Háblame de este vacío que no se llena con nada, de este frío y de tu voz lejana.
Nómbrame las constelaciones y esas galaxias hurañas.
Descríbeme el tacto y sus colores, la luz de mis horrores, montañas empinadas.
No soy más si no estás tú.
No entiendo de altos, bajos o amplitud.
Se me esconden los enigmas, y en mis puertas hay cerrojos. Y no soy más que mis despojos, si te abandonas y decides terminarlo todo, cuando, creyéndome solo, me acompañas sin virtud.¡Qué haces!
¡No dejes de mirarme!
O acaso, ¿no te das cuenta que entre tréguas vamos errantes?Fiero es este destino, y no me rehúso a él.
Pero no me sofoques. Dame aire. Agua. Miel.
Dame tu saliva y tu palabra.
Sé mi amante fiel.