la tempestad?
¿A dónde van las canciones que quisiste cantar? ¿Dónde quedan los recuerdos que quisiste guardar?
¿Por qué me preguntas cosas que, sabes, me harán sollozar? ¿Por qué se van las respuestas? ¿Por qué aún no es el final?
¿Por qué se me quedan mirando esas extrañas figuras en los cuadros de la pared? ¿Por qué sigo sin creer en la fuerza o el poder?
¿De dónde viene esa multitud de problemas cual polvareda? ¿De dónde, esa tormenta estruendosa, vertiginosa y violenta?
¿Por qué con la noche viene el fantasma del recuerdo? ¿Por qué con carcajadas contra mí se abalanza?
¿Qué pasa con la justicia que camina lenta y fatigosa? Acaso, ¿es la bendición del desalmado, que no quiere la paz?
¿Qué, cómo, dónde, cuándo? ¡Hasta nunca! ¡Hasta pronto! Tú. Yo. Fulano.