Capítulo 17: Juntas

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Llevé varios Mashups a diferentes emisoras de radio aunque la forma en las que las recibieron no eran muy prometedoras. "Una cosa mas para agregar a la lista *no salio bien*"

Después de mucho pensarlo decidí dejar de intentar con Jazmín, quizás ya la había perdido para siempre. O tal vez como Lucía decía, debía darle tiempo y esperar.

Seguía en el parque, con la mirada fija en la gente que corría, algunas conversaban y otras como yo solo permanecían en silencio.

- ¡¡Flor!! - el grito me hizo sobresaltar.

Me di vuelta en seco y vi a Jazmín quien tenía las manos apoyadas en sus rodillas, tratando de recobrar el aliento.

- ¿Jazmín, estás bien?

- Yo... corrí... lo siento... agua, agua - estaba realmente agitada y provocó que yo soltara una risita.

Busqué la botella de agua que traía conmigo y se la ofrecí, ella la tomo y le dio un sorbo.

- Jazmín ¿qué sucede?

- Yo, quiero disculparme por como he actuado... contigo.

- ¿Tu quien eres y que has hecho con Jazmín? - bromee ya que solo unas horas antes había destrozado cada regalo que le hice.

- Flor.

- Ya Jazmín, no digas nada, se que crees que te engañé con Elena, pero no es así y si necesitas tiempo para perdonarme o entenderlo te lo... - antes de que pudiera terminar mi argumento sus labios chocaron con los míos - ...daré... - murmuré cuando se separó de mi.

- Fui una completa idiota.

- Sí, pero eres la idiota que más quiero en este mundo - sonreí aún emocionada por el beso.

- Vamos a casa.

Tomé mis cosas del pequeño banco y agarré su mano.

Caminamos de a ratos mirándonos y sonriendo como tontas. Cuando llegamos a la casa, el resto de las chicas nos miraban expectantes.

- ¿Y? - indagó Lucía poniéndose enfrente, aunque no había que ser muy sabio para darse cuenta, ya que seguíamos con las manos entrelazadas.

Jazmín evitó contestarles y solo me tomo de la nuca y me acercó a ella para besarme. Oímos los gritos de las chicas y yo me sonroje, no estaba acostumbrada a tales demostraciones de afecto. Pero era algo que la pelirroja y solo ella podía lograr, que aunque me daba pudor no me molestara en lo absoluto.

Finalmente volvíamos a estar juntas y esta vez no había nada que lo impidiera.

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