Capítulo 2: Encuentro Bar-Error

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- AAAAAAAHHHH - Me desperté como si alguien estuviera por asesinarme y del susto caí de la cama.

- ¡¡QUE PASA!! - grito Lucía al entrar a la habitación.

- Yo asomé la cabeza por el borde de la cama y vi a la pelirroja sosteniendo la lámpara, solo atiné a mirar a Lucía y levantar los brazos.

- Jazmín ¿que haces aquí? -

- ¡¡Vivo aquí!!... ¿quién es esta? - pregunto enojada y yo solo quería desaparecer.

- Pensé que te quedabas con Elena -

- No me hables de Elena ahora - le respondió bajando la lámpara.

- ¿Otra vez? -

- ¡¡Si!! Pero esta vez ya me cansó!! -

- Jaz... lo siento -

- Ya, estoy acostumbrada -

Yo mire a ambas, al parecer se habían olvidado que yo estaba allí, así que, decidí actuar y usar el mas efectivo llamado de atención, aclaré mi garganta fuertemente.

- Oh, lo siento... Soy Jazmín - dijo apoyándose en el colchón y estirando su mano.

- Flor - respondí poniéndome de pie y estrechando su mano.

- ¿Quién es? - dijo volteándose a Lucía.

- Te lo ha dicho, Flor -

- ¿Y porque FLOR, está durmiendo en mi cama? -

- Por que vivirá con nosotras -

- Vaya... ¿y cuando has decidido eso?

- Hace tres horas - Lucía sonrió y Jazmín arrugo su frente.

- Yo... yo dormiré en el sofá - dije intentando salir de la habitación pero Jazmín me tomo del brazo.

- No, tu duerme aquí, Lucía dormirá en el sofá - la rubia intento hablar pero Jazmín la miro muy seriamente.

- Si, dormiré en el sofá - suspiró.

- Buenas noches, Flor - dijo la pelirroja al salir de la habitación.

- B-b-buenas noches - tartamudee.

|••••|

- DESPIERTA - grito Lucía riéndose, yo me levante en seco, mirándola confundida.

- Vamos, tu primer día te espera!! - salí del cuarto ya preparada y conocí a las dos "compañeras de piso" que me faltaban, busque a la pelirroja con la mirada pero ya no estaba, según Carla, Jazmín, era el "fantasma" de la casa, casi nunca estaba y cuando lo hacia permanecía encerrada en su cuarto.

Era de la clase "Rebelde sin Causa" pero ninguna hablaba mal de ella, era particularmente querible.

Por los siguientes 4 días la rutina era simple, levantarme, trabajar...o intentar aprender a hacerlo, acondicionar mi nueva habitación, aceptar cada orden de Lucía, era bastante controladora, si bien las 5 eran propietarias de la casa cada una de nosotras debía encargarse de pagar, ya sea las expensas o la comida, Lucía se ofreció a pagar mi parte hasta que yo me armara de ropa y muebles. Se que solo hacia cuatro simples días que las conocía pero no podía arrepentirme de haber aceptado, era sin dudas la mejor decisión.

- ¡¡Ya está!! - dije orgullosa mientras colgaba uno de mis pósters favoritos que había conseguido en una venta de garage.

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