Sekiryuutei Supremo

Misterios de una Onda

-¿Dónde estoy?- Ise despertó en un lugar que no conocía.

Esto era raro, estaba hasta donde va su memoria en su habitación durmiendo y tras volver a abrir los ojos... estaba aquí, en una especie de ruina, parece ser que fue el escenario de una batalla muy intensa debido al daño que ve en el lugar. Aún así, la pregunta persiste ¿Dónde está? Dio varios vistazos rápidos al lugar para ver si lograba ver algo que le diga donde está exactamente. Tras dar unos pasos se dio cuenta de que... no había avanzado nada.

-¿Qué?- Volvió a hacer el intento pero era lo mismo... no avanzaba nada y eso ya era muy raro.- Ok... esto es extraño... Alfa, Beta y Gamma...si esta es una de las pesadillas les juro que...

-Jejeje... te encontré...- Ise por alguna razón empezó a sudar frío...- Al fin me escuchas...- Miró a todos lados en busca del origen de esa tétrica voz.

-¿Dónde... quién está ahí...? ¡Muéstrate!- el Sekiryuutei estaba asustado por una razón... no sabía porque pero su cuerpo entero le decía que no busque a ese ser... que no lo encuentre.- ¡Sal de donde estés!

-Al fin... al fin puedes escucharme.- Unos pasos se empezaron a oír, las pisadas eran suaves pero firmes... el sonido del metal se oía con cada paso que daba, indicando que el ser misterioso llevaba una especie de armadura.- Años esperando a que te dignes en poder querer escucharme... años esperando a que tengas el valor de aceptar la verdad.

-¿Verdad... de qué estás hablando?- Ise sudaba a mares... sentía que iba a arrepentirse...

-De qué... yo estoy aquí, que soy una parte de ti que yace escondida...- Los pasos fueron cada vez más firmes y fuertes... cuando se detuvieron, Ise sabía que lo tenía detrás...- Anda mírame... aquí estoy tal como me pediste.- Ise no quería voltear... no...- No huyas a la verdad... mírame...- Una especie de garra tomó su hombro y el castaño sentía que le iba a dar un ataque nervioso...- ¡Mírame! ¡Yo soy tú y tú eres yo!

Ise finalmente tuvo valor de voltear y cuando lo hizo sintió que... vio lo más horrible de su vida. Un ente reptiliano deforme de escamas carmesí y ojos rojos... su tétrica sonrisa le dio pavor... ese... ese era...

-¡Nunca lo olvides, yo soy tú... Y estoy aquí!- el ser tomó la cara de Ise y lo puso cara a cara de él para sonreír una vez más.- ¡No puede huir de mí, ya que al fin te encontré!- El lugar entero estalló en llamas, llamas que envolvieron a ambos ante el grito de desesperación de Ise y la risa del otro.

Cuando las llamas murieron... sólo había uno... un ser en armadura del tamaño de una persona. Sus ojos brillaban con un intenso rojo sangre... su boca se abrió para dar un ensordecedor rugido que tiró abajo la poca estructura que seguía en pie... el cielo tembló ante ese grito... un grito que sólo era el de una bestia.

------

-¡AAAAAAHHHHH!

El grito de Ise despertó a Twilight y luego a Rias, ambas de inmediato trataron de calmarlo pero el intento era vano, el joven seguía gritando como si tuviera dolor... y miedo.

-¡Ise, Ise cálmate!- Rias trató de contener sus movimientos pero era demasiado fuerte.

-¡Dios mío, Ise tranquilízate por favor!- Twilight hacía lo mismo pero...- ¡Mi elemento debo de...!- la chica trató de tomar el collar...

-¿¡Qué ocurre!?- Rean entró a la habitación, atrás de él estaban los demás inquilinos de la casa.- ¡Chicas!

-¡No lo sabemos, empezó a gritar de la nada!- Rias seguía tratando de contenerlo pero era inútil... cuando energía oscura empezó a emanar de él... se asustaron...- ¡Esto es...!