Capítulo 4: Elena

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Me puse el pijama y me senté en la cama, no podía concentrarme en otra cosa que no sea Elena y como si mi cabeza me odiara empecé a compararnos, Elena era más alta que yo, sexy, simpática y dulce... yo? Una mezcla entre un Minion y Shrek, sin contar que tenia la sensualidad del Hombre de las nieves... nula.

Luego de un par de horas de martirio mental, puse mi oído en la puerta y no se escuchaba nada, así que salí, camine frente al cuarto de Jazmín pero tampoco se escuchaba nada.

- Pense que dormías - me sobresalte al oír la voz de Jazmín que estaba sentada en el sofá y me la quede mirando - ya se fue - dijo como si leyera mi mente.

- Haré café... ¿quieres? - pregunté y ella afirmó levantándose.

Tome dos tazas y ella me alcanzó el café de la alacena, hicimos los cafés y nos sentamos en el sofá.

- ¿No te agrado Elena? - preguntó luego de unos segundos.

- No la conozco -

- A mi tampoco me conocías y sin embargo te... -

- Me acosté contigo, ya se - la corte.

- Iba a decir que "te fuiste a bailar conmigo"... pero tu argumento es mas sólido - sonrió y yo me sonroje.

- Jazmín... yo... tu... - "bien, cerebro, bien, buen momento para abandonarme" - mmmm esa, noche... -

- ¿Qué es ese equipo en tu cuarto? - interrumpió y en parte lo agradecí.

- Es dónde hago "mi arte" -

- ¿Tu arte? -

- Sii... - asentí algo orgullosa.

- Muéstrame - la llevé a mi cuarto y la senté en la cama, no estaba acostumbrada a mostrar lo que hacía a otra que no sea yo, pero con ella era diferente, sentía la necesidad de mostrarle cada parte mas íntima de mi, ella se mostraba obediente a cada cosa que yo le pedía y eso me relajaba. Le puse los auriculares y le mostré una de las pistas que había hecho en la Universidad.

Ella cerró los ojos y se quedo en silencio poco a poco fue haciéndose para atrás hasta quedar acostada.

No pude aguantar las ganas y me tire a su lado en la cama.

- Es muy bueno... - se sacó los auriculares y los apoyo a su costado.

- Gracias - dije casi en un susurro.

Ella se levanto de la cama pero la frene tomándola de la mano.

- No, no te vayas - me acosté y la miré con la esperanza de que hiciera lo mismo. Me miro, sonrió acercándose y dejo un suave beso en mi frente.

- Buenas noches, Flor -

- Buenas noches, Jazmín - suspire, esto seria difícil, necesito apoyo y creo saber quien puede ayudarme.

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