Capítulo 3: Robarme a su novia

1.8K 130 15
                                    

Me quede unas horas en el cuarto, hasta que me decidí a hacerle frente al problema, Jazmín tenia razón en algún momento debíamos hablar de lo sucedido.

Fui hasta su cuarto y golpee un par de veces pero nadie atendió.

- ¿Vieron a Jazmín? - pregunté a Miranda y Carla que estaban en la sala.

- Salió, vino Elena a buscarla - Respondió Carla haciendo un gesto obsceno con los dedos.

- Ughh... ¡Carla! - trate de disimular con asco la horrible punzada en el pecho al oír que se había ido con ella.

Ya podríamos hablar cuando volviera.

Claro que eso no paso, ni al día siguiente, ni al siguiente... NI AL SIGUIENTE, una semana exacta había pasado y Jazmín aún no aparecía, no es lógico eso, digo, no ha venido ¡¡ni siquiera por ropa!! O capaz usa la ropa de Elena... ¿y quién diablos es Elena? Solo había escuchado su nombre no había fotos de ella... no había nada.

- Flor - Miranda paso su libreta por mi cara.

- ¿Eh? -

- ¿Nos cubres? Lucía y yo vamos a acomodar el pedido en el depósito -

- Claro -

- ¿Estas bien? - supongo que mis recurrentes viajes mentales a "¿que rayos estará haciendo Jazmín?" se empezaban a notar.

- Si, es solo que... -

- ¿Qué? -

- Olvídalo, yo las cubro, ve -

El movimiento era escaso, lo que me llevaba a sentir que los minutos se hacían horas, estaba terminando de atender a una indecisa parejita, cuando vi la brillante cabellera roja traspasar la puerta.

- Les daré unos minutos más para que sigan pensando - les dije mientras ponía una enorme y falsa sonrisa en mi rostro y dí medía vuelta caminando hacia Jazmín.

- ¿Qué haces aquí? - estaba enojada con ella y no me preocupe por ocultarlo.

- Vinimos a almorzar - contestó divertida.

- ¿Y no hay otras cafeterías dond... ¡espera! ¿Vinimos? - justo cuando ella iba a abrir su boca otra chica se sentó enfrente de ella.

- ¿Ya ordenaste? - le pregunto, yo me la quede mirando atónita y despojada completamente de mis facultades mentales solo dí media vuelta sin decir nada y volví a la mesa de la indecisa parejita.

- ¿Y? - dije seca.

- Todavía mmm... -

- ¡Ay por Dios! Es un simple almuerzo no la elección de la comida de su boda!! -

- ¡FLOR! - Miranda sonrió a los dos niñatos y volteó su mirada asesina a mi - discúlpenla se ha mudado y no se acostumbra aún - me excusó tomándome del brazo - ¿qué pasa contigo? Ve a refrescarte al baño yo los atenderé -

- Pero... -

- PERO NADA... ¡¡VE!! - me corto.

Moje mi rostro con el agua fría, pero solo podía pensar en Jazmín y esa estúpida Elena.

"Cálmate, Flor, cálmate." "Elena y Jazmín... hasta los jodidos nombres combinaban"

¿Que pasa conmigo? Salí del baño un poco más calmada, pude ver a Lucía atendiendo a Jazmín y Miranda aún con los enamorados.

Me quede del otro lado de la barra, mirando fijamente a la pelirroja... ella reía, Elena reía, Lucía reía... su mesa era una fiesta.

- Tu y yo al depósito... ¡AHORA! - la voz de Miranda me intimido tanto que solo me limite a seguirla sin decir una palabra.

- ¿Qué pasó ahí afuera? - disparó apenas pasamos la puerta del depósito, yo la mire a los ojos y sin más comencé a llorar.

- No, Flor, carajo... ¡¡no llores!! -

- Extraño a mi Papá - fue la única mentira que se me ocurrió, mientras seguía llorando.

- Calma, hey.... mmmm... ¡¡Ya pará!! Me pone nerviosa la gente que llora - Miranda puso sus manos en mis hombros y suspiró

- Ve a casa, descansa... te cubriré, tú sal por la puerta trasera para evitar que te vean así - yo asentí con la cabeza y salí. Un poco de aire me vendría bien.

Camino a casa iba analizando vagamente lo que había ocurrido, ¿porque me había puesto de esa forma? ¿Porque no podía quitarme la cara de Jazmín? ¿Porque rayos había dormido con ella? Y solo había una respuesta: Me gusta Jazmín, el problema que al parecer a ella le gusta Elena.

Por un momento imagine que Jazmín correría a mi y me diría "Lo siento" pero no paso, volvieron a pasar mas días sin ella en la casa.

Después de mi pequeño incidente tenía la mirada de Miranda encima, creo que dudaba que en realidad fuera mi Padre el que me había hecho llorar, pero daba igual ya estaba olvidando lo que Jazmín me había hecho sentir.

Las chicas programaron una escapada a un campamento y como yo había logrado hacer que mi padre me enviara mi equipo me quede en casa preparando un par de pistas, un fin de semana sola, prometía ser liberador.

Me encerré en el cuarto y comencé a hacer "Mi Arte" ésto de estar sola, se veía muy bien, si hay algo que disfruto de la música es poder despegar los pies del suelo unos instantes.

Me recosté en la cama y poco a poco fui quedándome dormida, hasta que ella me despertó.

- Flor... Flor, despierta - abrí los ojos y vi a Jazmín sentada en la cama.

- ¿Jazmín?... ¿Que haces aquí? - sonrió y yo olvide que estaba enojada con ella.

- Ven... preparare la cena -

Me uní a ella en la cocina y fui ayudándola, hasta que tomé el coraje suficiente y hable.

- Pensé que te quedarías con Elena - murmure sin quitar la vista de las verduras que estaba picando o destrozando.

- Lucía me contó del viaje y que tu te quedabas... así que aproveche -

- ¿Aprovechaste a que? -

- A tenerte para mi sola - sus palabras hicieron que se me temblara cada extremidad del cuerpo.

- ¿Así abusas de mi otra vez? -

- Flor, créeme, si hay alguien que abusó esa noche... fuiste tú - dijo levantando un ceja.

- Sigue... - contesté señalando la salsa. Me incomodaba la charla pero no por lo que Jazmín había dicho, sino porque no podía recordarlo.

- ¿Qué pasó ese día en la cafetería? Miranda me dijo que te sentías mal -

- Si, así me sentía - quise sonar desinteresada.

- Espero que no haya sido por mi y Elena - se giro para mirarme.

- Relájate Narciso, sigo inmune a tus encantos - Jazmín soltó una carcajada y volvió a lo suyo.

Durante la cena Jazmín me contó de su trabajo y un poco muy poco, de Elena, hablamos de sus años de Universidad y su familia. Al parecer eran bastante unidos.

Estaba siendo una noche verdaderamente buena, hasta que el timbre sonó.

- Yo iré, seguro es Elena - yo sentí la avalancha de celos estrellarse en mi. Cuando volvió tenía una enorme sonrisa.

- Elena ella es Flor, Flor ella es mi novia Elena - yo estiré mi mano pero ella ignoro mi acción y me dio un beso en la mejilla. "Confianzuda y estúpida Elena."

Nos quedamos las tres de pie en un incomodo silencio. Yo solo quería saltar por la ventana, llevándome a Jazmín, por supuesto.

- Creo que me iré a dormir, mañana trabajo - sonreí forzadamente - buenas noches Jazmín, gusto en conocerte Elena - suspire y salí disparada.

Si de algo estaba segura mientras caminaba hacia mi habitación era de una sola cosa: Robarle la novia a Elena.

EnamorarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora