Gajeel
De nuevo a cobrar otro pago, no entiendo porque las personas piden dinero si luego no lo van a devolver.
Camino detrás de McGarden, hacia su despacho. Mis hombres se quedan en las esquinas de la habitación.
—No tengo el dinero.—ya empezamos con lo mismo de siempre.— Necesito más tiem... —me pongo en pie y lo agarró del cuello de la camisa levantándolo.
—¿Sabes cuántas veces he oído eso a lo largo de mi vida? —lo zarandeo. Puedo ver el miedo en sus ojos.— Quiero mi dinero, y lo quiero ya.
—Pero no tengo ese... —se ve interrumpido por el sonido de la puerta abrirse.
—Papá, ya llegué ¿Quiénes son estas personas? —oculto el arma con la camisa, si es una niña no quiero que vea las armas de fuego para que mantenga la inocencia que a mi me quitaron.
Al girarme puedo ver a una chica de pelo azul, ojos marrones y piel tan blanca como un diamante. Lo que me sorprende de esta chica es que no me aparta la mirada, no veo el miedo en sus ojos al cual estoy acostumbrado. Sólo puedo ver seguridad, estoy seguro que si me doy la vuelta saltaría sobre mí con un abrecartas. Habla con su padre sin embargo no soy capaz de escuchar lo que dicen sólo puedo mirar la joya que he encontrado. Cuando veo que se va a ir hablo:
—Creo que no nos han presentado. Soy Gajeel Redfox —agarro su mano y deja un casto beso en ella. Soy un idiota.
—Levy McGarden —se zafa de mi agarre. Cuando lo logra siento un vació tan característico en mi vida y que ella ha logrado hacerlo desaparecer con solo un toque.— Adiós.
Sale con prisa y me giro hacia su padre. Qué ha dejado de fingir el terror frente a su hija. Estoy seguro que la enana no sabe cómo es realmente su padre.
—¿Podríamos hacer un trato? —pregunta con una sonrisa de medio lado.
—Quiero mi dinero.—mi voz vuelve a ser tan fría como el hielo.
—Te debo 50 mil dólares. Podrías casarte con mi hija por 100 mil dólares.— ¿Me está vendiendo a su hija? No doy crédito.
—¿Cuál sería mi interés por eso?
—He oído que necesitas una esposa para expandir tu poder. —levanto una ceja.
—¿Cómo sabes eso?
—Tengo mis fuentes ¿Aceptas? —cada vez me da más asco este hombre. Estoy seguro que no soy el único al que debe dinero y me pone enfermo que pueda ofrecerla de esa forma a otra persona.
—Acepto.
Levy
Lleno por segunda vez el vaso de agua, y me apoyo en la encimera mirando hacía la puerta del despacho. Sólo necesito oír un ruido fuerte y entraré dando balazos al fin de cuentas ellos han entrando a mi casa con armas.
Unos de los guardas sale y fija su mirada en mi.
—¿Puede acompañarme? —camino hacía la puerta con el que se ha hecho mi mejor amigo, el vaso de agua.
Entro en el despacho acompañada del guardaespaldas. Veo como el señor Redfox termina de firmar un papel.
—¿Qué ocurre, padre? —el frío metal de la pistola quema mi piel. Y es la prueba de mis nervios.
—Sientáte, hija.—me siento justo en la silla libre al lado del señor Redfox, sin soltar mi vaso de agua. Le doy un pequeño sorbo al agua.— El señor Redfox acaba de pedir tu mano.—vuelvo a escupir el agua en el vaso mientras toso.— Y le he dado mi permiso.
Me levanto de la silla haciendo que esta se caiga. Adiós mejor amigo, estampo el vaso contra la pared que hay a mi lado y con mis manos golpeo la mesa.
—¡No! ¡Me niego, no vas a obligarme!
—¿Sr Redfox nos puede dejar un momento a solas? —Gajeel sale sin decir nada junto con sus guardaespaldas.— Solo será un año.
—¡Me da igual! No lo conozco de nada, y mucho menos estoy enamorada de él.
—Querías reabrir el caso de tu madre ¿no? Necesitas mi firma para eso, cásate con él y lo tendrás.
—No es justo.
Salgo corriendo del despacho, de la mansión. Sigo corriendo por la carretera. Cuando levanto la vista me encuentro con la academia a la que pertenezco. Me agarro a la valla y mi mente viaja.
No puedo parar de pensar en la propuesta de mi padre, es obvio que no me van a dejar reabrir el caso por ser policía y ser familiar. Necesito a alguien que sea sólo familiar. Golpeo las verjas porque él tiene razón.
Quiero que se haga justicia con el caso de mi madre y si para ello debo estar casada 12 meses con un desconocido lo haré.
Prepárate Gajeel Redfox esto va a ser un infierno.
Dicen que tengo que casarme con él, no tenemos que ser los mejores amigos, y mucho menos consumar el matrimonio.
No sé lo que es, pero se dedica a algo ilegal y pienso descubrirlo, si es necesario lo llevaré ante la justicia.
Camino hacia casa de nuevo rezando que el señor Redfox se haya ido, mañana volveré para abandonar el curso que luego de mi tiempo de casada retomaré, no puedo arriesgarme a que mi futuro marido sepa que soy estudiante de policía.
El arma que lleva y los guardaespaldas que lleva Gajeel me gritan que no es alguien legal, adivina que podría hacerme. Necesito seguir viva.
Entro en casa con la mala suerte de que todos están en casa. Sentados en la mesa con la comida servida, me siento en mi lugar habitual. Comiendo en silencio.
—La boda será el viernes, en cuatro días. —explica mi padre.
—¿Estás de acuerdo? —pregunta Gajeel mirándome y yo sólo asiento.— ¿Podrías hablar?
—No convivirémos hasta la boda, y si es posible se encargarán ustedes de los preparativos. —me levanto de la silla al haber acabado mi cena.— Buenas noches.
Los dos contestan a unísono un "Buenas noches". Me voy a mí cuarto agotada emocionalmente y físicamente. Hoy ha sido un día duro. Prometida, quién me lo diría a mi.
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¡Hola mis queridos lectores!Espero que os haya gustado este capítulo, ya se viene lo bueno. Este capítulo ha dejado muchas incógnitas.
Los horarios serán Miércoles y Sábados. Sí veo que puedo subir más capítulos a la semanas aumentaré los días.
Os rogaría por favor que si comentáis que sea sobre esta historia, si queréis comentar de otra de mis historia háganlo en la historia correspondiente. Gracias.
Nos leemos el sábado.
Saludos y besos de Noa-chan.
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Matrimonio por contrato
FanfictionHermosa portada hecha por: @-MagaMirajane- Obra registrada en: Safe creative Código: 1901239720327