Conociendo a la familia (al menos una parte) parte 2

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Había llegado un sábado tan común como cualquier día.

Los pájaros cantaban y las flores florecen.

En días como estos.....

Realmente odiaba tener que peinarme.....

Luchaba con ese aparato de tortura al que llamaban cepillo y maldije en más de 4 idiomas al desgraciado artefacto hasta que logré acomodar mi pelo en una forma ondulada hacia abajo.

-'Al fin, me veo decente'- miré el aparato de tortura -'Ni Gengar es tan cruel'

-"Tal vez si hicieras esto más seguido podrías hacerlo de manera indolora, idiota"

-'Callate'

Oí a mi madre desde el primer piso llamándome.

-"Dana, ya nos vamos; estamos tarde"- la oí gritar.

Me miré una ultima vez al espejo para asegurarme de que me viera bien.

-"O decente al menos"

Llevaba un pantalón negro con unas botas negras de hebillas plateadas, arriba una camiseta negra con un estampado que decía «Insanity», una chaqueta negra simple y una bufanda roja.

Me veía bien....., creo.

Bajé a toda velocidad a primer piso y salimos de la casa con paso lento. Lance parecía aburrido, como si no quisiera venir con nosotros; yo tampoco quería que viniera, pero aquí estabamos, nadie feliz.

Llegamos a casa de Valentín después de unos 15 minutos. Era una casa de 3 pisos de color ladrillo, ventanas blancas y puertas también blancas.

Toqué la puerta y después de un momento alguien abrió la puerta.

Era un hombre robusto, de estatura promedio pelo castaño oscuro; vestía con un pantalón caqui y una camisa blanca.

No se veía muy imponente físicamente, pero aún así daba una vibra a villano de James Bond.

-"Hola"- dijo con una voz suave -"Vale me dijo que venian"

-"Buenas, señor"- dije -"Soy Dana, mucho gusto, esté es mi hermano y mi madre"

Entendí la mano para estrechar la de él.
También extendió la mano y estrechó la mia.

-"James"- dijo el hombre -"Soy el padre de Valentín, un gusto"

-"El gusto es mio"- respondí.

Mi madre se despidió de mi y se llevó a Lance, me dijo algo sobre los apartamentos que esta cuidando y una fuga de agua.

Seguí al padre de Valentín adentro; el primer piso no era la gran cosa, al parecer había alguien que vivía en alquiler allí. El segundo piso eran unos cuartos, la cocina y el comedor.

Me senté y el señor James procedió a encender la estufa, calentando alguna cosa que tenía en una jarra metálica.

-"¡Valentín, llegaron visitas!"- alzó la voz él.

-'Tiene pulmones grandes, eso si parece'

-"¿Tu crees?"- dijo -"Casi nos da sordera"

Oí como se caía algo arriba, una maldición amortiguada por el espacio y unas risas.

Vi como del tercer piso bajaban 4 personas.

Uno era Valentín, era una figura identificable de lejos (al menos para mi); otro era un chico bajito con el mismo pelo castaño de Valentín (tal vez era un rasgo genético), solo que más rojizo y con una sonrisa burlona.
Había una niña pequeña de pelo color sepia, casi tan pálida como yo y ojos negros, no parecía tener más de 6 años.
Por último, bajó una chica más o menos alta de pelo del mismo color de la pequeña y ojos negros, su traje no era tan conversador que el mio, para no entrar en detalles.

-'Creo que le hace falta un poquito de decencia'

-"Parece una chica de la vida alegre...."

Bajaron juntos y Valentín me dio un abrazo.

-"Hola Dana"- dijo -"Que bien que viniste"

-"HoI"- dije -"Claro que iba a venir, no te iba a dejar plantado para que crecieras más"

Nos reímos un momento hasta que hubo un «ejem» que nos interrumpió.

-"¿No nos vas a presentar a tu chica, hermano?"- dijo el chico bajito.

-"Ya va, no te afanes Luís"- dijo Valentín.

Yo me reí mientras me ponía una mano tras la cabeza.

-"Gomen....."- dije.

-"No es momento para hablar japonés, estas haciendo el ridículo"

Vi que me miraban extrañados. Decidí mejor empezar a hablar normal.

-"Buenas, soy Dana"- dije -"Mucho gusto"

El chico de pelo rojizo me dio una sonrisa y me dio la mano.

-"Soy Luis, un gusto"- dijo -"Me encanta que Valentín haya encontrado una chica guapa para salir, ¿No crees?"

Me sonrojé, mucho.

-"¿Cuál chica guapa?"- dijo -"¿Ves? Ya te esta traicionando"

-"Si nos traiciona nadie va a encontrar su cadáver"

-"Jejeje"- dije -"No soy guapa"

-"Y eres modesta"- miró a Valentín -"¿Podemos quedarnos con ella?"

-"Luis....."- dijo Valentín un poco molesto -"No me avergüences....."

Yo solo estaba roja como tomate, intentando no desmayarme de vergüenza.

Sentí como algo se me pegaba en la pierna y vi a la niña pequeña dandome una sonrisa de mil voltios.

-"¿Eres la nueva amiga de mi hermano?"- dijo con una voz de tono alto.

Yo solo asentí a la niña pequeña. Su sonrisa se iluminó más, incluso si parecía imposible tal cosa, y comenzó a hablar.

-"Soy María"- dijo -"Me gusta armar cosas y jugar"

-"Hola pequeña, soy Dana"

-"¡No soy pequeña!"- dijo.

-"Pero eres enana"

-"¡No soy enana!"- respondió -"Me llamo María, Ma-ri-a"

-"Ok, ok"- dije -"Eres la enana María"

Ella solo resopló y volvió a solo agarrar mi pierna.

Miré a la chica mayor que solo parecía algo fastidiada y divertida, había visto esa mirada antes en el espejo en momentos en los que me daba locura.
Esta chica tenía complejo de dios o un ego muy grande; aún así le extendí la mano para saludar.

Solo me miró un momento y la tomó, fruncio el ceño un poco al ver mis uñas, seguramente preguntándose algo sobre mi estilo.

Se notaba lo ególatra a kilómetros, pero lo intentaba ocultar bien por las apariencias.

-'Necesito estar a solas con esta chica, sería todo un show el molestarla'

-"Típico, te burlas de las personas que al menos te podrían ayudar a verte decente"

-"Deberíamos matarla"

-'Va a ser una tarde larga'

-"Soy Nicole"- dijo la chica a la que le sostenía la mano -"Creo que me puedes soltar"

Rápidamente le solté la mano y vi como ella me miraba con ojos críticos; creo que no le agradaba mucho.

-"¿Alguien quiere chocolate?"- interrumpió el señor James -"Esta recién hecho"

-"Yo quiero"- dije rápido, apartando la vista de Nicole.

Me senté y tomé un largo sorbo del chicolate.

Me arrepentí.

Casi gritó de dolor cuando me quemé la lengua.

-"Idiota"

Iba a ser una tarde larga.

Yo, Yo misma, Yo también y mi novioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora