Sekiryuutei Supremo

Amenaza del Ragnarok

En una de las zonas abandonadas de Kuoh, donde un grupo de fábricas que ya no están en labor, hay una batalla que nadie esperó que sucedería.

Baraquiel, uno de los Ángeles Caídos y padre de Himejima Akeno, estaba luchando o más bien resistiendo el ataque desenfrenado de dos sujetos. Uno era lanzaba fuego y hielo al mismo tiempo por más raro que parezca. Era humano de eso no había duda alguna pero tenía características animales que lo desconcertaban. Sus ojos algo reptilianos en verdad le daban un aire extraño, no era dragón y eso lo sabe pero es fuerte.

El otro era de características distintas, tenía colmillos como los de una araña y para colmo de los males, lo ataca con hilos y unas piedras de color algo extrañas. Se notaba que disfrutaba de esto.

Baraquiel esquivó el ataque inicial del primero alzando vuelo. Ese fuego era peligroso... lo que no esperó fue ver que los hilos del otro tipo lo atrapen y lo aprisionen con fuerza. Oír la risa del tipo le colmaba los nervios.

-Jajaja ¿Eso es todo lo que uno de los líderes de los Ángeles Caídos puede hacer?- El de los rasgos de araña reía.- Oye Haggen, esto en verdad resultó ser muy fácil.

-Alberich, no suenes tan confiado... recuerda nuestra misión.- El chico llamado Haggen, de cabello rubio pálido y ojos verdes le habló a su colega con reproche, el otro simplemente rodó los ojos.

-Como sea... Lord Loki en verdad desea hablar con el anciano ese.- Alberich, el joven de cabello marrón rojizo miro a otro lado.- Y pensar que es un Dios líder... patético, deja que sus emociones nublen su juicio.

Al otro lado, Odín trataba por todos los medios retener el ataque del lobo asesino de Dioses Fernir. Uno de los hijos de Loki cuyas fauces son capaces de devorar Dioses, uno de los seres más poderosos del mundo y que sólo sirve a su padre, el Dios Loki. Fenrir gruñia mientras Odín tenía su arma en mano, sabía que no podía bajar la guardia con ese animal.

Loki quien miraba todo desde el cielo, sonreía tranquilo. El plan iba bien, admite que fue buena idea traer a esos 2 a distraer a ese estúpido caído... que Syd le haya dicho que dio su mensaje hizo que ponga en marcha lo que sigue de su plan. Ver como Odín le daba un golpe a Fenrir con su lanza le hizo ver que sin duda el viejo no ha perdido su toque. Pero el lobo se levantó de inmediato para esta vez atacar con sus garras... Fenrir era resistente, no caerá tan fácilmente. Tonto Odín, sigue sin querer atacarlo a matar, ahí yace su error.

-Esas emociones serán tu perdición Odín.

-Y tu falta de ellas será la tuya.- Odín le respondió al Dios del Engaño y este negó con la cabeza. Tontas emociones, son sólo una pérdida de tiempo.

Cuando el lobo lanzó otro ataque, esta vez Odín le dio con tal fuerza que lo hizo volar a un almacén cercano haciendo que este caiga. El animal se levantó furioso por el daño que le causó, su única meta era devorar a ese anciano... no había más, aunque tal vez deba usar un acercamiento distinto...

Baraquiel trataba de librarse de los hilos que los retenían pero no era sencillo. Estos eras duros como el más resistente de los aceros. Aún con su luz y electricidad no podía liberarse de estas cosas. Alberich a pesar de no mostrarlo, en verdad sufría para tener esos malditos hilos en su sitio. Haggen lanzó un viento congelante al caído quien se cubrió como pudo con su ala, esta se congeló de inmediato y supo que estaba en aprietos... estos tipos no eran seres comunes, esa fuerza y energía.... ¿Qué eran? Cuando Alberich hizo más fuerza en la presión de los hilos sintió que sus músculos eran aplastados. Rayos... de seguir así va a...

Ante la sorpresa de todos, algo a gran velocidad cortó los hilos. Ambos atacantes sintieron que algo iba hacia ellos y optaron por retroceder un poco. Al hacerlo vieron como unos relámpagos y algo de fuego iba hacia ellos. Dieron un salto en el aire para esquivar dichos ataques y vieron que en efecto había nuevos invitados. Una mujer de cabello azul cortó los hilos con esa gran espada, luego de ellos vinieron otras... varias en verdad. Era un grupo más o menos grande.