Es un día como cualquier otro en está ciudad, un día más en mi vida, algo normal.
Sonó el despertador, no era una persona de mañana la verdad, necesitaba dulces para poder seguir el día; con un esfuerzo super humano me levanté de la comodidad de mi cama, me duché y me puse mi uniforme; otro día más, rutina normal.
Me miré al espejo, mi pelo negro claro, mi piel blanca opaca, mis ojos cafés y mi cuerpo ni Atlético ni en mala forma, era una persona más del montón, promedio, más o menos.
Oí a mi madre llamar desde abajo, se me hacía tarde, no quería llegar tarde....de nuevo....
Baje rápido, sin miedo a caerme y desnucarme en los escalones por un tropezón, comí mi desayuno de siempre, un pedazo de pan con chocolate tibio, me llevé un par de dulces para pasar el día y me apresuré al auto de mi padre, mi hermano estaba esperando, tenía la misma cara de mi padre de joven, ojos marrones como el y pelo café oscuro, tanto que parecía realmente negro cuando no le daba la luz, mamá encendió el motor y comenzamos a ir directamente a la escuela, o como lo solía llamar a veces: un rinconcito donde se fusionan lo peor del infierno y lo mejor del cielo....
Algo me decía que iba a ser un día largo......
No había dormido bien, como siempre, testimonio vivo de eso eran las marcas negras bajo mis ojos, el insomnio es una maldición desgraciada; solo esperaba concentrarme bien en las clases y no haber olvidado la tarea en casa....o haberla olvidado completamente y no haberla hecho.....
Bostece, era algo común por la mañana, nada cambiaba ese hecho.
Oí las noticias, más políticos hablando basura, uno pensaría que un futuro presidente era más inteligente o más preocupado por su pueblo, pero siempre oí los mismos discursos cada cuatro años, era terriblemente repetitivo.Mi madre paró frente a la escuela, nos dio un beso en la frente a cada uno en la frente y salimos del auto, oí como se iba mientras caminaba hacia las puertas de Forest High, en el pasillo nos separamos mi hermano y yo, fui a mi casillero y saque mis libros para el día, miré un momento el mantra que me repetía todos los días y guarde en mi casillero: «respira, vive y siente, los demás no importan»
Caminé hasta el salón de clases y me senté en el frente, así ponía toda la atención que podía, el profesor era aburrido, sobre complicaba el tema, debería ser simple pero no lo hacía ver así, me llenaba de sueño y decepción, antes de dormir me dije a mi mismo.
-"Respira, vive y siente, los demás no importan"
Iba a ser un día largo.
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Yo, Yo misma, Yo también y mi novio
Teen FictionDana es una chica fuera de lo normal: tiene más figuras de acción que productos de belleza, más libros de manga que revistas y una manera extraña de interactuar con la gente. Cuando un chico nuevo entra en su vida por pura casualidad, podría evitar...