Una cita

20 2 0
                                    

El día había pasado sin mayor problema, aunque Valentín dejó de ser tan tímido; ahora parecía que la tímida era yo con él.

Hablaba, se reía y me miraba; me sentía pequeña a su lado, él media más o menos 1'80 o algo así y yo 1'63; obvio me sentía pequeña con ese maldito titán.

Pasamos de nuevo tiempo con Camilo y Sebastián durante los recesos; de vez en cuando Valentín me haría chistes y me daría la mano o me abrazaría, cosa que muchos pensarían que era atrevida, pero a mi me parecía romántico y divertido; éramos fuera de lo común, los demás solo tendrían que acostumbrarse.

Logramos separarnos de nuestros amigos durante un momento en el receso mientras íbamos de la mano; para muchos podría parecer muy rápido, para mi era el ritmo perfecto.

-'No puedo creer que esto esté pasando'

-'Yo tampoco, ¿Crees que tiene daño cerebral?'- se burló -'Esta contigo después de todo'

La ignoré, no iba a dejar que arruinara un momento hermoso con mi casi pareja por el momento.

-"Wey, caminas mucho, ¿Sabes?"

Yo solo me sobresalté un poco por la interrupción repentina y poco común de mi descenso a la locura; lo miré extrañada.

-"Si, nunca le vi el problema"- dije inclinando la cabeza -"¿Ya te cansaste?"

-"No....."- dijo mientras se ponía la mano tras la cabeza de forma nerviosa.

-"Si te cansaste"- solo suspiré un poco, luego se encendió la bombilla metafórica metafísica sobre mi cabeza -"Se a donde ir para descansar"

Lo cogí de la mano y lo guíe corriendo por los pasillos de la escuela, yendo en zigzag, de izquierda a derecha mientras me reía cada vez que a Valentín se le enredaban las piernas y no me podía seguir el ritmo.

Finalmente llegué con él a rastras al prado en la parte de atrás de la escuela.

-"No sabía que teníamos un lugar así en la escuela"- dijo un poco asombrado, seguramente por la calma y soledad del lugar.

-"Casi nadie sabe"- dije mientras disfrutaba de la calma y el olor a césped recién cortado; parecía que le habían hecho mantenimiento al lugar hace poco -"Siempre están tan ocupados en sus cosas que no conocen más allá del pasillo, la cafetería y el salón de clases"

-"¿Y por qué vienes aquí?"- preguntó.

-"Para pensar, cuando necesito tiempo para mi o cuando quiero calma"- vi como asentía mi compañero -"Pero también vengo cuando tengo una compañía muy perezosa como para que le guste caminar"

-"Ya veo......"- parpadeo un par de veces -"Espera, ¿Que?"

Yo solo solté una pequeña risa mientras nos sentabamos junto a un árbol.

-"Eres muy perezoso"- le dije -"Agradece que lo compensas con lo guapo"

El solo se sonrojó un poco y me sonrió mientras se encogía de hombros.

-"Así soy, wey"

Nos quedamos en silencio un rato, yo tenía una idea en mi cabeza que estaba bajo debate.

-'No lo hagas, ¿Quieres que se sienta incomodo?'

-'Pero va a ser cómodo y divertido, además tengo que comprobar'

-'Es una mala idea'

-'¿Desde cuándo te hago caso?'

-'Es mala idea'

Yo, Yo misma, Yo también y mi novioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora