Tragar rabia

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Caminé por los pasillos vacíos de Forest High, no se oía ni un solo ruido, ni mis pasos.

Sentía frío, pero no me afectó; solía ser algo común en esta parte del mundo, un frío insoportable desde finales de Abril hasta mitad de Julio si teníamos suerte, un lugar horrible para una chica asmática.

Me parecía extraño que no hubiera nadie en los pasillos, siempre podías ver a los de primer año jugar por este lugar o a los mayores creyendo que son importantes con sus chismes e historias sobre como ganaron un partido de soccer, consiguieron novio o novia, o las epopeyas de como se partieron una uña.

Probablemente me estaría perdiendo una clase aburrida, siempre era lo mismo en esas clases; claro que me encantaba los desafíos mentales y aprender, incluso me habían dicho algunas veces que era inteligente, pero fuera de economía, filosofía o algún área matemática (a saber aritmética, álgebra, física, estadísticas, trigonometria y cálculo) el resto de clases eran una reverenda perdida de tiempo, dinero y papel.

Seguí caminando por el pasillo vacío, aún sin encontrar a nadie y lamentando no haber traído una chaqueta, saco o gaban para protegerme del frío de este invierno lluvioso; miré a todos lados, parecía estar en el mismo sitio entre los casilleros y un par de salones a cada lado, parecía un ciclo infinito.

Miré a las puertas de los salones, estaban cerrados, sin nadie adentro.
En la superficie de la ventana se reflejo mi imagen y tuve que ahogar un grito de miedo, mi pelo estaba desordenado, mis ojeras se veían peor de lo usual, llevaba mi chaqueta negra favorita, unos jeans negros, una camiseta blanca y un gorro carmesí.

Pero lo que más me asustó de mi reflejo fue mis ojos, estaban llenos de ira, locura, además de que mi ropa estaba cubierta de manchas cafés rojizas, y sabia muy bien que no era óxido, era sangre, sangre seca.

Y estaba sonriendo.

¡Sonriendo!

¿¡Porque sonreía si no había nada gracioso!?

Sentí una mano en mi hombro y miré a la persona que estaba detrás mío.

Era yo, pero a la misma vez no.

Tenia los ojos saltones y se veían las venas en ellos, tenía el pelo negro con blanco y un vestido blanco, sonreía con la misma locura que había en mi reflejo.

-"¿Te sientes mejor?"- dijo ella, su voz sonaba ronca y tenia un pequeño eco.

-"¿Que hice?"- dije con miedo, oí que había casi igual cantidad de locura que en mi mirada, a pesar de que hablaba con miedo.

-"¡Al fin hiciste explosión!"- dijo mientras se reía (cosa que me dio escalofríos) -"Alguien hizo algo que no nos gustó, tal vez Laurean te fragmento más de lo que te dejo la última vez, tal vez Silvia se volvió a cansar de ti, tal vez Valentín no aceptó tus sentimientos o incluso alguna persona te molestó en el lugar y momento equivocado, pero ¿Acaso importa ahora?"

-"¡Yo no he hecho nada!"- grité en mi defensa -"¡Yo nunca le haría daño a nadie!"

Ella sonrió un poco más, su rostro parecía sacado de una película de terror de esas viejas, donde un asesino loco persigue a sus víctimas (la película Psico era lo primero que me venía a la mente)

-"¿Jamás?"- dijo en un tono burlesco -"Matarías a todo el mundo sin dudarlo y con una sonrisa en tu rostro, la rabia siempre sale tarde o temprano, ¡Las dos sabemos que eres una bomba de tiempo y el reloj corre! ¡Tick Tack! ¡Tick Tack! ¡Tick Tack!"

Sus palabras me cayeron como un balde de agua fría por la espalda, había días en los que luchaba por no perder el control de mis acciones, aferrarme a lo que yo llamaba «mi pequeña reserva de cordura de emergencia»; cada día era más difícil. Pero no había perdido el control en un buen tiempo, bastante en realidad, eso debería significar algo, ¿Cierto?

-"Yo no soy así"- murmuré -"Soy una buena persona, me gusta la gente, quiero que todos estén bien........"

Oí su risa, esa horrible risa, se estaba burlando de mi, de mi, ¡en este tipo de situaciones!

-"¡Callate!"- Grite, sentí que mis pulmones y garganta me dolían; por eso no solía gritar, me dolía todo el sistema respiratorio; pero eso no me detuvo -"¡Es verdad!"

Siguió riendo durante un rato, si las miradas mataran esa estúpida versión mía estaría agonizando en el suelo en este momento. Me miró con esos ojos sangrientos sin dejar de reír.

-"¿Enserio te engañas con esa basura?"- dijo -"Ambas sabemos de lo que eres capaz, no eres la heroína de la historia, eres la villana que espera despertar, no eres la que hará la diferencia, eres lo opuesto, no eres compasiva, eres vengativa, tu no eres paz, eres ira contenida a punto de estallar, tu no sigues el Ashla, eres adicta al Boga, no eres un ángel, eres un demonio que quiere salir al mundo y desatar su ira sobre todos"

Se rió de nuevo, su condenada risa se oía por los pasillos; me dolía....

Me dolía saber que todo lo que decía era verdad, todas esas veces en que simplemente pensé en acabar con la vida de alguien por alguna estupidez, como mis nudillos se ponían blancos dentro de mis bolsillos de la impotencia de no poder sofocar la llama dentro de una persona, de no poder demostrar mi verdadera yo.

Sentí lágrimas rodando por mis mejillas.

-"Tienes razón, así soy y lo odio"- admití -"Soy horrible y me cuesta todo mi autocontrol no atacar a alguien que me haya hecho algo malo; me odio a mi misma por ser así y no poder mostrarlo, odio a todo el mundo por hacer que controlarme sea tan difícil, odio sentir placer al pensar en hacer sufrir a alguien sin razón, pero principalmente ¡odio ser yo!"

-"Éstas loca, tu cordura es inexistente, aceptalo, estarías mejor muerta antes de que hicieras algún daño......"- dijo ella, hizo una pequeña pausa y volvió a reír -"¿¡Pero sabes algo!? Es divertido, espero que algún día hagas explosión, se vaya tu poca cordura y el mundo nos tenga miedo, por Dios, sabemos que lo merecen, si nadie nos aprecia por lo que somos deberían temernos o morir, después de todo........¡Es lo único que merecen los humanos!"

Si es posible su risa se volvió aún más loca, su sonrisa creció hasta que rivalizaba con la del Joker mientras arqueaba su espalda hacia atrás de una manera poco natural y se agarraba los costados; era una imagen de terror.
Me miró a los ojos mientras se reía y se abalanzó sobre mi, me golpeaba y desgarraba mi piel, sentí mi sangre correr a través de mi cuerpo y luego un golpe en la cabeza......

Luego todo era oscuridad.......

Yo, Yo misma, Yo también y mi novioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora