Sekiryuutei Supremo

Festival Escolar: Día 2

-Hoy es el día...- Swetie se levantó de su cama, su pijama blanca con rosas eran un reflejo de su habitación.

La niña había adquirido un gusto especial por los peluches desde el año pasado desde que Spike le ganó uno, si bien sus intenciones originales eran la de vender el peluche a un precio mayor del intento por conseguirlo, no pudo...sintió que se vería mal si hace eso y al final se lo quedó, ese peluche ahora es una prueba de su amistad con Spike y las Crusaders quienes conocería días después...

Aún recuerda la vez que se conocieron, todo por culpa de una mala broma a las niñas más presumidas de su salón y bueno...las 3 culpables se vieron castigas y por cosas de hablar y demás...se hicieron amigas...Spike se unió al grupo luego, llevarlo a rastras a una expedición infantil era divertido de recordar.

Aún así, este año que pasó fue el mejor...ninguno del grupo había tenido amigos de verdad hasta que se conocieron, el carácter ligeramente manipulador de Swetie Belle en esos días, la actitud algo sobre preocupada de Apple Bloom, la actitud arrogante de Scootaloo y la actitud algo negativa de Spike...cuando se juntaron y se metían en problemas, sentían que poco a poco iban cambiando...mejorando sus personalidades...un amigo te entiende y acepta con tus dones y defectos, un amigo de verdad te hace crecer como persona y ella estaba agradecida a sus inseparables amigos, su hermana también tenía que ver...aunque eso ya se sabía.

-Estoy segura que hoy todo saldrá perfecto.- La niña se levantó para preparase para lo de hoy...debía ir a la casa de Twilight a pedirle a su hermana que la ayude con su cabello.

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Apple Bloom había terminado sus actividades matutinas, si bien la vida en una granja de manzanas no es lo que uno consideraría muy de divertida e interesante...estaba feliz con lo que tenía. De acuerdo, su mamá murió a los meses que ella nació y su abuela lo hizo hace un par de años, su padre para fuera por el negocio familiar en el exterior que es duro pero no deja de comunicarse con ellos y preguntar como están.

Si bien ayer habló con él y este pidió perdón por...no poder ir, que las cosas estaban difíciles allá afuera...no dudaba que harían un gran trabajo. Obviamente la niña agradeció a su progenitor el apoyo y bueno...ya saben...la buena suerte es más que sólo eso, uno se la busca.

Tras terminar de lavar los platos, Apple Bloom tomó rápidamente sus cosas y se fue hacia la puerta, no sin antes ir a la oficina de su hermano quién estaba revisando unos documentos.

-¡Me voy, te veo en el concierto!- Tras decir eso, la niña salió corriendo como un cohete.

El rubio pestañeo varias veces pero pasó a reír y seguir en lo suyo, debía terminar esto rápido si desea ir a ver el espectáculo de su hermana.

Tras salir de su casa, Apple Bloom no tardó en emplear velocidad, sabía que aún le faltaban unos años para usar su elemento de magia pero vivir y trabajar de vez en cuando en la granja le ha dado una gran resistencia.

-Debo ir a la casa de Twilight, ahí nos reuniremos.- Recordó lo acordado y empleó paso rápido.

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-¡Listo, hoy será genial!- Scootalo bajaba las escaleras lo más rápido que su estado le permite.

La niña siempre se sintió un poco...inferior por su condición física, nacer sin un pierna no fue culpa de nadie...así era la naturaleza. Si bien le fue difícil crecer como los demás niños y de tener que aceptar que hay cosas que no puede hacer, eso cambió cuando vio por primera a Rainbow Dash...esa chica de baja estatura que a pesar de todo era veloz y corría como nadie...la hizo querer demostrar que ella también puede hacer grandes cosas a pesar de su limitación.