Los recuerdos siempre serán nostálgicos, algunos tristes y muchos otros desearemos no tenerlos en nuestras mentes, pareciera que cuando mejor estamos esos episodios oscuros de nuestras vidas regresan para carcomer lo poco o nada que nos queda de cordura.
Mi niñez no fue nada agradable, antes de enfrentar a ese demonio mi vida no era agraciada, después del primer encuentro con el hombre, jamás volví a relajarme ni un solo momento.
Una mañana, amanecí con un dolor de cabeza intenso y la fiebre no se iba, mi cuerpo estaba ardiendo y mi mal estar era insoportable. El tío Santiago, mi abuelo y los demás habían acordado ir a pescar, yo por obvias razones me quedé en casa junto a la abuela y el pequeño Adrián, él tampoco quiso acompañarlos, tal vez estaba agobiado por todo lo que estábamos viviendo, un pequeño de cinco años era incapaz de asimilar todo lo que veíamos a diario, pero su compañía era la mejor, su inocencia y sus bromas sin sentido me hacían reír un poco.
Con todo lo ocurrido con el monstruo, el tema del abuelo y el resto de la familia, jamás les conté de Martha, ese era el nombre de la abuela, era una anciana muy cariñosa, pero siempre actuaba de manera extraña, desde que comencé a vivir con ellos me daba la impresión que ella no quería a mi abuelo, siempre lo evitaba, jamás hablaba delante de él, incluso en ocasiones podía percatarme que el abuelo tiraba la comida que ella le servía, me preguntaba ¿por qué tanto odio?
Aquella tarde estaba recostado en mi cama, levantarme era casi imposible, solo escuchaba los pasos de Adrián mientras jugaba.
-Ahí estás monstruo, te voy a atrapar- Después de esas curiosas líneas, lo escuchaba correr, con mis ojos entreabiertos podía ver como se ocultaba debajo de la cama que se encontraba a un lado de la mía, luego de un rato caí rendido.
Tal vez pasaron algunos minutos cuando Adrián me despertó, tenía una foto en sus manos.
-¿Quiénes son Dani?- Preguntó Adrián.
Sostenía un retrato de mis abuelos y un grupo de niños, entre ellos podía distinguir a mi madre, también estaba el papá de Adrián, junto a ellos estaba el tío Norberto, jamás lo conocí, mi padre decía que era una porquería de persona y que era mejor no verlo nunca, pero había un cuarto niño en la fotografía, la abuela lo tenía en sus brazos, según tenía entendido solo eran tres hermanos así que supuse que ese niño era hijo del tío Santiago. Adrián me hacía más preguntas con respecto a la foto cuando de pronto escuchamos a la abuela.
-¡Dani! ¿Dónde estás?, ¡DANI!- Gritaba con mucha desesperación, eso nos alarmó, tanto que me levanté de golpe siendo que en verdad me sentía enfermo, corrimos hasta la sala y encontramos a la abuela buscando histéricamente entre sus retratos.-Abuela, ¿estás bien?- Preguntó Adrián, la abuela volteó a mirarnos y fue entonces que en verdad hizo que quisiera salir de ahí lo más pronto posible. Comenzó a llorar de una forma que transmitía un dolor inmenso, corrió hacia donde estaba Adrián y lo abrazó.
-¡Dani!, te encontré, sabía que estabas aquí, yo sabía, tu papá no me creía…
Adrián me miraba de reojo, estaba sonriendo, tal vez no comprendía la situación y a decir verdad yo tampoco, solo veía a una anciana llorando desesperadamente besando a un niño que veía a diario como si jamás lo hubiese visto y la tenía tan cerca que pude ver detalladamente su oreja, estaba incompleta, como si le hubiesen arrancado una parte de ella, comprendí por qué gustaba de tener el cabello suelto.
Luego de unos minutos, todo comenzó a tomar un rumbo siniestro, la abuela no dejaba de acariciar a Adrián, lo tenía entre sus brazos, incluso el pequeño ya se notaba incómodo, lo más curioso era que lo llamaba por mi nombre, no entendíamos lo que estaba pasando, en un intento desesperado por salir de esa situación, Adrián bajo de sus piernas e intentó acercarse a mi, pero tal vez no fue la mejor idea. La abuela lo tomó fuertemente de su brazo.
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Creppypastas e historias de terror
TerrorEn este libro encontrarás las mejores creppypastas e historias de terror que hay en la red. • Todas las historias fueron escritas por otras personas y se encuentran disponibles en internet, no me atribuyo el crédito por ninguna de ellas, simplement...