Capitulo 5 - El Señor de los Gramillos

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Diego.
Entonces, dices que si se tu nombre no voy a poder soportar y lo diré sin más.

Peregrino.
Yo no dije eso. Puedes saberlo y no decirlo, pero al final lo dirás.

Diego.
Eso es apostarle mucho al destino.

Peregrino.
El destino es moldeable.

Diego.
Dime tu nombre.

Peregrino.
Aun no es el momento de que lo sepas.

Diego.
Solo dilo y ya.

Peregrino.
...

El peregrino apresuro el paso dejando a Diego hablando solo. El espadachín se adelanto y se paro frente al peregrino.

Diego.
Seguiré preguntando hasta Compostela. —El peregrino le mira fijamente buscando en su sabiduría como poder aprovechar ese momento de curiosidad por parte de su acompañante.

Peregrino.
Mi nombre es... Irule. —sonríe burlón —Soy el Señor de los Gramillos.

Diego.
¿Irule? Debes estar bromeando. —Diego comprende la palabra Irule como "El que manda".

Peregrino.
Yo puedo hacer hablar a los grillos.

Diego.
Ya déjalo, ya entendí que no me lo dirás. —se quita del camino del peregrino y continúa caminando.

Peregrino.
Ese no es mi nombre. No el original, pero si uno con el que se me ha conocido en la historia.

Diego.
Entonces no es ese el que guardas en misterio.

Peregrino.
Pero si soy Irule... Irule ion machine.

Diego.
Que lenguas raras hablas. —Frunce el ceño por la extraña pronunciación.

Peregrino.
Muchas, algunas no existen aún. —Observa el rostro confundido de Diego. — Significa "El que manda sobre la maquina".

Diego.
¿Qué maquina?

Peregrino.
Ahora parece imposible, pero, necesitando un medio para poder salir del hastío y del tedio, no está lejos el día en que los hombres se consuman frente a un dios maquina y yo seré Irule Ion machine.

Diego.
No me veo a mi mismo todo el día frente a una máquina, suena aburrido y sin sentido.

Peregrino.
Ojalá vivieras lo suficiente para verlo. —lo dijo enserio.

Diego.
Hace rato dijiste que ese era uno de los nombres con el que te habían llamado y ahora dices que llegara el día en que te llamaran así, lo que dices no tiene ningún sentido.

Peregrino.
He visto el futuro desde el pasado. Conozco el fin desde el inicio. Yo vivo aquí y en mis sueños.

Diego.
¿Cuáles sueños? Casi nunca duermes.

Peregrino.
En mi mundo se duerme solo una vez al mes. —Miró el cielo. —Si vieras lo que yo veo, te darías cuenta de que en allí todo es diversión.

Diego.
¿Diversión? —niega con la cabeza —frente a una máquina, lo dudo.

Peregrino.
Tu no tienes ni idea de lo que las maquinas llegaran a significar para los hombres en un par de ciclos.

Diego.
La música —sonríe —eso es divertido. —El peregrino recuerda la comodidad de Diego en la Danza del fuego, sin duda la música y el baile era algo que le relajaba.

Peregrino.
Tengo una banda de duendes rockeros.

Diego.
¿Rockeros? —Desconoce lo que es el Rock.

Finisterra -Mago de OzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora