Romeo y yo nos recuperamos poco a poco aunque los resultados no son tan visibles, ya que sólo han pasado 3 días.
Miro hipnotizada como Juvia corta con maestría todo tipo de verduras. Hasta que aparece Gray y casi se corta.
—Levy, Gajeel quiere hablar contigo.
—Pues no hagamos esperar al gruñón.
Camino hacia el despacho, pero decido volver sobre mis pasos hasta la cocina me quedo en la puerta, observando el maravilloso beso que se están dando y ahora sí voy al despacho del gruñón. Entro sin llamar a la puerta como él hace.
—¿Querías hablar conmigo? —pregunto aunque ya sé la respuesta.
—Sí, sobre la investigación sobre tu madre. —espero a que continúe.— Mi mafia, como tú la llamas, se llama Fairy Tail, es una de las mejores de la ciudad, sólo hay unos que nos superan Sabertooth. Ambos bandos tenemos algunos contactos en la policía. —voy a hablar pero no me deja.— Policías corruptos. Tu padre se metió en líos con Sabertooth, ellos mataron a tu madre y con la ayuda de esos policías cerraron el caso.
—¿Por qué me cuentas esto ahora? —pregunto casi a punto de llorar.
—Por lo que hiciste el otro día, fue tu recompensa.
—¿Cómo se llama su jefe? —pregunto con rabia.
—No te voy a decir eso, saberlo te pondrá peor y no vas a poder ir contra él.
Salgo del despacho escuchando como grita mi nombre, camino rápido por el jardín, las lágrimas nublan mi visión pero aún así no me detengo. Me siento en la sombra de un árbol y lloro.
Todo fue culpa de mi padre, no entiendo como me pudo engendrar ese ser tan asqueroso que por su culpa mataron a su esposa y vendió a su hija como si fuera ganado. Lo odio con todas mis fuerzas. Si lo tuviera delante lo mataría con mis manos.
Siento como alguien se sienta a mi lado, levanto mi cabeza y me doy cuenta que es el chico que disparé.—Lárgate. —ordeno limpiando mis lágrimas.
—Sigo órdenes de mi jefe Gajeel, no tuyas. —me levanto y me agarra de la muñeca sana.— Solo quiero que seamos amigos.
—Pues no se te da bien. —le digo volviéndome a sentar. Lo que menos necesito son enemigos bajo el mismo techo.
—Lo sé, soy Loke. —me ofrece su mano y la tomo cuando voy a decirle mi nombre él se adelanta.— Levy, lo sé todos hablan de ti.
—¿Cómo va tu disparo? —pregunto para sacar tema.
—Bien, aunque le está costando sanar del todo. Tienes buena puntería. —me da un codazo a modo de broma.— ¿Y tú brazo?
—Digamos que no pasa por sus mejores momentos. —observo la luna y sus estrellas danzando en el cielo.— Debo entrar, Juvia ya habrá preparado la cena.
—Y yo debo trabajar si quiero que tu esposo me pagué. —comienza a caminar lejos de mí mientras agita su mano.
Me dirijo a la casa y una vez dentro voy a la cocina dónde ya me espera un plato caliente de sopa con verduras. En cuanto lo devoró lo pongo en el fregadero si no fuera por la venda de mi mano lo limpiaría yo misma.
Subo a mi habitación y me sorprendo al ver a Gajeel durmiendo. Normalmente yo soy la que duerme antes. Me pongo el pijama sin hacer mucho ruido y me tumbo a su lado sin hacer movimientos bruscos que puedan despertarlo o que me pueda hacer daño en el brazo.
El sueño se apodera de mi rápidamente.
Un insoportable dolor en la parte superior de mi brazo, me despierta miro el reloj. Las 2:30 am, miro a mi derecha y noto que Gajeel ya está despierto. Decido quedarme en la cama esperando que se me pasé pero ese momento nunca llega. Bajo las escaleras y voy hacía la cocina. Abro el armario que me indicó Juvia que estaban mis analgésicos.
Lleno un vaso de agua y me tomo dos pastillas. Me siento en una silla mientras me tomo un vaso de agua. Sin embargo algo llama mi atención.
Gemidos.
Como la gran cotilla que soy sigo el sonido de los gemidos, me quedo helada al ver que me conduce al despacho de Gajeel, abro un poco la puerta y la escena me golpea de lleno.
Sherry sobre su mesa desnuda y él besando su cuerpo como hizo conmigo.
Me adentro en el despacho abriendo tan fuerte que hace que la puerta se golpeé contra la pared. Los dos me miran sorprendidos, ella lo aparta y busca su ropa por la sala.
—Realmente Sherry, —se detiene al oír su nombre.— no sé que te pasó. No sé si eres estúpida o directamente te caíste de la cuna. El puto anillo que lleva en el dedo es por algo. —hablo con tanta tranquilidad que me asusto, Gajeel mantiene su semblante frío de siempre mirándome fijamente pero no logra intimidarme.
—Y-yo... —no le salen las palabras cuando termina de recoger su ropa pasa por mi lado.
—No te acerques a mi hombre, sé utilizar armas. —le digo y una vez que sale cierro la puerta.— Sé perfectamente que es un matrimonio por conveniencia, pero haz el favor de serme fiel. Más qué nada para que los cuernos no rayen tu precioso techo.
—No sería infiel, si tú cumplieras en la cama. Como no encuentro en mi cama lo que me satisface, lo busco fuera. —dice levantándose de su silla.
—Espero que esa silla sea cómoda porque en mi cama, en esa que no encuentras algo que te satisfaga, no vas a dormir.
Y sin más salgo del despacho, me dirijo a la habitación, una vez dentro pongo el pestillo y un baúl bastante pesado. Haciendo imposible la entrada. Qué bien voy a dormir hoy.
Me tumbo sobre mi vacía cama y dejo que los calmantes hagan su efecto, aunque no del todo porque el corazón me duele a rabiar y no hay analgésicos que me pueda quitar ese dolor. Me hago bolita sobre la cama y la imagen de Sherry desnuda viene a mi mente, mis lágrimas empiezan a caer. Era obvio que iba a elegirla a ella, con ese cuerpo quién no lo haría. Me quedo dormida entre lágrimas y sollozos.
★★★★★★★★★★★★
¡Hola mis queridos lectores!¿Qué les pareció el capítulo? Maldito Gajeel 😤 estoy empezando a odiarlo. No para de cagarla.
¡Viva el Gruvia!
Nos leemos el miércoles
Saludos y besos de Noa-chan
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Matrimonio por contrato
FanfictionHermosa portada hecha por: @-MagaMirajane- Obra registrada en: Safe creative Código: 1901239720327