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Habían pasado unos días desde mi visita a Valentín; ahora me encontraba en la escuela, salía de clase de Inglés.

Gracias a Dios por el recreo.

Hablar en Inglés no era difícil ni aburrido, pero era tedioso tener que realizar ejercicio tras ejercicio de gramática y demostrarle a la profesora que sabía hablar en el idioma de la tierra de los reyes viejos y guardias ridículamente vestidos.

Llegué a la mesa que solía frecuentar en el restaurante, no tenía nada de especial, solo quedaba cerca a la salida de la zona y a donde los cocineros y cocineras le servían la merienda y el almuerzo a cientos de niños al día sin que se les reconociera mucho su oficio.

-"¿Desde cuando tienes sentido de justicia social?" - dijo -"Tu eres la que dice que sería mejor tener un robot a esas personas"

-'Se desperdicia mano de obra valiosa para tareas más dignas, es estúpido que la gente no pueda desbloquear todo su potencial por no poseer el estatus o la economía adecuada para avanzar'

-"Con robots en todos lados podríamos apoderarnos del mundo y hacer de todos nuestros esclavos"

-"Necesito un maldito psiquiatra"- suspire en voz alta.

-"Hola, Dana"- oí una voz que reconocía -"¿Interrumpo?"

-"Hola, enano"- le respondí a Camilo -"¿Como estas?"

-"Nada interesante"- dijo -"Las chicas de mi clase aún se niegan a hacer yuri, así que hasta que eso pase, me conformo con ver anime"

Sonreí de buena gana; Valentín veía anime y captaba algunas referencias, pero era más bien.....casual. Camilo era hardcore como yo, hasta podría decir que sabía más que yo en la materia.

-"¿Y cual estas viendo ahora?"- pregunté.

-"Uno sobre una chica con poderes regalados, tiene una rival gritona y explosiva y las shipeo"- dijo con normalidad.

-"Shiper obsesivo"- murmuré -"Oye, ¿Y dónde está Valentín?"

-"¿Sabes que no deberías estar tan pegada a él hasta que cumplan 19?"- dijo él.

-"No soy tan pegada"

-"Eres un chicle"- dijo con un encogimiento de hombros -"Y él,  bueno, Valentín es Valentín"

-"Mejor solo dime donde está, shota"- dije con un tono burlón.

-"Ah, si"- dijo él -"Hoy les tocó una clase con un profesor de lo más malvado y los dejó sin recreo hasta que acaben unos ejercicios"

-"Pobres"- dije con una ligera burla, puede que no estuviera mi novio, pero mi Lance estaba también allí, si mi hermano sufría era feliz un poco -"Bueno, me tendré que conformar con media persona"

-"¡Oye!"- dijo él -"No soy tan bajito"

Camilo se levantó y caminó hacia la cafetería, donde servían la merienda; yo traía mi propia comida desde que vomite todo lo que me dieron en la escuela.

-"¿No deberías estar en clase?"- oí al chef decir -"Los pequeños ya hace rato pasaron por aquí"

Casi me atragantó con el chocolate que bebía. Si, seguro que no era pequeño.

-"Debería aceptar que parece un niño de 10 años a pesar de tener 14"

-'Pobre'

-"Parece que le dieron un golpe bajo"- la oí reír.

Camilo volvió con su bandeja a la mesa con expresión entre resignada y cabreada.

-"No digas nada"- dijo mientras se sentaba y comía su merienda de forma brusca.

-"Ok, enano"- sonreí.

-"Te pasas"

-"Lo sé"

Se sentía extraño poder hablar así con alguien, normalmente la única que me escuchaba era Silvia, pero se enojaba fácilmente.

-"¿Y como te fue con Valentín?"- dijo él.

-"¿Eh?"

-"Fuiste a visitarlo, ¿No?"- levantó una ceja.

-"Oh, claro"- me sonrojé -"Fue genial"

Se armó el silencio en la mesa, Camilo seguía mirando, de fondo se oía el bullicio de los de más estudiantes; yo estaba pensando en otras cosas.

-'¿Como demonios paso ese nivel?'- me pregunté por encima vez en el día.

-"¿Mejorar?"- dijo ella -"Tal vez no hacer el bonus"

-'Pero matar a esa fastidiosa me da más dinero y satisfacción personal'

-"¡Si!"- dijo la otra -"Hay que eliminar a la rusa inútil"

-"Pero destruyen al mejor empleador, la mafia"

-'Cierto.....'

-"¿Enserio no me vas dar detalles?"- dijo Camilo con mala cara.

-"Eh, ¿Dijiste algo?"- pregunté distraída.

-"¡Que me des detalles!"- gritó.

-"Vaya, tienes mecha corta"- le di una sonrisa -"Fue normal"

-"¡Detalles!"

-"Me quemé la lengua con un chocolate"- me encogí de hombros -"¿Suficiente detalle?"

-"Eres una desgraciada"- me dijo.

-"Pero al menos nunca es aburrido"

-"Nunca lo es, al menos"

-"¿¡De que me perdí!?"- había llegado Valentín a toda velocidad a comer, ya tenía la bandeja en la mano y se sentó a mi lado.

-"Le estaba contando todo lo que hicimos ayer"- le pasé un brazo por sus hombros.

-"¡Que mentirosa!"- gritó Camilo.

-"Hicimos muchas cosas, wey"- dijo él -"¿Quieres detalles?"

Valentín y yo nos miramos con picardía, tal vez leyendo la mente el uno del otro.

-"¡Ya le dije a Dana!"- gritó Camilo.

-"¿Que le dijiste, enano?"

-"19"

Yo, Yo misma, Yo también y mi novioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora